T. Harv Eker
En tan sólo dos años y medio, T. Harv Eker pasó de estar sin un céntimo a ser millonario, simplemente utilizando los principios que ahora enseña. Eker es presidente de Peak Potentials Training, una de las empresas de preparación para el éxito que ha crecido más rápidamente de Norteamérica. Con su estilo claro, humorístico y no exento de contenido espiritual, Eker mantiene al público cautivado. La gente acude de todo el mundo para asistir a sus seminarios, en los que con frecuencia se agotan las localidades y cuya asistencia suele sobrepasar las 2000 personas. Hasta el momento, las enseñanzas de Eker han influido en la vida de más de doscientos cincuenta mil hombres y mujeres.
Ahora, por primera vez, Harv Eker comparte sus secretos de éxito en este libro revolucionario. ¡Léelo y hazte rico!
T. Harv Eker
LOS SECRETOS
DE LA MENTE
MILLONARIA
Cómo dominar el juego interior de la riqueza
Este libro está dedicado a mi familia:
Mi cariñosa esposa, Rochelle, mi increíble hija,
Madison, y mi imponente hijo, Jesse.
Agradecimientos
Escribir un libro parece un asunto individual, pero la realidad es que, si quieres que lo lean miles o –como yo espero- millones de personas, se requiere a todo un equipo. En primer lugar me gustaría dar las gracias a mi esposa, Rochelle, a mi hija, Madison, y a mi hijo, Jesse.
Gracias por dejarme el espacio que he necesitado para hacer lo que vine a hacer aquí. También me gustaría dar las gracias a mis padres, Sam y Sara, así como a mi hermana, Mary, y a mi cuñado, Harvey: por vuestro interminable amor y apoyo. A continuación, un inmenso <
Positiva a la vida de la gente así como por hacer de Peak Potentials una de las empresas de desarrollo personal de más rápido crecimiento del mundo.
Gracias a mi brillante agente literaria, Bonnie Solow, por la ayuda que continuamente me prestas, por tus ánimos y por guiarme entre los pormenores del negocio editorial. Va otro gran <
Por ultimo, estoy profundamente agradecido a todos los asistentes al seminario Peak Potentials, así como a su personal de refuerzo y a los socios de las empresas conjuntas: sin vosotros no habría ningún seminario <
¿Quién diablos es T. Harv Eker y
Porque tendría yo que leer este libro?
Al comienzo de mis seminario la gente se queda impactada cuando una de las primeras cosas que les digo es: <
¿Por qué sugeriría tal cosa? Pues porque yo sólo puedo hablar desde mi propia experiencia.
Ninguno de los conceptos y percepciones internas que comparto son inherentemente ciertos o falsos, correctos o incorrectos.
Simplemente, reflejan mis propios resultados, así como los resultados asombrosos que he visto en la vida de miles y miles de mis alumnos y alumnas. Dicho eso, sin embargo, tengo la creencia de que si usas los principios expuestos en este libro transformaras totalmente tu vida. Y no te limites a leerlo. Estúdialo como si tu vida dependiese de el. Después, prueba sus principios tú mismo. Si algo te funciona, sigue haciéndolo. Lo que no te sirva, sea lo que sea, tienes todo el permiso para tirarlo a la basura.
Sé que puedo parecer pretencioso, pero en lo referente al dinero, puede que éste sea el libro más importante que jamás hayas leído. Comprendo que es una afirmación atrevida, pero el hecho es que este libro te proporcionará el eslabón que falta entre tu deseo de lograr el éxito y el propio éxito. Como a estas alturas ya habrás descubierto, se trata de dos mundos distintos.
Seguramente has leído otros libros, has escuchado CDs, has participado en cursos y te has interesado por numerosos sistemas para Hacerse rico, ya sea con propiedades inmobiliarias, acciones o negocios. Pero ¿Qué ocurrió? En el caso de la mayoría de la gente, ¡no mucho! Obtienen una breve carga de energía y, después, vuelven a la situación anterior.
Por fin, tenemos una respuesta. Se trata de una respuesta sencilla, que además es una ley que no hay manera de burlar. Todo se reduce a esto: si tu <
En las páginas de este libro te desvelaré el misterio de por qué hay gente que está destinada a ser rica mientras otros parecen condenados a vivir una vida de apuros. Comprenderás las causas fundaméntales del éxito, la mediocridad o el fracaso financiero y comenzaras a cambiar tu futuro económico positivamente. Entenderás Cómo las influencias de la infancia moldean nuestro patrón financiero y Cómo dichas influencias pueden conducir a pensamientos y hábitos contraproducentes. Experimentarás con poderosas declaraciones que te ayudarán a sustituir tus modos de pensar improductivos por <
En la primera parte de este libro, explicaré cómo cada uno de nosotros se halla condicionado para pensar y actuar en lo referente al dinero, y esbozaré cuatro estrategias clave para corregir nuestro patrón mental del dinero. En la segunda parte examino las diferencias entre cómo piensa la gente rica, la de clase media y la pobre, y te proporciono diecisiete actitudes y acciones que has de adoptar y que te conducirán a crear cambios permanentes en tu vida económica. A lo largo de todo el libro compartiré también contigo unos pocos ejemplos de los miles de cartas y correos electrónicos recibidos de alumnos y alumnas que han logrado extraordinarios resultados en su vida.
Te preguntaras: ¿Cuál es tu experiencia? ¿De dónde procedes? ¿Siempre te fueron bien las cosas? ¡Ojala!
Al igual que muchos de vosotros, yo tenía supuestamente un gran <
Estaba casi obsesionado por convertirme en un hombre de <<éxito>>. De los veinte a los treinta años inicié varios negocios distintos, cada uno de ellos con el sueño de hacer fortuna, pero mis resultados iban de mal en peor.
Trabajé sin descanso, pero seguía corto de dinero. Tenía la <
Así que comencé seriamente a hacer algo de introspección. Examiné mis auténticas creencias y vi que, aun cuando dijese que de verdad quería ser rico, tenía al respecto algunas preocupaciones profundamente arraigadas. Más que nada, sentía miedo. Miedo al fracaso o lo que es aún peor: miedo a triunfar y después, de algún modo, perderlo todo. Entonces sí sería un perfecto imbécil que se había cargado lo único que tenía a su favor: el <
¿Y si descubría que no tenía lo que realmente había que tener y que mi destino era vivir una vida de apuros?
Quiso entonces la suerte que recibiese unos consejos de un amigo de mi padre que era extremadamente rico. Había ido a la casa de mi familia a jugar a las cartas con mi padre y sus amigos, y, al pasar yo, advirtió mi presencia. Era ya la tercera vez que me había mudado a presencia de mis padres y estaba viviendo en la <
Me dijo: <
Él prosiguió: <
Yo respondí: <
En aquel tiempo yo era muy escéptico, por lo que le pregunté: <
Y se fue, pero lo que había dicho caló en mí.
En aquel momento no tenía ninguna otra cosa que hacer con mi vida, así que me lancé con entusiasmo a estudiar a la gente rica y cómo pensaban. Aprendí todo cuanto pude acerca de los funcionamientos internos de la mente, pero me concentré principalmente en la psicología del dinero y del éxito. Descubrí que algo era cierto: los ricos sí piensan, realmente, de forma muy distinta a como lo hacen los pobres e incluso de manera diferente a la gente de clase media. Al final, me di cuenta de cómo mis propios pensamientos estaban manteniéndome apartado de la riqueza. Y lo que es más importante, aprendí varias técnicas y estrategias eficaces para reprogramar mi mente a fin de pensar de la misma manera en que lo hace la gente rica.
Finalmente dije: <
Comencé también a poner a prueba mi enfoque mental para evitar desvíos o contraproducentes. En el pasado, tenía la creencia de que lo que, en muchos aspectos, mi mente era mi mayor obstáculo para lograr el éxito, por lo que tomé la decisión de no alimentar pensamientos que no estimularan mi visión de la riqueza. Empleé todos y cada uno de los principios que tú vas a aprender en este libro. ¿Te estás preguntando si funcionó? ¡Vaya si funciono!
El negocio fue tan bien que abrí diez tiendas en tan sólo dos años y medio. Entonces vendí la mitad de las acciones de la empresa a una gran compañía, por 1 600 000 dólares.
Después de eso, me mudé a la soleada ciudad de San Diego. Me tomé un par de años sabáticos para pulir mis estrategias y comencé a hacer consultoría empresarial individualizada. Supongo que a la gente le resultaba bastante efectiva porque no dejaban de traer amigos, compañeros y socios a nuestras sesiones. Pronto estuve entrenando a diez y en ocasiones hasta veinte personas a la vez.
Uno de mis clientes sugirió que podría abrir una escuela. Pensé que era una magnífica idea, así que lo hice. Fundé la Street Smart Business School y enseñé a miles de personas de toda Norteamérica estrategias empresariales para lograr el éxito <
Mientras viajaba por todo el continente ofreciendo mis seminarios, me di cuenta de algo extraño: podía tener a dos personas sentadas una al lado de la otra en la misma habitación, aprendiendo exactamente los mismos principios y estrategias; una de ellas tomaba estas herramientas y salía catapultada hacia el éxito. Sin embargo, ¿Sabes lo que podría ocurrirle a la persona sentada justo a su lado? La respuesta es: ¡no mucho!
Fue entonces cuando se me hizo obvio que puedes contar con las mejores <
<
La gente me pregunta a menudo si mi éxito fue un <
¡Prácticamente todas mis inversiones y empresas parecen despegar como cohetes! Hay gente que me dice que soy <
Éxito, que es exactamente lo que tú tendrás una vez que aprendas estos principios y hagas este trabajo.
Durante el comienzo de nuestro seminario Intensivo Mente Millonaria, generalmente pregunto al auditorio: <<¿Cuántos de ustedes han venido aquí para aprender?>>. Se trata de una pregunta con un poco de trampa, pues, como dijo Josh Billings: <
Si eres rico y feliz, muy bien. Pero si no lo eres, te invito a que consideres algunas posibilidades que puede que no cuadren con lo que actualmente piensas que está bien o incluso con lo que crees que es adecuado para ti.
Aun cuando te sugiera que <
Y hablando de confianza, esto me recuerda uno de mis chistes favoritos; Se trata de un hombre que va caminando junto a un precipicio cuando, de repente, pierde el equilibrio, resbala y cae. Por suerte, tiene el suficiente aplomo para agarrarse al saliente, y se queda allí colgado, aferrándose desesperadamente con la punta de los dedos al saliente de la roca, mientras su cuerpo cuelga en el vacío. Casi sin fuerzas, al final grita: <<¿Hay alguien ahí arriba que pueda ayudarme?>>. De pronto se percibe una voz poderosa como un trueno; <
La lección es sencilla; si quieres pasar a un nivel superior de vida tienes que estar dispuesto a desprenderte de algunos de tus antiguos modos de pensar y de ser, y adoptar otros nuevos. Los resultados, a la larga, hablarán por sí mismos.
Primera Parte
Tu patrón del dinero
Vivimos en un mundo de dualidades: arriba y abajo, luz y oscuridad, caliente y frío, dentro y fuera, deprisa y despacio, derecha e izquierda… Éstos no son sino unos pocos ejemplos de los miles de polos opuestos.
Para que exista un polo debe existir también el otro. ¿Es posible que haya una derecha sin una izquierda? Ni por casualidad.
Por consiguiente, al igual que hay leyes <
Pero el juego interior es todavía más importante. Una analogía sería un carpintero y sus herramientas. Tener herramientas de buena calidad resulta imprescindible, pero ser un carpintero de primera que las utilice magistralmente es aun más importante.
Yo tengo un dicho: <
Así pues, ¿Quién eres tú? ¿Cómo piensas? ¿Cuáles son tus creencias? ¿Cuáles son tus hábitos y tus rasgos de carácter? ¿Cómo te sientes realmente con respecto a ti mismo? ¿Qué grado de confianza tienes en ti mismo? ¿Cómo te relacionas con los demás? ¿Cuánto confías en los demás? ¿Sientes verdaderamente que mereces la riqueza? ¿Cuál es tu aptitud para actuar a pesar del miedo, a pesar de la preocupación, a pesar de los inconvenientes, a pesar de las molestias? ¿Eres capaz de actuar cuando no estás de humor?
El hecho es que tu carácter, tu forma de pensar y tus creencias constituyen una parte fundamental de lo que determina el nivel de prosperidad.
Uno de mis autores favoritos, Stuart Wilde, lo expresa del siguiente modo: <
PRINCIPIO DE RIQUEZA:
¡Tus ingresos pueden crecer únicamente
Hasta donde crezcas tú!
¿Por qué es importante tu patrón del dinero?
¿Has oído hablar de personas que se han <
Ahora ya sabes la verdadera causa. Visto desde fuera puede parecer mala suerte, una coyuntura económica negativa, un socio pésimo, lo que sea. Sin embargo dentro es otro asunto. Por eso, si entraras en contacto con cantidades de dinero importantes sin estar mentalmente preparado para ello, lo más probable es que la riqueza te durase poco y que finalmente terminaras perdiéndola.
La inmensa mayoría de la gente sencillamente no posee la capacidad interna necesaria para crear y conservar grandes sumas de dinero, ni para afrontar el mayor número de retos que acompaña siempre al hecho de tener más dinero y más éxito. Esa, amigos míos, es la principal razón por la que no tienen más dinero.
Un ejemplo perfecto son los que ganan la lotería. Las investigaciones han demostrado una y otra vez que, independientemente del tamaño de sus ganancias, la mayoría de las personas que ganan en la lotería al final acaban volviendo a su estado económico original, es decir, a la situación que les resulta cómodo manejar.
Por otro lado, a los millonarios que se han hecho a sí mismos les sucede justo lo contrario. Fíjate en que cuando pierden su dinero, generalmente lo recuperan en un tiempo relativamente corto. Donald Trump es un buen ejemplo; Trump tenía una cuantiosa fortuna, miles de millones de dólares. Luego, de pronto, lo perdió todo. Sin embargo, en un par de años más tarde, había recuperado su fortuna, e incluso la había incrementado.
¿Por qué se da este fenómeno? Porque, aun cuando algunos millonarios de los que se han hecho a sí mismos puedan perder su dinero, jamás pierden el ingrediente más importante de su éxito:
Su mente millonaria. Por supuesto, en el <
Eso es porque el <
La realidad es que la mayor parte de la gente no alcanza su pleno potencial. La mayoría de las personas no son prósperas. Las investigaciones demuestran que el 80% de los individuos jamás disfrutaran de la libertad económica que les gustaría poseer, y también que el 80% ni siquiera pretenderán ser verdaderamente felices.
La razón es sencilla; la mayoría de la gente es inconsciente. Van un poco como dormidos al volante. Trabajan y piensan a un nivel superficial de la vida, basándose tan sólo en lo que ven. Viven estrictamente en el mundo visible.
Las raíces crean los frutos
Imagínate un árbol. Supongamos que representa al árbol de la vida. En él hay frutos. En la vida a nuestros frutos se les denomina nuestros <
Entonces, ¿qué tenemos tendencia a hacer? La mayoría de nosotros pone aún más atención y concentración en los frutos, en los resultados. Pero ¿qué es lo que en realidad crea esos frutos concretos? Lo que crea esos frutos son las semillas y las raíces.
Es lo que hay bajo el suelo lo que crea aquello que está por encima de él. Lo que no se ve es lo que crea lo que se ve. Y eso ¿qué significa? Significa que si quieres cambiar los frutos tendrás que modificar primero las raíces. Si quieres cambiar lo visible, antes deberás transformar lo invisible.
PRINCIPIO DE RIQUEZA:
Si quieres cambiar los frutos, tendrás
Que modificar primero las raíces.
Si quieres cambiar lo visible,
Antes deberás transformar lo invisible.
Muchos dicen que sólo viendo creen. La pregunta que yo tengo para esa gente es:<<¿Por qué te molestas en pagar la cuenta de la luz?>>. Aunque no puedas ver la electricidad sí puedes seguramente reconocer y utilizar su potencia. Si tienes cualquier duda de su existencia, mete el dedo en un enchufe y te garantizo que tus dudas se desvanecerán rápidamente.
Según mi experiencia, lo que no puedes ver de este mundo es muchísimo más poderoso que cualquier cosa que puedas ver. Estarás de acuerdo o no con esta afirmación, pero en la medida en que no apliques este principio en tu vida, tendrás problemas. ¿Por qué? Porque estás yendo en contra de las leyes de la naturaleza, según las cuales lo que hay debajo del suelo crea lo que está por encima de él, lo invisible crea lo visible.
Como seres humanos, formamos parte de la naturaleza, no estamos por encima de ella, Por consiguiente, cuando nos alineamos con sus leyes y trabajamos en nuestras raíces –nuestro mundo <
En todos los bosques, en todas las granjas, en todos los huertos de la tierra, es lo que se encuentra bajo el suelo lo que crea aquello que hay por encima de él. Por eso es inútil que pongas la atención en los frutos que ya has cultivado: no puedes cambiar los que cuelgan del árbol. Sin embargo, si puedes cambiar los frutos del mañana. Pero, para hacerlo, tendrás que cavar debajo del suelo y fortalecer las raíces.
Los cuatro cuadrantes
Una de las cosas más importantes que puedas llegar a comprender en esta vida es que no vivimos en un único plano de existencia: lo hacemos en al menos cuatro esferas distintas a la vez. Estos cuatro cuadrantes son el mundo físico, el mental, el mundo emocional y el mundo espiritual.
La mayoría de la gente jamás se da cuenta de que la esfera física es simplemente una <
Por ejemplo, supongamos que acabas de escribir una carta en el ordenador. Le das a la tecla imprimir y rápidamente la carta te sale por la impresora. Miras la copia impresa y, ¡fíjate por dónde!, encuentras un error tipográfico. Así que sacas tu fiel goma de borrar y borras la errata en el papel. Ya has corregido la falta. Ahora, le das de nuevo al botón de imprimir y adviertes que ¡otra vez aparece el mismo error!
¡Caramba!, ¿Cómo es posible? ¡Si acabas de corregirlo! Así que esta vez coges una goma nueva y más grande, y borras más fuerte y más rato.
Incluso estudias un manual de trescientas páginas titulado Cómo borrar con eficacia. Ahora dispones de todas las <
Lo que está ocurriendo aquí es que el verdadero problema no puede cambiarse en la <
PRINCIPIO DE RIQUEZA:
El dinero es un resultado, la riqueza es un resultado, la salud es un resultado, la enfermedad es un resultado, tu peso es un resultado. Vivimos en un mundo de causas y efectos.
Atiende a esto: la falta de dinero no es nunca, jamás un problema. La falta de dinero es meramente un síntoma de lo que está sucediendo por debajo.
La falta de dinero es el efecto, pero ¿Cuál es la causa fundamental? Todo se reduce a esto: el único modo de cambiar tu mundo <
Cualesquiera que sean los resultados que estés obteniendo, sean ricos o pobres, buenos o malos, positivos o negativos, recuerda siempre en tu mundo interior. Si las cosas no te van bien en tu vida exterior es porque tampoco van bien en tu vida interior. Es así de simple.
Un poderoso secreto para el cambio: Las declaraciones
En mis seminarios empleamos técnicas de <
Así pues, voy a pedirte que cada vez que llegues al final de un principio fundamental de este libro te pongas primero la mano en el corazón, después hagas una <
¿Qué es una declaración? Es simplemente una sentencia positiva que haces con énfasis, en voz alta. ¿Por qué las declaraciones son una herramienta tan valiosa? Porque todo está hecho de una sola cosa: de energía. Toda energía viaja a frecuencias y vibraciones. Por lo tanto, cada declaración que haces lleva su propia frecuencia vibratoria. Cuando pronuncias una declaración en voz alta, su energía vibra en todas las células de tu cuerpo, y tocándote el cuerpo al mismo tiempo puedes sentir su resonancia, que es única. Las declaraciones no sólo envían un mensaje concreto al universo: mandan también un poderoso mensaje a tu subconsciente.
La diferencia entre una declaración y una afirmación es sutil pero, en mi opinión, es importante. La definición de la segunda es la de <
Una afirmación manifiesta que lo que deseas conseguir ya está teniendo lugar. A mí las afirmaciones no me vuelven loco, pues muchas veces, cuando afirmamos algo que aún no es real, la vocecita de dentro de nuestra cabeza nos dice: <
Una declaración, por definición, es también algo oficial. Es una manifestación formal de energía al universo y por todo el cuerpo. Existe otro concepto en la definición que es importante: acción. Debes emprender todas las acciones necesarias para hacer realidad tu intención.
Te recomiendo que pronuncies tus declaraciones en voz alta cada mañana y cada noche. Y si las articulas mientras te miras al espejo, eso acelerará aún más el proceso.
Ahora tengo que admitir que cuando oí hablar de todo esto por primera vez dije: <
De cualquier modo, preferiría ser muy crédulo y muy rico a desconfiar de todo y no tener un centavo. ¿Y tú?
Lo dicho: te invito a que te pongas la mano en el corazón y repitas la siguiente…
DECLARACION:
<
Ahora tócate la cabeza y di:
<
Como bonificación especial, si vas a la página de internet www.millionairemindbook.com y haces clic en FREE BOOK BONUSES, te daremos un listado gratuito en inglés de todas las declaraciones que aparecen en este libro presentadas en caligrafía, en un formato imprimible, apto para enmarcar.
¿Cuál es tu patrón del dinero y cómo se ha formado?
Tanto en mis apariciones en la radio como en la televisión, la siguiente afirmación me ha hecho famoso: <
PRINCIPIO DE RIQUEZA:
Si me das cinco minutos, puedo predecir el futuro económico que tendrás el resto de tu vida.
¿Cómo? En una breve conversación puedo identificar lo que se denomina tu <
¿Y qué es el patrón del dinero? Como analogía, consideremos el patrón de una casa, que es un plano o un diseño de esa casa en concreto: de igual manera, tu patrón del dinero es simplemente tu programa o modo de ser en relación con el dinero.
Quiero presentarte una fórmula extremadamente importante, ya que es la que determina cómo creas tu realidad y tu riqueza. Muchos de los maestros más respetados en el campo del potencial humano han empleado esta fórmula como base para sus enseñanzas. Se trata de la fórmula del <
P → S → A = R
PRINCIPIO DE RIQUEZA:
Los pensamientos llevan a sentimientos.
Los sentimientos llevan a acciones.
Las acciones llevan a resultados.
Tu patrón financiero está compuesto por una combinación de tus pensamientos, tus sentimientos y tus acciones en relación con el dinero.
¿Y cómo se formó tu patrón del dinero? Muy sencillo: tu patrón financiero consta principalmente de la información o <
¿Quiénes fueron las principales fuentes de esa programación o de ese condicionamiento? Para la mayoría de la gente, en la lista se encuentran los padres, los hermanos o hermanas, los amigos, las figuras de autoridad, los profesores, los líderes religiosos, los medios de comunicación y la cultura: ¿acaso no es verdad que determinadas culturas tienen un cierto modo de pensar y tratar con el dinero mientras que otras presentan un enfoque distinto? ¿Piensas que un niño o una niña sale del vientre materno ya con sus actitudes hacia el dinero, o crees que se le enseña a tratar con él? Eso es: a cada niño y niña se le enseña a tratar con él. Eso es: a cada niño y niña se le enseña cómo pensar acerca del dinero y cómo actuar en relación con él.
Y lo mismo te pasó a ti, a mí y a todo el mundo. Te enseñaron a pensar y a actuar en lo referente al dinero. Esas enseñanzas se convirtieron en condicionamiento, que a su vez se transformó en reacciones automáticas, reacciones que te dirigen luego durante el resto de tu vida. A no ser, por supuesto, que intercedas y revises tus archivos mentales referentes al dinero. Y eso es exactamente lo que voy a hacer en este libro, y lo que hacemos para miles de personas cada año, a un nivel más profundo y permanente, en el Seminario Intensivo Mente Millonaria.
Dije antes que los pensamientos llevan a sentimientos; éstos, a acciones, y las acciones, a resultados. Aquí surge una interesante pregunta: ¿de dónde vienen tus pensamientos? ¿Por qué piensas de forma distinta a la persona que tienes al lado?
Tus pensamientos proceden de los <
Para reflejar esto, podemos corregir la fórmula del Proceso De Manifestación dejándola de la siguiente forma:
Pro → Pen → S → A = R
Tu programación lleva a tus pensamientos; éstos a tus sentimientos; tus sentimientos, a tus acciones, y tus acciones, a tus resultados.
Por lo tanto, al igual que se hace con un ordenador personal, cambiando tu programación das el primer paso esencial hacia el cambio de tus resultados.
Y, ¿Cómo estamos condicionados? Lo estamos de tres formas principales en todos los ámbitos de la vida, incluido el del dinero:
Programación verbal: ¿Qué oías cuando eras pequeño?
Modelos de referencia: ¿Qué veías cuando eras pequeño?
Incidentes concretos: ¿Qué experimentaste cuando eras pequeño?
Es importante comprender estos tres aspectos del condicionamiento, por lo que vamos a examinar cada uno de ellos. En la segunda parte de este libro aprenderás a reorientar tu mente para la riqueza y el éxito.
Primera influencia: la programación verbal
Comencemos por la programación verbal. ¿Qué oías en tu infancia sobre el dinero, la riqueza y la gente rica?
¿Oíste alguna vez expresiones como: el dinero es el origen de todos los males, los ricos son avariciosos y mezquinos, los ricos son malvados, está podrido de dinero, para juntar algún dinero tienes que matarte a trabajar, el dinero no crece en los árboles, no puedes ser rico y espiritual, la felicidad no puede comprarse, poderoso caballero es don Dinero, los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres, no todo el mundo puede ser rico, nunca se puede llegar a todo, y la infame; eso no es para nosotros.
En mi casa, cada vez que pedía dinero a mi padre le oía despotricar: <<¿De qué estoy hecho yo…, de dinero?>>. Yo respondía en broma: <
Aquí reside el problema: todas las afirmaciones que oíste sobre el dinero cuando eras niño permanecen en tu subconsciente como parte del patrón que está rigiendo tu vida económica.
El condicionamiento verbal es extremadamente poderoso. Por ejemplo, cuando mi hijo, Jesse, tenia tres años un día vino corriendo hacia mí y me dijo nervioso: <
Otro ejemplo del poder del condicionamiento verbal llegó a expensas de uno de los participantes en nuestro Seminario Intensivo Mente Millonaria. Stephen no tenía problemas para ganar dinero: su reto era conservarlo. En el momento en que Stephen vino al curso estaba ganando más de 800 000 dólares al año y llevaba nueve años así. Pese a ello, se las apañaba con dificultad. De algún modo, lograba gastarse el dinero, prestarlo o perderlo todo tomando malas decisiones a la hora de invertir. Sea cual fuere la razón, ¡su fortuna neta era exactamente cero!
Stephen nos confió que, siendo niño, su madre solía decir: <
No hay que ser científico de la NASA para deducir lo que estaba ocurriendo dentro del subconsciente de Stephen. No es de extrañar que estuviese arruinado. Se hallaba verbalmente condicionado por su madre para creer que los ricos son avariciosos y mezquinos. Por lo tanto, su mente establecía una conexión entre rico, avaricioso y mezquino, que, por supuesto, es malo. Como él no quería ser malo, subconscientemente no podía ser rico.
Stephen amaba a su madre no quería que tuviese un mal concepto de él. Obviamente, según las creencias de ella, si se hiciese rico no lo aprobaría. Por lo tanto, no tenía otra opción que deshacerse de cualquier dinero de más que traspasara los límites del <
Bueno, tú pensarías que, en caso de tener que elegir entre ser rico o contar con la aprobación de mama o de cualquiera, en realidad, la mayoría preferiría ser rico. ¡Todo lo contrario! La mente, simplemente, no funciona así. Parece que la riqueza debería ser la elección lógica. Pero cuando el subconsciente debe elegir entre emociones profundamente arraigadas y la lógica, casi siempre ganan las primeras.
PRINCIPIO DE RIQUEZA:
Cuando el subconsciente debe elegir entre emociones profundamente arraigadas y la lógica, casi siempre ganan las primeras.
Volvamos a nuestra historia: en el curso, en menos de diez minutos, empleando unas cuantas técnicas extremadamente eficaces, el <
En el seminario, Stephen comenzó a comprender que sus creencias no productivas eran de su madre, y que estaban basadas en la programación mental de ella, y no en la de él. Así que fuimos un paso más allá y le ayudamos a crear una estrategia por medio de la cual no perdería la aprobación de su madre si se hacía rico. Fue sencillo.
A su madre le encantaba Hawái. Por tanto, Stephen invirtió en un apartamento frente a la playa, en Maui, al que ahora manda a su madre todo el invierno. Ella está en la gloria y él, también. En primer lugar, ahora a ella le encanta que su hijo sea rico y cuenta a todo el mundo lo generoso que es; en segundo lugar, él no tiene que aguantar a su madre durante seis meses al año. ¡Magnifico!.
En mi propia vida, tras un comienzo lento, empezó a irme bien en los negocios, pero nunca ganaba dinero con mis acciones. Al adquirir conciencia de mi patrón del dinero, recordé que cuando yo era joven, cada día después de trabajar, mi padre se sentaba a la mesa con el periódico, comprobaba las páginas bursátiles, daba un puñetazo en la mesa y gritaba: <<¡Malditas acciones!>> Después se pasaba la media hora siguiente despotricando de lo estúpido que es todo el sistema y afirmando que uno tiene más oportunidades de ganar dinero jugando a las máquinas tragaperras en Las Vegas.
Ahora que ya comprendes el poder del condicionamiento verbal, ¿ves cómo no es nada extraño que no pudiese ganar en el mercado de valores? Estaba literalmente programado para fracasar, programado para escoger inconscientemente las acciones equivocadas, al precio equivocado, en el momento equivocado. ¿Por qué?, Para dar subconscientemente validez a mi patrón del dinero, que decía: <<¡Malditas acciones!>>.
Todo cuanto puedo decir es que al cavar para sacar esa mala hierba enorme y venenosa de mi <
Prácticamente el día después de reprogramarme mentalmente, las acciones que elegí comenzaron a despegar, y desde entonces he continuado teniendo éxito asombroso en el mercado de valores. Parece increíblemente extraño, pero cuando comprendes de verdad cómo funciona el patrón del dinero, todo tiene sentido.
Tu condicionamiento subconsciente determina tu pensamiento; tu pensamiento, tus decisiones, y éstas, tus acciones, que al final determinan tus resultados.
Existen cuatro elementos clave para el cambio, cada uno de ellos esenciales en la reprogramación de tu patrón financiero. Son sencillos, pero profundamente poderosos.
El primer elemento de cambio es la conciencia: no puedes cambiara algo a menos que conozcas su existencia.
El segundo es la comprensión: entendiendo cuál es el origen de tu <
El tercero es la disociación: una vez que te das cuenta de que esta forma de pensar no eres tú, puedes separarte de ella, basándote en quién eres hoy y en dónde quieres estar mañana. Puedes observar esta forma de pensar y verla como lo que es: un <
El cuarto elemento del cambio es el reacondicionamiento: Iniciaré este proceso en la segunda parte de este libro, en la que te presentaré los archivos mentales que generan riqueza. En el caso de que quisieras avanzar un paso más en esto, te invito a que asistas al Seminario Intensivo Mente Millonaria, donde se te conducirá a través de una serie de potentes técnicas que reconectarán los cables de tu subconsciente a un nivel celular y de una forma permanente, entrenando de nuevo a tu cerebro para que responda de una forma productiva en términos de dinero y éxito.
Los elementos de frecuencia y apoyo continuado resultan también importantes para que se produzca un cambio duradero, de modo que tengo otro regalo para ayudarte: si entras en www.millionairemindbook.com y haces clic en FREE BOOK BONUSES, puedes suscribirte al <
Mientras tanto, volvamos al condicionamiento verbal y a los pasos que puedes dar ahora para comenzar a corregir tu patrón del dinero.
Pasos para el cambio: programación verbal
CONCIENCIA: Escribe todas las afirmaciones que oías acerca del dinero, la riqueza y la gente rica cuando eras niño.
COMPRENSION: Escribe cómo crees que, hasta ahora, han afectado dichas afirmaciones a tu economía.
DISOCIACIÓN: ¿Te das cuenta de que esos pensamientos representan únicamente lo que aprendiste y no forman parte de tu anatomía ni son tú? ¿Te das cuenta de que en el momento presente tienes la opción de ser distinto?
DECLARACION: Pon la mano sobre el corazón y di;
<
Tócate la cabeza y di:
<
Segunda influencia: los modelos de referencia
El segundo tipo de condicionamiento al que estamos sometidos se denomina <
¿Por qué resulta importante esta información? Probablemente hayas oído la expresión <
Aunque la mayoría de nosotros odiaríamos admitirlo, hay bastante verdad en el viejo dicho: <
Esto me recuerda el chiste de una mujer que prepara las rebanadas de jamón cocido para cenar cortándoles los dos extremos. Su marido, que ya había observado dicha practica, le pregunta un día por qué cortas los extremos del jamón. Ella le contesta: <
La cuestión es que, en general, el ámbito del dinero tendemos a ser idénticos a uno de nuestros progenitores o bien adoptamos una actitud que es combinación de las que cada uno de ellos tenía.
Por ejemplo, mi padre era empresario de la construcción. Construía entre una docena y cien casas por proyecto. Cada proyecto requería la inversión de una enorme suma de capital.
Mi padre debía aportar todo lo que teníamos y pedir grandes préstamos al banco hasta que se vendían las casas y llegaba el dinero en efectivo.
Por consiguiente, al comienzo de cada proyecto no teníamos dinero y estábamos endeudados hasta las cejas.
Como puedes imaginar, durante ese período papá no tenía el mejor de los humores y la generosidad tampoco era su fuerte. Si le pedía cualquier cosa que costara aun que fuese un centavo, su respuesta estándar, después del habitual: <<¿Yo de qué estoy hecho, de dinero?>>, era: <<¿Estás loco?>>. Por supuesto, yo no obtenía ni un centavo, pero lo que sí lograba era esa mirada de: <
Este panorama duraba aproximadamente un año o dos, hasta que las casas, al final, se vendían. Entonces estábamos forrados de pasta. De repente, papá era una persona distinta. Se sentía contento, era amable y extremadamente generoso. Venia y me preguntaba si necesitaba unos cuantos dólares. A mí me apetecía devolverle su mirada, pero no era tan estúpido. Así que me limitaba a decir: <
Así la vida estaba bien… hasta el temido día en que llegaba a casa y anunciaba: <
Este patrón duró desde que tuve uso de razón, más o menos a los seis años, hasta los veintiuno, cuando me fui de casa de mis padres para siempre. Entonces cesó o, al menos, eso creía yo.
A la edad de veintiún años, terminé de estudiar me convertí, lo adivinaste, en constructor. Luego pasé a otros tipos de negocios basados en proyectos. Por alguna extraña razón, hacía una pequeña fortuna, pero no mucho tiempo después ya estaba arruinado. Me metía en otro negocio y creía estar de nuevo en lo más alto del mundo, sólo para tocar fondo un año mas tarde.
Este patrón de altibajos continuó durante casi diez años antes de darme cuenta de que tal vez el problema no fuese el tipo de negocio que elegía, los socios, los empleados que tenía, el estado de la economía ni mi decisión de tomarme un tiempo sin trabajar y relajarme cuando las cosas iban bien. Finalmente reconocí que tal vez, sólo tal vez, estaba reviviendo inconscientemente el patrón de ingresos con altibajos de mi padre.
Todo lo que puedo decir es que menos mal que aprendí lo que tú estás aprendiendo en este libro, y que fui capaz de reacondicionar mi mente y salir de ese modelo tipo <
Otro ejemplo es de uno de mis seminarios en Orlando, Florida. Como de costumbre, la gente iba subiendo en fila al entarimado, uno a uno, para pedirme un autógrafo y saludarme, darme las gracias o lo que fuese. Jamás olvidaré a un señor mayor porque subió sollozando. Apenas si podía contener el aliento e iba limpiándose las lágrimas con la manga. Le pregunté qué le ocurría. Me dijo: <
Yo le respondí: <<¡Ni hablar de que sus conocimientos sean una pérdida de tiempo! Simplemente, han estado latentes, esperando en un banco “mental”, esperando que surgiera la oportunidad. Ahora que ya ha formulado usted un “patrón del éxito”, todo lo que ha aprendido en su vida se volverá utilizable y saldrá catapultado hacía el éxito>>.
La mayoría de nosotros, cuando oímos la verdad ya la sabemos. El hombre empezó a relajarse comenzó, de nuevo, a respirar profundamente. Entonces apareció en su rostro una gran sonrisa. Me dio el mayor de los abrazos y dijo; <
Insisto; puedes tener todos los conocimientos y experiencia del mundo, pero si tu <
Muchas veces nos vienen participantes a los seminarios cuyos padres se vieron involucrados en la segunda Guerra Mundial o que vivieron en tiempos de la depresión.
Estas personas sufren a menudo un fuerte impacto cuando se dan cuenta de lo mucho que han influido las experiencias de sus padres en sus creencias y en sus hábitos en torno al dinero. Algunos gastan como locos porque <
Unas sabias palabras: ahorrar pensando en que pueden llegar malos tiempos podría parecer una decisión sensata, pero puede crear grandes problemas. Uno de los principios que enseñamos en otro de nuestros cursos es el poder de la intención: si estas ahorrando tu dinero para cuando lleguen las vacas flacas ¿Qué es lo que vas a tener? ¡Pues vacas flacas! Deja de hacer eso. En lugar de ahorrar para un día de penuria económica, concéntrate en ahorrar para un día de júbilo o para lograr pronto tu libertad financiera. Entonces, en virtud de la ley de la intención, eso es exactamente lo que obtendrás.
Antes decía que, en lo referente al dinero, la mayoría de nosotros tendemos a ser idénticos a uno o ambos de nuestros progenitores, pero también existe la otra cara de la moneda: algunos de nosotros acabamos siendo exactamente lo contrario de lo que fueron uno o ambos de nuestros padres. ¿por qué tendría que ocurrir eso? ¿Te suenan las palabras ira y rebeldía? Resumiendo,
Depende, simplemente, del enfrentamiento que hubieras mantenido con ellos.
Por desgracia, cuando éramos niños no podíamos decir a nuestros padres: <
Mucha gente que procede de familias pobres se llena de rabia y rebeldía por ello. En muchos casos salen de casa y se hacen ricos o, al menos, tienen la motivación para hacerlo. Pero hay un pequeño contratiempo, que, en realidad, constituye un gran bache: tanto si este tipo de personas se hacen ricas como si se rompen la crisma tratando de llegar a ser prósperas, normalmente no son felices. ¿Por qué? Porque la raíz de su riqueza o de su motivación por el dinero es la ira y el resentimiento. Por consiguiente, dinero e ira quedan vinculados en su mente, y cuanto más dinero tienen o luchan por conseguir, este tipo de individuos se vuelven más iracundos.
Al final, su yo interior dice: <
Gastan más de la cuenta, realizan una mala inversión, caen en un divorcio económicamente desastroso o sabotean su prosperidad de alguna otra forma. Pero no importa, porque ahora estos tipos son felices. ¿Verdad? ¡Mentira! Las cosas están aún peor porque ahora no sólo son iracundos: están arruinados e iracundos. ¡Se equivocaron al elegir aquello de lo que deshacerse!
Se deshicieron del dinero en lugar de la ira, del fruto en lugar de la raíz. Mientras tanto, el auténtico problema es, y lo fue siempre, la ira existente entre ellos y sus padres. Y mientras no se resuelva esa ira jamás serán verdaderamente felices ni tendrán paz interior, con independencia del dinero que tengan o que no tengan.
La razón o motivación que tengas para ganar dinero o lograr éxito es vital. Si tu motivación para adquirirlos procede de una raíz no productiva, como el miedo, la rabia o la necesidad de <
PRINCIPIO DE RIQUEZA:
Si tu motivación para adquirir dinero o éxito procede de una raíz no productiva, como el miedo, la rabia o la necesidad de <
¿Por qué? Porque no puedes solucionar ninguna de estas cuestiones con dinero. Tomemos por ejemplo el miedo. Durante mis seminarios pregunto al auditorio: <<¿Cuántos de ustedes citarían el miedo como su principal motivación para el éxito?>>. No hay mucha gente que levante la mano. Sin embargo, luego pregunto: <<¿Cuántos de ustedes citarían la seguridad como uno de sus motivadores principales para el éxito?>>. Casi todos los presentes levantan la mano. Pero fíjate: tanto la seguridad como el miedo están motivados por lo mismo. El hecho de buscar seguridad viene de la inseguridad, que a su vez se basa en el miedo.
Así pues, ¿más dinero disipará el miedo? ¡Qué más quisieras! La respuesta es: absolutamente no. ¿Por qué? Porque el dinero no es la raíz del problema; es el miedo. Lo que es aún peor es que el miedo no es sólo un problema, sino también un hábito. Por lo tanto, tener más dinero únicamente cambiara el tipo de miedo que tenemos.
Cuando estábamos sin blanca, lo más probable es que temiésemos no conseguir jamás ningún dinero o no tener nunca lo suficiente. Una vez que logramos tenerlo, nuestro temor normalmente pasa a ser: <<¿Y si pierdo lo que he ganado?>>, o <
Por supuesto, si nos dan a elegir, la mayoría de nosotros preferiría preocuparse por tener dinero y perderlo que por no tener en absoluto, pero ni lo uno ni lo otro son modos de vivir demasiado inteligentes.
Al igual que quienes actúan movidos por el miedo, muchas personas se sienten motivadas a alcanzar el éxito a nivel económico para demostrar su <
Para la gente que actúa movida por la necesidad de demostrar su valía no hay cantidad de dinero que pueda aliviar su dolor de esa herida interna que hace que todo y todos los que hay en su vida <
Será jamás suficiente para las personas que sienten que no valen lo suficiente.
Como ves, siempre se trata de ti mismo. Recuerda: tu mundo exterior es en todo momento un reflejo de tu mundo interior: Si crees que no eres suficiente, aceptarás esa creencia y harás que en tu vida nunca haya suficiente. Sin embargo, si crees que eres mucho, validarás esa creencia y crearás mucha abundancia. ¿Por qué? Porque el <
Desvinculando tu motivación para tener dinero de la ira, el miedo y la necesidad de demostrar lo que vales, podrás instalar nuevos vínculos, que te harán ganar dinero a través de la intencionalidad, la contribución y la alegría. De ese modo, nunca tendrás que deshacerte de tu dinero feliz.
Ser rebelde o la antítesis de tus padres no siempre es un problema. Al contrario, si eras rebelde (como sucede a menudo con los hijos nacidos en segundo lugar) y tus progenitores tenían malos hábitos de dinero, probablemente sea bueno que seas su antítesis. Por otro lado, si prosperaron y tú estás rebelándote contra ellos, podrías sufrir serias dificultades económicas.
Sea como fuere, lo importante es reconocer cómo está relacionado tu modo de ser con uno o ambos de tus progenitores en lo referente al dinero.
Pasos para el cambio: modelos de referencia
CONCIENCIA: Considera las formas de ser y los hábitos que tu padre y tu madre tenían con relación al dinero y la riqueza. Escribe de qué modo puedes ser idéntico u opuesto a cualquiera de ellos.
COMPRENSION: Escribe el efecto que han tenido esos modelos de referencia en tu vida financiera.
DISOCIACIÓN: ¿Ves que este modo de ser es sólo algo que aprendiste y que no eres tú? ¿Te das cuenta de que en el momento presente tienes la opción de ser distinto?
DECLARACION: Pon la mano sobre el corazón y di:
<
Tócate la cabeza y di:
<<¡Tengo una mente millonaria!>>.
La tercera influencia: incidentes concretos
El tercer condicionamiento principal son incidentes concretos: ¿qué experimentaste cuando eras joven en torno al dinero, la riqueza y los ricos? Estas experiencias son extremadamente importantes, puesto que dan forma a las creencias o, más bien, a las ilusiones a las que ahora te atienes en tu vida.
Voy a darte un ejemplo; Al Seminario Intensivo Mente Millonaria asistió una mujer que era enfermera quirúrgica. Josey tenía unos ingresos excelentes, pero, de algún modo, siempre se gastaba todo el dinero. Al hurgar un poco más, nos reveló que cuando tenía once años se encontraba un día en un restaurante chino con sus padres y su hermana. Mamá y papá estaban discutiendo: otra amarga discusión sobre el dinero. Su padre se puso en pies gritando y dio un puñetazo sobre la mesa. Josey recuerda que es puso rojo; después, azul y finalmente cayó al suelo. Era un infarto. Ella estaba en el equipo de natación de la escuela y le habían enseñado a hacer reanimación cardiopulmonar, por lo que se puso rápidamente a ello, pero fue en vano. Su padre murió en sus brazos.
Y así, a partir de aquel día, la mente de Josey vinculó dinero con dolor. No es de extrañar, pues, que siendo adulta se deshiciese inconscientemente de todo su dinero en un esfuerzo por eliminar el dolor. También resulta interesante observar que se hizo enfermera. ¿Por qué? ¿Es posible que aún estuviese tratando de salvar a su padre?
En el curso ayudamos a Josey a identificar su viejo patrón del dinero y a corregirlo. Hoy está en camino de convertirse en una persona económicamente libre. Además, ya no es enfermera. No es que no disfrutase con su trabajo, sino simplemente que desempeñaba esa profesión por el motivo equivocado. Ahora es planificadora financiera; sigue ayudando a la gente, pero esta vez les hace comprender de qué modo su programación pasada dirige cada aspecto de su vida económica.
Déjame ponerte otro ejemplo de un incidente concreto, uno que me resulta más próximo. Cuando mi esposa tenía ocho años y oía el sonido de las campanillas del camión de los helados bajando por la calle, corría hacía su madre y le pedía una moneda de veinticinco centavos. Su madre contestaba: <
Una semana tras otra se repetía el mismo suceso. Así pues, ¿qué aprendió mi esposa sobre el dinero? En primer lugar, que son los hombres los que tienen todo el dinero. De modo que, una vez que estuvimos casados, ¿qué crees que esperaba de mí? Exacto; dinero. Y ¿sabes qué?, ¡ya no pedía monedas de veinticinco centavos! En cierto modo, se había licenciado.
En segundo lugar, aprendió que las mujeres no tienen dinero. Si su madre (la deidad) no lo tenía, era obvio que así es como debería ser ella. Y para validar ese modo de ser se deshacía de forma inconsciente de todo su dinero. Además, lo hacía con absoluta precisión: si le dabas 100 dólares se gastaba 100 dólares; si le dabas 200, se gastaba 200; si le dabas 500, se gastaba 500, y si le dabas 1000, se gastaba 1000. Luego se apuntó a uno de mis cursos y aprendió todo acerca del arte del <
Lo único por lo que llegamos a pelearnos fue por el dinero. Casi nos costó nuestro matrimonio. Lo que en aquel momento no sabíamos era que los significados que cada uno de nosotros atribuía al dinero eran radicalmente distintos: para mi esposa significaba placer inmediato (como cuando disfrutaba de su helado); yo, por otro lado, crecí con la creencia de que el dinero era para acumularlo como un medio para crear libertad.
En lo que a mí se refería, siempre que mi esposa gastaba dinero no estaba gastando dinero, sino nuestra futura libertad. Por otra parte, ella sentía que cada vez que yo la contenía para que no derrochase estaba quitándole el placer de su vida.
Menos mal que aprendimos a corregir cada uno nuestros patrones del dinero y, lo que es más importante, a crear un tercer patrón del dinero pensado específicamente para nuestra relación.
Todo esto ¿funciona? Permíteme expresarlo de este modo; yo he presenciado tres milagros en mi vida:
1. El nacimiento de mi hija.
2. El nacimiento de mi hijo.
3. Mi esposa y yo ¡sin discutir ya más por el dinero!
Las estadísticas demuestran que la causa numero uno de todas las rupturas de relaciones es el dinero. La razón más grande que hay detrás de las peleas que tiene la gente por el dinero no es el dinero en sí, sino la disparidad de sus <
Una de las cosas más importantes que aprenderás, en el caso de que decidieses asistir al Seminario Intensivo Mente Millonaria, es a reconocer el patrón del dinero de tu pareja o socios así como a crear uno totalmente nuevo entre ambos que os ayude como pareja o socios a obtener lo que realmente queréis. Es verdaderamente una bendición poder hacer esto, ya que alivia una de las mayores causas de dolor para la mayoría de la gente.
Pasos para el cambio: incidentes concretos
El siguiente es un ejercicio que puedes hacer con tu pareja o socio. Sentaos y hablad del historial que cada uno de vosotros aporta a vuestros pensamientos relativos al dinero: lo que oíais cuando erais jóvenes, los modelos de referencia que había en vuestra familia y cualquier incidente emocional que hubiese tenido lugar. Asimismo, averiguad qué significa realmente el dinero para vuestra pareja o para vuestro socio: ¿es placer, libertad, seguridad, posición social…? Esto os será de ayuda a la hora de identificar mutuamente vuestro patrón actual del dinero y puede contribuir a que descubráis por qué podríais estar discrepando en este terreno.
A continuación, hablad de lo que queréis actualmente, no como individuos, sino como pareja o como socios. Decidid y poneos de acuerdo sobre vuestros objetivos y actitudes generales con relación al dinero y al éxito. Después cread una lista de estas actitudes y acciones de acuerdo con las cuales coincidís ambos en que hay que vivir, y escribidlas. Colgadlas en la pared, y si en algún momento surge un problema, con tacto, con mucho tacto, recordaos el uno al otro lo que decidisteis juntos cuando ambos erais objetivos, teníais las emociones <
CONCIENCIA: Toma en consideración un incidente emocional concreto que experimentaste en torno al dinero cuando eras joven.
COMPRENSION: Escribe cómo puede haber afectado este incidente a tu vida económica actual.
DISOCIACIÓN: ¿Ves que este modo de ser es sólo algo que aprendiste y que no eres tú? ¿Te das cuenta de que en el momento presente tienes la opción de ser distinto?
DECLARACION: Pon la mano sobre el corazón y di:
<
Tócate la cabeza y di:
<<¡Tengo una mente millonaria!>>
¿Para qué esta programado tu patrón del dinero?
Ahora es el momento de responder a la pregunta del <
¿Estás condicionado para tener ingresos constantes o esporádicos? Ya sabes: <
¿Estás programado para tener unos ingresos elevados, moderados o bajos? ¿Sabías que hay cantidades para las que muchos de nosotros estamos programados?
¿Estás programado para ganar entre 20 000 y 30 000 dólares al año?, ¿entre 150 000 y 200 000?, ¿250 000 dólares al año o más?
Hace muchos años, durante uno de mis seminarios vespertinos de dos horas, tuve entre el auditorio a un señor inusualmente bien vestido. Cuando el seminario hubo terminado, se me acercó y me preguntó si yo pensaba que el curso Mente Millonaria de tres días podría hacer algo por él, teniendo en cuenta que ya estaba ganando 500 000 dólares al año. Le pregunté cuánto tiempo llevaba ganando ese dineral. Me respondió: <
Eso era todo cuanto necesitaba oír. Le pregunté por qué no estaba ganando 2 000 000 de dólares al año. Le dije que el programa era para gente que quiere alcanzar su pleno potencial económico y le pedí que considerase por qué se hallaba <
Un año después recibí un correo electrónico de él que decía: <
Lo que pretendo hacerte ver es que las cantidades no importan: lo que importa es si estás alcanzando o no tu pleno potencial económico. Sé que muchos de vosotros podríais estar preguntándoos: <<¿Y por qué demonios necesitaría alguien ese disparate de dinero?>>. En primer lugar, esa pregunta no contribuye demasiado a tu riqueza y es un indicador seguro de que querrás corregir tu patrón del dinero. En segundo lugar, la principal razón por la que este señor quería ganar inmensas cantidades de dinero era la de sustentar su obra como enorme donante de una sociedad benéfica que ayuda a víctimas del SIDA en África. ¡Para seguir creyendo que la gente rica es siempre egoísta y avariciosa!
Sigamos: ¿estás programado para ahorrar dinero o para gastarlo? ¿Estás programado para administrar bien tu dinero o para administrarlo mal?
¿Estás programado para escoger inversiones ganadoras o desastres? Tú podrías preguntarte: <<¿Cómo es posible que el hecho de que gane o pierda dinero en el mercado bursátil o en la propiedad inmobiliaria forme parte de mi patrón del dinero?>>. Muy sencillo: ¿Quién escoge las acciones o la propiedad? Tú. ¿Quién escoge cuándo comprarlas? Tú. ¿Quién escoge cuándo venderlas? Tú. Imagino que algo tendrás tú que ver con el resultado.
Tengo un conocido en San Diego llamado Larry.
Larry es un imán para el dinero. Definitivamente, posee un patrón de ingresos elevados. Pero en lo relativo a invertirlo, parece que tiene el beso de la muerte. Cualquier cosa que compre cae en picado como una piedra. (¿Os creeríais que su padre tenía exactamente el mismo problema?)
Mantengo un estrecho contacto con Larry, así, que puedo pedirle consejo para invertir. Siempre es perfecto…
¡Perfectamente equivocado! Sea lo que sea lo que me sugiera, yo tomo el camino contrario. ¡Me encanta Larry!
Por otro lado, fíjate en que hay otras personas que parecen ser, como comenté antes, como el rey Midas: todo aquello que <
Tu patrón del dinero determinara tu economía, e incluso tu vida personal. Si eres una mujer cuyo patrón del dinero está programado para poco, lo más probable es que atraigas a un hombre que también este programado para poco y así puedas permanecer en tu <
La mayoría de las personas creen que el éxito de sus negocios depende principalmente de sus aptitudes y conocimientos empresariales o, al menos, de su don de la oportunidad en el mercado. Lamento ser yo quien te lo diga, pero eso son tonterías: ¡ni en broma!
Lo bien o mal que te vayan los negocios es una consecuencia de tu patrón del dinero.
Siempre validarás tu patrón. Si lo tienes programado para ganar 100 000 dólares al año, así es exactamente como te irán los negocios, te irán lo suficientemente bien para obtener esa cantidad. Imagínate que eres representante o te dedicas a la venta y tienes el patrón programado para ganar 50 000 dólares al año. Resulta que haces una venta enorme que te hace ganar 90 000. Pues lamento decirte que, o bien se cancelará la venta por algún motivo imprevisible, o de lo contrario prepárate para que a continuación te venga un año horrible, con muchos gastos extraordinarios, a fin de compensar la ganancia adicional y llevarte así de vuelta al nivel de tu patrón financiero.
Por otro lado, si estás programado para ganar 50 000 dólares y llevas un par de años pasando por una aguda crisis económica, no te preocupes: lo recuperarás todo. Tienes que hacerlo, es la ley subconsciente de la mente y el dinero. Alguien que se encontrase en esta situación probablemente cruzaría la calle, sería atropellado por un autobús ¡y acabaría exactamente con 50 000 dólares del seguro! Es simple: de un modo o de otro, estás programado para los 50 000 dólares al año, eso es lo que acabarás obteniendo.
Entonces, ¿Cómo puedes saber para qué está programado tu patrón del dinero? Una de las formas más obvias es mirar tus resultados. Mira tu cuenta bancaria. Mira tus ingresos. Mira tu fortuna neta. Mira tu éxito con las inversiones. Mira tu éxito en los negocios. Mira si eres gastador o ahorrador. Mira si administras bien el dinero. Mira lo constante o inconstante que eres. Mira lo duro que trabajas por tu dinero. Examina aquellas de tus relaciones en las que haya dinero de por medio.
El dinero ¿supone siempre una lucha conseguirlo o te llega fácilmente? ¿Posees un negocio o tienes un empleo? ¿Te quedas estancado con un solo negocio o empleo durante mucho tiempo o vas saltando de uno a otro?
Tu patrón es como un termostato: si la temperatura de la habitación está a veintidós grados. Todo apunta a que el termostato esté programado para veintidós grados.
Pero ahora es cuando se pone interesante: ¿es posible que, por estar la ventana abierta y hacer frío fuera, la temperatura de la habitación pueda descender a dieciocho grados? Por supuesto, pero ¿Qué acabará ocurriendo? Que el termostato se disparará y elevara de nuevo la temperatura a veintidós.
Asimismo, ¿es posible que, por estar la ventana abierta y fuera haga calor, la temperatura de la habitación pueda subir a veinticinco grados? Claro que podría, pero ¿Qué acabará ocurriendo? Que el termostato se disparará y volverá a bajar la temperatura a veintidós.
El único modo de cambiar de forma permanente la temperatura de la habitación es programar de nuevo el termostato. De la misma manera, el único modo de cambiar tu nivel de prosperidad económica <
PRINCIPIO DE RIQUEZA:
El único modo de cambiar de forma permanente la temperatura de la habitación es programar de nuevo el termostato. De la misma manera, el único modo de cambiar tu nivel de prosperidad económica <
Puedes probar cualquier otra cosa y todo lo que quieras. Puedes desarrollar tus conocimientos empresariales, en mercadotecnia, en ventas, en negociaciones y en administración. Puedes convertirte en un experto en inmobiliaria o en el mercado bursátil. Todo ello son <
Una vez más, es cuestión de simple aritmética: <
Por suerte o por desgracia, tu patrón personal del dinero y del éxito tenderá a permanecer contigo el resto de tu vida… a menos que lo identifiques y lo cambies. Y eso es exactamente lo que continué haciendo en la segunda parte de este libro.´
Recuerda que el primer elemento de todo cambio es la conciencia: obsérvate a ti mismo, sé consciente, observa tus pensamientos, tus miedos, tus creencias, tus hábitos, tus acciones e incluso tus inacciones. Ponte bajo un microscopio. Estúdiate.
La mayoría de nosotros creemos que vivimos nuestra vida sobre la base de lo que vamos eligiendo. ¡Generalmente, no es así! Aun cuando estemos muy iluminados, durante un día normal haremos sólo unas pocas elecciones que sean un reflejo de la conciencia que tenemos de nosotros mismos en el momento actual. En general somos como robots, vamos <
PRINCIPIO DE RIQUEZA:
Ser consciente es observar tus pensamientos y tus acciones de modo que en el momento actual puedas vivir eligiendo verdaderamente, en lugar de ser dirigido por programaciones del pasado.
Siendo conscientes podemos vivir basándonos en quienes somos hoy en lugar de hacerlo según quienes éramos ayer. De este modo, seremos capaces de responder de forma adecuada a las situaciones, aprovechando todo el abanico y todo el potencial de nuestras aptitudes y talentos, en lugar de reaccionar de forma inadecuada a los acontecimientos, arrastrados por los miedos y las inseguridades del pasado.
Una vez que eres consciente puedes ver tu programación como lo que es: simplemente, una grabación de información que recibiste y creíste en el pasado, en un momento en que eras demasiado joven para poder discernir. Te das cuenta de que ese condicionamiento no es quien eres tú, sino quien aprendiste a ser. Ves que tú no eres la <
Ciertamente, la genética puede desempeñar un papel, y también los aspectos espirituales pueden entrar en juego, pero en gran parte de lo que da forma a quien tú eres procede de las creencias e información de otras personas. Tal como sugería antes, las creencias no son necesariamente verdaderas o falsas ni correctas o incorrectas, sino que, con independencia una y otra vez, de generación en generación, hasta llegar a ti. Sabiendo esto, puedes optar conscientemente por liberarte de cualquier creencia o forma de ser que no contribuya a tu riqueza y sustituirla por una que si lo haga. En nuestros cursos enseñamos que <
Ten presente que tus pensamientos y tus creencias no son quien tú eres, y que no se hallan necesariamente adscritos a ti. Por muy valiosos que creas que son, no tienen mayor importancia y mayor significado que los que tú les das. Nada tiene significado excepto el que se le da.
¿Recuerdas que al principio de este libro te sugería que no creyeses ni una palabra de lo que te diga? Bien, si de veras quieres despegar en tu vida, no creas una palabra de lo que tú digas. Y si quieres iluminación instantánea, no te creas ni un pensamiento de los que tengas.
Mientras tanto, si eres como la mayoría de la gente y vas a creerte algo, más vale que adoptes creencias que te ayuden, creencias ricas. Recuerda; los pensamientos llevan a sentimientos, éstos llevan a acciones y éstas a resultados. Puedes optar por pensar y actuar como lo hace la gente rica, y por lo tanto, crear los resultados que crean los ricos.
La pregunta es: <<¿Cómo piensa y actúa la gente rica?>>. Eso es exactamente lo que descubrirás en la segunda parte de este libro.
Si quieres cambiar tu vida económica para siempre ¡sigue leyendo!
DECLARACION: Pon la mano sobre el corazón y di:
<
Tócate la cabeza y di:
<<¡Tengo una mente millonaria!>>.
Relato recibido de Rhonda y Bob Baines
De: Rhonda y Bob Baines
Para: T. Harv Eker
Asunto: ¡Nos sentimos libres!
Fuimos al Mente Millonaria Intensivo sin saber realmente lo que podríamos esperar. Quedamos muy impresionados con los resultados. Antes de asistir al seminario estábamos teniendo muchos problemas de dinero. Parecía que nunca progresábamos. Continuamente estábamos endeudados y no sabíamos por qué. Liquidábamos los gastos de nuestras tarjetas de crédito (por lo general, con el dinero de una bonificación grande obtenida en el trabajo) sólo para volver a endeudarnos al cabo de seis meses. No importaba cuánto dinero ganásemos. Estábamos muy frustrados y discutíamos mucho.
Entonces asistimos al Mente Millonaria. Mientras te escuchábamos, mi marido y yo no dejábamos de apretarnos mutuamente la pierna y de sonreír y mirarnos. Oímos una gran cantidad de información que nos hacía decir: <
Aprendimos lo distinto que pensamos él y yo en lo referente al dinero; él gastaba y yo ahorraba: ¡qué horrible combinación! Después de oír la información, dejamos de culparnos uno al otro, empezamos a comprendernos mutuamente y, a la larga, comenzamos a apreciarnos y amarnos más.
Ha pasado casi un año y seguimos sin discutir por el dinero: Sólo hablamos de lo que aprendimos. Ya no estamos endeudados; de hecho, tenemos dinero ahorrado, por primera vez en dieciséis años: ¡si! Ahora no sólo tenemos dinero para nuestro futuro, sino que también tenemos el suficiente para nuestros gastos normales de cada día, para juegos, educación, ahorros a largo plazo para una casa, e incluso para compartir y dar. Es una sensación maravillosa saber que podemos emplear dinero en esas áreas y no sentirnos culpables por haberlo destinado y dedicado a esos fines.
Nos sentimos libres.
Muchas gracias, Harv.
Segunda Parte
Los archivos de riqueza
Diecisiete formas de pensar y actuar de la gente rica.
Distintas de las de gente pobre y de clase media.
En la primera parte de este libro hablé del proceso de Manifestación. Recuerda que los pensamientos llevan a sentimientos; éstos, a acciones, y éstas, a resultados. Todo comienza con tus pensamientos, que son producidos por tu mente. ¿No es sorprendente que nuestra mente constituya en buena medida la base de nuestra vida y, sin embargo, la mayoría de nosotros no tengamos ni la más mínima idea de cómo funciona este poderoso aparato? Así pues, empecemos por echar un sencillo vistazo a cómo funciona tu mente. De forma metafórica, no es más que un gran armario archivador, semejante a los que puedes encontrar en tu oficina o tú casa. Toda la información que entra es etiquetada y archivada en carpetas de modo que resulte fácil de recuperar para ayudarte a sobrevivir. ¿Te has dado cuenta? No he dicho prosperar, he dicho sobrevivir.
Ante cualquier situación nueva a la que tengas que enfrentarte, acudirás a los archivos de tu mente para determinar cómo actuar. Pongamos por ejemplo que estás considerando una oportunidad económica: automáticamente vas a tu archivo etiquetado como dinero y desde allí decides qué hacer. Los únicos pensamientos que puedes tener acerca del dinero, Serán los que estén guardados en tu archivo de dinero. Eso es todo en lo que puedes pensar, ya que eso es todo lo que hay en tu mente bajo esa categoría.
Decides basándote en lo que crees que es lógico sensato y apropiado para ti en cada momento. Optas por la que piensas que es la elección correcta. El problema, sin embargo, es que tal vez tu elección correcta no sea una elección exitosa. De hecho, lo que para ti resulta perfectamente lógico puede producir resultados perfectamente nefastos.
Por ejemplo, supongamos que mi esposa está en un centro comercial. Es algo que no me resulta demasiado difícil de imaginar. Y resulta que ve un bolso verde. Está rebajado con un 25% de descuento. Inmediatamente, se dirige a sus archivos mentales con la pregunta: <<¿Debería comprarme este bolso?>>. En una fracción de segundo, los archivos de su mente vuelven con la respuesta: <
Para su mente, esta compra tiene perfecto sentido: lo quiere, cree que lo necesita y es <
No se le ocurrió esa información porque no hay ningún archivo en su cabeza que la contenga. El archivo de <
¿Captas lo que quiero decir? Si en tu armario tienes sólo archivos que no contribuyen al éxito económico, ésas serán las únicas elecciones que podrás realizar. Para ti serán naturales, automáticas y tendrán perfecto sentido. Pero al final seguirán produciendo fracaso o en el mejor de los casos mediocridad financiera.
A la inversa, si tienes archivos mentales que contribuyan a la prosperidad económica, tomarás de manera natural y automática decisiones que produzcan prosperidad. No tendrás que pensarlo. Tu forma normal de pensar derivará en prosperidad, algo así como Donald Trump; su forma normal de pensar produce riqueza.
En lo referente al dinero, ¿no sería increíble que pudieses pensar intrínsecamente del mismo modo que lo hacen los ricos? ¡Cómo espero que hayas dicho <
Bueno, ¡pues sí puedes!
Tal como decía antes, el primer paso hacía cualquier cambio es la conciencia. El primer paso para pensar del modo en que lo hace la gente rica es saber cómo piensa la gente rica.
Los ricos piensan de forma muy distinta a los pobres o a como lo hace la gente de clase media. Piensan de manera diferente acerca del dinero, de la riqueza, de sí mismos, de los demás, y podemos decir perfectamente que de cualquier otro aspecto de la vida. En esta segunda parte del libro, vamos a examinar algunas de estas diferencias y, como parte de tu reacondicionamiento o reorientación mental, vamos a instalar en tu mente diecisiete <
PRINCIPIO DE RIQUEZA:
Puedes adoptar las actitudes que contribuirán a tu felicidad y a tu prosperidad en lugar de caer en actitudes que no ayudan a ello.
Para empezar, algunas advertencias: en primer lugar, de ningún modo, forma o manera pretendo degradar a la gente pobre ni quiero dar la impresión de que no me compadezco de su situación. No es que crea que las personas ricas son mejores que las pobres. Simplemente, son más ricos. Al mismo tiempo, quiero asegurarme de que captas el mensaje, de modo que voy a hacer las distinciones entre ricos y pobres lo más extremas posible.
En segundo lugar, cuando hablo de gente rica, pobre y de clase media, a lo que estoy refiriéndome es a su mentalidad, a lo distinto que piensan y actúan, más que a la cantidad de dinero que posean o al valor que tengan para la sociedad.
En tercer lugar, estaré generalizando <
En cuarto lugar, en general, no siempre estaré refiriéndome a la clase media de forma específica, puesto que la gente de clase media posee comúnmente una mezcla de mentalidad rica y pobre. De nuevo, mi intención es que tomes conciencia de dónde encajas en la escala y pienses más como los ricos, si quieres crear más riqueza.
En quinto lugar, puede dar la impresión de que varios de los principios que se exponen en esta sección tratan más de hábitos y acciones que de modos de pensar. Recuerda: nuestras acciones proceden de nuestros sentimientos, que se derivan a su vez de nuestros pensamientos. Por consiguiente, toda acción <
Finalmente, voy a pedirte que te predispongas ¡a dejar de hacer lo correcto! Lo que quiero decir con esto es que te predispongas a dejar de tener que hacerlo <>. ¿Por qué? Porque <
Si quieres más de lo mismo sigue haciéndolo a tu manera. Sin embargo, si aún no eres rico, tal vez ya sea hora de que vayas considerando una manera distinta, especialmente una que proceda de alguien que sea muy rico y que haya encaminado hacía la riqueza a otros miles de personas.
De ti depende.
Los conceptos que estás a punto de aprender son sencillos pero profundos. Producen cambios reales para personas reales en el mundo real. ¿Cómo lo sé? En mi empresa, Peak Potentials Training, recibimos cada año miles de cartas y correos electrónicos contándonos cómo ha transformado cada uno de los archivos de riqueza la vida de la gente. Si los aprendes y los utilizas, tengo la confianza de que también transformarán tu vida.
Al final de cada sección encontrarás una declaración y un movimiento físico con el cual <
La mayoría de la gente comprende que somos criaturas de hábito, pero de lo que no se da cuenta es de que, en realidad, existen dos clases de hábitos: el hábito de hacer y el hábito de no hacer. Para todo cuanto no estés haciendo ahora mismo te encuentras en el hábito de no hacer. El único modo de cambiar este hábito de no hacer por el hábito de hacer es hacerlo. Leer te ayudará, pero cuando pasas del leer al hacer es un mundo por completo distinto. Si vas verdaderamente en serio con respecto a la prosperidad, pruébalo, y realiza las acciones sugeridas.
Archivo de riqueza N. º 1
La gente rica piensa: <
La gente pobre piensa: <
Si quieres crear riqueza, es imprescindible que tengas la creencia de que tú estás al volante de tu vida, especialmente de tu vida financiera. Si no crees esto, entonces debes de creer intrínsecamente que tienes poco o ningún control sobre tu vida y, por lo tanto, que tienes poco o ningún control sobre tu prosperidad económica. Ésa no es una actitud de ricos.
¿Te has fijado alguna vez en que habitualmente es la gente pobre la que se gasta una fortuna jugando a la lotería? Creen de verdad que la riqueza les va a llegar de alguien que saque su nombre de un sombrero. Se pasan el sábado por la noche pegados al televisor, mirando nerviosos el sorteo, para ver si la riqueza va a <
Claro, todo el mundo quiere ganar la lotería, e incluso la gente rica juega por diversión de vez en cuando. Pero, en primer lugar, no se gastan la mitad de su sueldo en las apuestas o billetes de lotería y, en segundo lugar, ganar la lotería no constituye su principal <
Tienes que pensar que eres tú quien crea tu prosperidad, que eres tú quien crea tu mediocridad y que eres tú el que está creando tus apuros en torno al dinero y el éxito. Consciente o inconscientemente, sigues siendo tú.
En lugar de aceptar ser responsables de lo que está sucediendo en su vida, la gente pobre elige el papel de victima. El pensamiento predominante de una victima es a menudo el de <
Fíjate en que he dicho que hacen el papel de victima. No he dicho que lo sean. Yo no creo que nadie sea una victima, sino que la gente se hace la victima porque cree que le aporta algo. Enseguida comentaré esto más detalladamente.
Dicho eso, ¿cómo puede saberse cuándo está la gente haciéndose la victima? Dejan tres pistas obvias. Pero antes de hablar de esas pistas, quiero que tengas presente que entiendo totalmente que ninguno de estos modos de ser tiene nada que ver con nadie que esté leyendo este libro. Pero tal vez, sólo tal vez, podrías conocer a alguien que pueda identificarse con alguno de ellos. Y tal vez, sólo tal vez, ¡podrías conocer íntimamente a esa persona! En cualquier caso, te sugiero que prestes mucha atención a esta sección.
Pista n. º 1 de la victima: la culpa
Cuando se trata del motivo por el cual no son ricos, la mayoría de las victimas son profesionales del <
Las victimas culpan a la economía, culpan al gobierno, culpan al mercado bursátil, culpan a su agente, culpan a su tipo de negocio, culpan a su empleador, culpan a sus empleados, culpan a su jefe, culpan a la oficina central, culpan a la persona que tienen inmediatamente por encima o por debajo de ellos, culpan a los de atención al cliente, culpan al departamento de transporte, culpan a su socio, culpan a su cónyuge, culpan a Dios y, por supuesto, siempre culpan a sus padres. Siempre es alguna otra persona o alguna otra cosa a la que hay que culpar. El problema es cualquier cosa o cualquier persona excepto ellos.
Pista n. º 2 de la victima: las justificaciones
Si las victimas no están echándole la culpa a alguien, las encontrarás a menudo justificando o racionalizando su situación con frases como: <
Ponte la mano en la frente y levanta la vista como si estuvieses recibiendo un mensaje de los cielos y luego exclama: <<¡Estás sin pasta!>>, a lo que tu escandalizado amigo, sin duda, responderá: <<¿Cómo lo has sabido?>>. Entonces extiende la palma de la mano y contéstale: <<¿Qué más quieres saber? ¡Serán cincuenta dólares, por favor!>>.
Déjame expresarlo sin rodeo: cualquiera que te diga que el dinero no es importante ¡no tiene un céntimo! La gente rica comprende la importancia del dinero y el lugar que éste ocupa en nuestra sociedad. Por otra parte, la gente pobre trata de validar su ineptitud financiera empleando comparaciones irrelevantes. Argumentarán: <
Tampoco proporciona alimento a nadie.
PRINCIPIO DE RIQUEZA:
El dinero es extremadamente importante en las áreas en las que funciona, y extremadamente poco importante en las que no.
¿No os he convencido? Probad a pagar las cuentas pendientes con amor. ¿Seguís sin estar seguros? Entonces id al banco y probad algo de amor en depósito a ver qué ocurre. Os ahorraré la molestia: el cajero o la cajera os mirará como si acabaseis de ausentarnos del manicomio sin permiso y gritará solamente unas palabras:
<<¡Siguiente!>>.
No hay ninguna persona rica que crea que el dinero no es importante. Y si no he logrado persuadiros y seguís creyendo de algún modo que el dinero no es importante, entonces sólo tengo tres palabras para vosotros: estáis sin pasta, y siempre lo estaréis hasta que erradiquéis ese archivo que no contribuye a mejorar vuestro patrón financiero.
Pista n. º 3 de la victima: las quejas
Quejarse es absolutamente lo peor que podrías hacer por tu salud o tu riqueza. ¡Lo peor! ¿Por qué? Yo soy un gran creyente en la ley universal que reza: <
Muchos profesionales del desarrollo hablan de la Ley de la Atracción. Ésta afirma que <
PRINCIPIO DE RIQUEZA:
Cuando te estás quejando te conviertes en un imán viviente para la desgracia.
¿Te has fijado alguna vez en que los que se quejan tienen generalmente una vida dura? Parece que todo lo que podría irles mal, efectivamente, les va mal. Dicen: <
Y esto nos lleva a otro punto: debes asegurarte y reasegurarte de no ponerte en las proximidades de los que se quejan. Si te resulta absolutamente inevitable estar cerca, asegúrate de que traes un paraguas de acero ¡o la desgracia y la porquería dirigida a ellos te alcanzaran a ti también!
Yo permanezco lo más lejos posible de los que se quejan, porque la energía negativa es infecciosa. Hay muchísima gente, sin embargo, a la que le encanta andar con personas quejicas y escucharlas. ¿Por qué? Muy sencillo: ¡están esperando su turno! <<¿Y tú dices que eso es malo? ¡Espera a escuchar lo que me pasó a mí!>>.
Aquí tienes unos <
Pero tienes que hacerlo los siete días completos. ¿Por qué? Porque durante los primeros días puede que sigan llegándote <
He propuesto este desafío a miles de personas, y estoy anonadado de cuántas me han dicho que este sencillo ejercicio, que parece tan poca cosa, ha transformado sus vidas. Te garantizo que quedarás pasmado de lo increíble que será tu vida cuando dejes de centrarte en la porquería y, por ello, dejes de atraerla hacía ti. Si eres un quejica, olvídate de atraer prosperidad por ahora: para la mayoría de la gente, ¡el simple hecho de alcanzar un punto <
La culpa, la justificación y las quejas son como las pastillas: no son otra cosa que reductoras del estrés. Alivian el estrés del fracaso. Piénsalo. Si una persona no estuviese fracasando de algún modo, ¿tendría necesidad de culpar, de justificarse o de quejarse? La respuesta obvia es que no.
De ahora en adelante, en cuanto te oigas culpar, justificarte o quejarte, para y desiste de inmediato. Recuérdate que tú estás creando tu vida y que en cada momento estarás atrayendo hacía ella o bien el éxito o la desgracia. ¡Es imprescindible que elijas sabiamente tus pensamientos y tus palabras!
Ahora ya estás preparado para oír uno de los mayores secretos del mundo. ¿Listo? Lee esto detenidamente: ¡No existe ninguna victima que sea rica! ¿Has entendido bien? Lo diré otra vez: no existe ninguna victima rica. Además, ¿quién la escucharía?: <
PRINCIPIO DE RIQUEZA:
¡No existe ninguna victima que sea rica!
Por otro lado, ser victima tiene definitivamente sus recompensas. ¿Qué saca la gente de ser victima? La respuesta es atención. ¿Es importante la atención? Puedes apostar que sí. De una forma u otra, es por lo que casi todo mundo vive. Y el motivo de que la gente viva por la atención es que han cometido un error fundamental.
Se trata del mismo error que prácticamente todos hemos cometido: hemos confundido la atención con el amor.
Créeme, es casi imposible ser verdaderamente feliz y próspero cuando tienes unas constantes ansias de atención. Porque, si es atención lo que quieres, te hallas a merced de los demás. Por lo general, acabas como un <
En primer lugar, serás más próspero; en segundo lugar, serás más feliz, y en tercer lugar, podrás hallar amor <
Por lo tanto, la relación trata en realidad sobre el propio individuo, y no sobre la otra persona o, al menos, sobre ambos.
Desvinculando el amor de la atención quedaras liberado para amar a otra persona por quien es, y no por lo que haga por ti.
Pues bien, como decía, no existe ninguna victima rica. Así, para seguir siendo victimas, los buscadores de atención se aseguraran y reaseguraran de no Hacerse nunca ricos.
Es el momento de decidir. Puedes ser una víctima o puedes ser rico, pero no ambas cosas.
¡Escúchame! Cada vez, y quiero decir cada vez, que culpas, te justificas o te quejas estás degollándote económicamente hablando. Claro, estaría bien emplear una metáfora más simpática y agradable, pero olvídalo. Ahora mismo no me interesa ser simpático o agradable: ¡me interesa ayudarte a que veas exactamente qué estás haciéndote a ti mismo! Más adelante, una vez que te hagas rico, podemos ser más simpáticos y agradables, ¿qué te parece?
Es hora de que tomes las riendas y reconozcas que tú creas todo lo que hay en tu vida y todo lo que no hay en ella. Ten presente que tú creas riqueza, tu no riqueza y todos los niveles intermedios.
DECLARACION: Pon la mano sobre el corazón y di:
<<¡Yo creo el nivel exacto de mi prosperidad económica!>>.
Tócate la cabeza y di:
<<¡Tengo una mente millonaria!>>.
ACCIONES DE LA MENTE MILLONARIA
1. Cada vez que te sorprendas culpando, justificando o quejándote, deslízate el dedo índice de un lado a otro del cuello, como gesto desencadenante del recuerdo de que estás degollándote financieramente hablando. Una vez más, aun cuando este gesto pueda parecer un poco grosero para hacértelo a ti mismo, no lo es más que lo que te estás haciendo al culpar, justificarte o quejarte, y al final funcionará para paliar estos destructivos hábitos.
2. Haz un <
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Archivo de riqueza N. º2
La gente rica juega al juego del dinero para ganar.
La gente pobre juega al juego del dinero para no perder.
Los pobres juegan al juego del dinero a la defensiva en lugar de a la ofensiva. Déjame preguntarte: si tuvieses que jugar a cualquier deporte o a cualquier juego estrictamente a la defensiva, ¿Cuáles son las probabilidades de que ganaras ese juego? La mayoría de la gente estaría de acuerdo: escasas o nulas.
Sin embargo, así es exactamente como juegan la mayoría de las personas al juego del dinero. Su principal preocupación es la supervivencia y la seguridad, en lugar de crear riqueza y abundancia. Así pues, ¿Cuál es tu meta? ¿Cuál es tu objetivo? ¿Cuál es tu verdadera intención?
La meta de la gente verdaderamente rica es tener una riqueza y abundancia enormes. No sólo algo de dinero, sino montones de dinero. Y ¿Cuál es la gran meta de la gente pobre? <
La gente de clase media, al menos, va un paso más allá… Lástima que sea un paso de hormiga. Su gran meta en la vida resulta ser también su palabra favorita: sólo quieren <
Debo admitirlo: no siempre lo supe. Pero una de las razones por las que creo tener el derecho de escribir este libro es que he tenido la experiencia de hallarme en los tres lados de la proverbial valla. He estado extremadamente pelado, como para tener que pedir prestado un dólar a fin de poner gasolina en el coche. Pero déjame matizar eso: en primer lugar, el coche no era mío; en segundo lugar, ese dólar me vino en forma de cuatro monedas de 25 centavos. ¿Sabes lo embarazoso que resulta para un adulto pagar la gasolina con cuatro monedas? El chaval del surtidor me miró como si fuese alguna especie de atracador de maquinas expendedoras y luego se limitó a sacudir la cabeza y a reírse. Definitivamente fue uno de mis momentos económicos más bajos y, por fortuna, sólo uno de ellos.
Una vez que me organicé, pasé al nivel de la comodidad. Sentirse cómodo económicamente está bien. Al menos, sales a restaurantes decentes, para variar. Pero, muchas veces, todo lo que podía pedir era pollo. En fin, no hay nada malo en pedir pollo, si eso es lo que realmente quieres. Pero muchas veces no lo es.
De hecho, la gente que económicamente sólo está cómoda, por lo general en el restaurante decide mirando la parte derecha de la carta: la parte del precio. <<¿Qué te gustaría cenar esta noche, cariño?>> <
Cuando estás económicamente <
Debo decir que para mí, personalmente, una de las mejores cosas de ser rico es no tener que mirar ya más los precios de la carta: como exactamente lo que quiero comer, sin tener en cuenta el precio. Puedo asegurarte que no hacía eso cuando estaba sin pasta o cuando estaba económicamente cómodo.
En resumidas cuentas: si tu meta es estar cómodo económicamente, lo más probable es que nunca te hagas rico, pero si tu meta es ser rico, lo más probable es que acabes estando inmensamente cómodo
PRINCIPIO DE RIQUEZA:
Si tu meta es estar cómodo económicamente, lo más probable es que jamás te hagas rico.
Pero si tu meta es ser rico, lo más probable es que acabes estando inmensamente cómodo.
Uno de los principios que enseñamos en nuestros programas es: <
DECLARACION: Pon la mano sobre el corazón y di
<
Tócate la cabeza y di:
<<¡Tengo una mente millonaria!>>.
ACCIONES DE LA MENTE MILLONARIA
1. Anota dos objetivos económicos que demuestren tu intención de crear abundancia, no mediocridad ni pobreza. Escribe metas para tus:
A). Ingresos anuales.
B). Fortuna neta
Haz que estas metas sean alcanzables en un tiempo realista, pero al mismo tiempo acuérdate de <
2. Ve a un restaurante de categoría y pide una comida a <
P.D.: ¡Nada de pollo!
Archivo de riqueza N. º3
La gente rica se compromete a ser rica.
La gente pobre desearía ser rica.
Pregunta a la mayoría de las personas si quieren ser ricas y te mirarán como si estuvieses loco. <
En nuestro Seminario Intensivo Mente Millonaria una de las preguntas que hacemos a la gente es: <<¿Dígame algunos de los posibles aspectos negativos que podría tener el hecho de ser rico o tratar de hacerse rico?>>.
Y esto es lo que algunos responden. Fíjate si puedes identificarte con cualquiera de las siguientes opiniones.
<<¿Y si luego lo pierdo todo? Entonces sí que sería un fracasado.>>
<
<
<
<
<
<
<
<
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Y sigue y sigue…
Como antes dije, cada uno de nosotros tiene un archivo de riqueza dentro del armario que denominamos nuestra mente. Ese archivo contiene nuestras creencias personales, entre las cuales se encuentra la de por qué sería maravilloso ser rico. Sin embargo, para muchas personas, este archivo incluye también información relativa a por qué ser rico tal vez no sea tan maravilloso. Es decir, tienen mensajes contradictorios acerca de la riqueza. Una parte de ellos dice con regocijo: <
Considéralo así: el universo, que es otro modo de decir el <
En un momento el universo oye que quieres ser rico, de modo que comienza a enviarte oportunidades de riqueza.
Sin embargo, al siguiente momento te oye decir: <
Pero entonces piensas: <
La razón número uno por la que la mayoría de la gente no obtiene lo que quiere es que no sabe lo que quiere. La gente rica es totalmente franca en cuanto a decir que quiere riqueza. Ellos son firmes en su deseo. Están completamente comprometidos a crear riqueza. Mientras sea legal, moral y ético, harán lo que haga falta para tener riqueza. Los ricos no envían mensajes contradictorios al universo. La gente pobre sí.
(A propósito, si al leer ese último párrafo una vocecita en el interior de tu cabeza te dijese algo así como: <
PRINCIPIO DE RIQUEZA:
La razón número uno por la que la mayoría de la gente no obtiene lo que quiere es que no sabe lo que quiere.
La gente pobre tiene muchas buenas razones en cuanto a por qué podría suponer un problema hacerse y, de hecho, ser rico. Por consiguiente, no tiene al cien por cien la certeza de que realmente quiera ser rica. El mensaje que mandan al universo es confuso. Su mensaje a los demás es confuso. Y ¿por qué se produce toda esta confusión? Porque el mensaje que se mandan a sí mismos es confuso.
Antes hablé del poder de la intención, Sé que podría resultar difícil de creer, pero siempre obtienes lo que quieres: lo que quieres subconscientemente, no lo que dices que quieres. Tú podrías negar esto rotundamente y responder: <<¡Eso es una locura! ¿Por qué querría yo pasar apuros?>>. Y lo que yo te pregunto es exactamente lo mismo: <
Dicho claramente, si no estás obteniendo la riqueza que dices que deseas, es muy probable que sea porque no estás dispuesto a hacer lo que haga falta para crearla.
Exploremos esto más a fondo. Existen, en realidad, tres niveles de lo que se denomina querer. El primer nivel es el de << quiero ser rico>>. Eso es otra forma de decir: <
El segundo nivel de querer es el de <
El tercer nivel de querer es el de <
Significa estar dispuesto a hacer lo que haga falta durante el tiempo que haga falta. Éste es el camino del guerrero: no hay excusas, no hay ningún <
<
Alguien podría decir: <
Lamento tener que ser yo quien te diga esto, pero hacerse rico no es un paseo por el parque, y cualquiera que te diga que sí, o no tiene ni idea o le falta un poco de integridad. Según mi experiencia, hacerse rico requiere enfoque, valor, conocimientos y pericia, requiere el cien por cien de tu esfuerzo, una actitud de no rendirse nunca, y, por supuesto, una disposición mental de rico. También debes creer en lo más profundo de tu corazón que puedes crear riqueza y que la mereces absolutamente. Todo esto significa que si no estás completa, total y verdaderamente comprometido a crear riqueza, lo más probable es que no lo consigas.
PRINCIPIO DE RIQUEZA:
Si no estás completa, total y verdaderamente comprometido a crear riqueza, lo más probable es que no lo consigas.
¿Estás dispuesto a trabajar dieciséis horas al día? La gente rica sí. ¿Estás dispuesto a trabajar los siete días de la semana y a renunciar a la mayoría de tus fines de semana?
La gente rica sí. ¿Estás dispuesto a sacrificar ver a tu familia y a tus amigos, y a renunciar a tus actividades recreativas y pasatiempos? La gente rica sí. ¿Estás dispuesto a arriesgar todo tu tiempo, tu energía y tu capital inicial sin ninguna garantía de devolución? La gente rica sí.
Durante un tiempo, que uno espera que sea corto pero que a menudo es largo, los ricos están dispuestos a hacer todo lo que he mencionado en el párrafo anterior. ¿Tú lo estás?
Tal vez seas afortunado y no tengas que trabajar mucho tiempo ni sacrificar nada. Puedes desear que así sea, pero yo, desde luego, no contaría con ello. La gente rica está lo suficientemente comprometida y decidida a hacer lo que haga falta. Punto.
Resulta interesante observar, sin embargo, que una vez que te comprometes, el universo hará lo imposible por apoyarte. Uno de mis pasajes favoritos es el escrito por el explorador W.H Murray, durante una de las primeras expediciones al Himalaya:
Mientras no estemos totalmente comprometidos habrá indecisión, existirá la posibilidad de echarse atrás y habrá siempre ineficacia.
En relación con todos los actos de iniciativa (y de corazón), hay una sola verdad elemental, cuya ignorancia mata innumerables ideas y planes esplendidos: en el momento en que uno se compromete firmemente, la providencia se pone también en movimiento. De la decisión surge todo un caudal de sucesos que provoca todo tipo de incidentes imprevistos a nuestro favor, causa encuentros casuales y trae la ayuda material que nadie habría soñado encontrar.
En otras palabras, el universo te prestará su ayuda, te guiará, te apoyará e incluso creará milagros para ti.
Pero, primero, ¡debes comprometerte!
DECLARACION: Pon la mano sobre el corazón y di:
<
Tócate la cabeza y di:
<<¡Tengo una mente millonaria!>>.
ACCIONES DE LA MENTE MILLONARIA
1. Escribe un párrafo corto explicando por qué exactamente es importante para ti crear riqueza. Sé concreto.
2. Queda con un amigo o familiar que esté dispuesto a apoyarte. Dile a esa persona que quieres evocar el poder del compromiso con la finalidad de crear un mayor éxito. Ponte la mano en el corazón, mira a esa persona a los ojos y repite la siguiente afirmación:
<
Pídele a tu amigo que firme: <
Después di: <
P.D: para reforzar tu compromiso, te invito a que te comprometas directamente conmigo en www.millionairemindbook.com y que luego imprimas tu compromiso y te lo cuelgues en la pared.
P.D: Compara cómo te sientes después de tu compromiso con cómo te sentías antes de hacerlo. Si experimentas una especie de sensación de libertad, te hallas en el camino correcto. Si sientes un cierto matiz de miedo, significa vas bien. Si no te molestaste en hacerlo, te encuentras aún en la fase de <
Archivo de riqueza N. º4
La gente rica piensa en grande.
La gente pobre piensa en pequeño.
En cierta ocasión invitamos a impartir uno de nuestros seminarios a una persona que, en sólo tres años, había pasado de tener una fortuna neta de 250 000 dólares a más de 600 millones. Cuando se le preguntó el secreto, dijo: <
PRINCIPIO DE RIQUEZA:
La Ley de Ingresos: <
La palabra clave aquí es valor. Es importante saber que hay cuatro factores que determinan tu valor en el mercado: oferta, demanda, calidad y cantidad. Según mi experiencia, el factor que representa el mayor reto para la mayoría de las personas es la cantidad. El factor cantidad significa, simplemente: ¿cuál es el valor que entregas, realmente, al mercado?
Otra forma de expresar esto es: ¿a cuánta gente sirves o a cuánta gente afectas realmente?
En mi negocio, por ejemplo, hay formadores que prefieren enseñar a pequeños grupos de veinte personas a la vez, otros se sienten cómodos con un centenar de participantes en la sala, a otros les gusta tener una audiencia de quinientas personas y aún hay otros a los que les encantan las audiencias de entre mil y cinco mil individuos o más. ¿Crees que existe alguna diferencia entre los ingresos de estos formadores? ¡Sí, señor!
Piensa en el negocio de mercadotecnia en cadena: ¿hay alguna diferencia de ingresos entre alguien que tiene a diez personas por debajo de él y alguien que tiene a diez mil? ¡Yo diría que sí! Al principio de este libro, he mencionado que poseía una cadena de tiendas de fitness. Desde el momento en que me planteé entrar en ese negocio, mi intención era tener un centenar de tiendas que funcionasen bien y llegar a decenas de miles de personas. Por otra parte, mi competidora, que empezó seis meses después que yo, tenía la intención de poseer una sola tienda que funcionase bien. Al final, ella llegó a ganarse la vida decentemente. ¡Yo me hice rico! ¿Cómo quieres vivir tu vida? ¿Cómo quieres enfocar el juego? ¿Quieres jugar en las grandes ligas o en las pequeñas? ¿Vas a jugar a ser grande o a ser pequeño? Tú eliges.
La mayoría de las personas eligen jugar a ser pequeñas. ¿Por qué? En primer lugar, por el miedo: les asusta terriblemente el fracaso y todavía les da más miedo el éxito. En segundo lugar, la gente juega a ser pequeña porque se siente pequeña. Se siente indigna. No se siente lo bastante buena o lo bastante importante para ejercer una auténtica influencia en la vida de otras personas. Pero escucha esto: tu vida no trata sólo de ti. Es muy importante la aportación que haces a la vida de los demás. Trata de vivir fiel a tu misión y a tu razón de estar aquí en este planeta en este momento. Intenta añadir tu pieza del rompecabezas al mundo.
La mayoría de la gente se halla tan estancada en su ego que para ellos todo gira en torno al yo, yo y más yo. Pero si quieres ser rico en el más auténtico sentido de la palabra, esto no puede ser algo que te incumba únicamente a ti. Hacerte rico debe implicar un valor añadido a la vida de otras personas.
Uno de los más grandes inventores y filósofos de nuestro tiempo, Buckminster Fuller, dijo: <
Cada uno de nosotros viene a esta tierra con talentos naturales, con cosas que, simplemente, hacemos bien por naturaleza. Se trata de dones que te fueron dados por una razón: para usarlos y compartirlos con los demás. Las investigaciones demuestran que las personas más felices son las que utilizan sus talentos naturales al máximo. Parte de tu misión en la vida debe ser, pues compartir tus dones y tu valía con la máxima gente posible. Eso implica estar dispuesto a jugar en grande. ¿Conoces la definición de empresario? La que nosotros usamos en nuestros programas es la de: <
Ahora te pregunto. ¿Preferirías solucionar problemas a más o a menos gente? Si has respondido que a más, eso indica que necesitas empezar a pensar en más grande y decidirte a ayudar a cantidades enormes de personas: a miles, incluso a millones. La consecuencia derivada de ello es que a cuanta más gente ayudes, más <
No te equivoques: todas y cada una de las personas de este planeta tienen una misión. Si tú estás viviendo ahora mismo es porque existe una razón para ello. A Richard Bach, en su libro Juan Salvador Gaviota, se le pregunta: <<¿Cómo sabré cuándo he completado mi misión?>>. ¿La respuesta?: <
Lo que yo he presenciado es que hay demasiada gente sin realizar su cometido, sin cumplir con su deber, o con su dharma, como se diría en sánscrito. Observo a demasiadas personas que juegan a un nivel infinitamente pequeño, y a demasiada gente que permite que sea su yo egocéntrico, basado en el miedo, el que la rija. El resultado es que somos demasiados los que no estamos viviendo a nuestro pleno potencial, en términos tanto de nuestra propia vida como de nuestra aportación a los demás.
Todo el mundo tiene su finalidad, que es única. Tal vez seas inversor inmobiliario y compres propiedades para alquilarlas y juntar dinero <
¿Cuál es tu misión? ¿Cómo ayudas tú? Es muy probable que añadas valor a tu comunidad ayudando a familias a encontrar una vivienda asequible, que tal vez de otro modo no podrían encontrar. Ahora la pregunta es: ¿a cuántas familias y personas puedes ayudar? ¿Estás dispuesto a ayudar a diez en lugar de una, a veinte en lugar de diez, a cien en lugar de veinte? Esto es a lo que me refiero con lo de jugar en grande.
En su maravilloso libro, Volver al amor, la autora Marianne Williamson, lo expresa del siguiente modo:
Eres hijo de Dios. Que juegues a ser pequeño no sirve al mundo. Nada hay de iluminado en encogerte para que otros no se sientan inseguros en tu presencia. Todos fuimos hechos para brillar, como brillan los niños. Nacimos para manifestar la gloria de Dios que llevamos dentro. Esa gloria no está sólo en algunos de nosotros, está en todos. Y al dejar brillar nuestra propia luz, inconscientemente damos permiso a otros para hacerlo también. Al liberarnos de nuestro miedo, nuestra presencia libera automáticamente a otros.
El mundo no necesita más personas que jueguen a ser pequeñas. Ya es hora de dejar de esconderse y empezar a apretar el paso. Es hora de dejar de necesitar y empezar a liderar. Es hora de empezar a compartir tus dones en lugar de guardarlos o de fingir que no existen. Es hora de que empieces a jugar el juego de la vida a lo <
Al final, los pensamientos pequeños y las acciones pequeñas conducen tanto a estar arruinado como insatisfecho. Los pensamientos grandes y las acciones grandes llevan tanto a tener dinero como significado: ¡Tú eliges!
Relato recibido de Jim Rosemary
De: Jim Rosemary
Para: T. Harv Eker.
Si alguien me hubiese dicho que yo podía duplicar mis ingresos y, simultáneamente, disponer del doble de tiempo libre, le habría dicho que eso no podía ser. Pero es exactamente lo que ha sucedido.
En un año nuestro negocio creció un 175%, y en ese mismo año nos tomamos un total de ¡siete semanas de vacaciones (buena parte de ellas, pasadas en seminarios de Peak Potentials)! Esto es increíble teniendo en cuenta que en los cinco años anteriores habíamos experimentado un crecimiento mínimo y habíamos pasado apuros para conseguir siquiera dos semanas de tiempo libre al año.
Como consecuencia de conocer a Harv Eker y entrar en contacto con Peak Potentials, tengo una comprensión más profunda de mi mismo y un mayor reconocimiento por la abundancia que hay en mi vida. La relación con mi esposa y mis hijos ha mejorado inconmensurablemente. Ahora veo más oportunidades de las que jamás creí posibles. Siento que verdaderamente estoy en el buen camino en todos los aspectos.
DECLARACION: Pon la mano en el corazón y di:
<<¡Pienso en grande! ¡Elijo ayudar a miles y miles de personas!>>.
Tócate la cabeza y di:
<
ACCIONES DE LA MENTE MILLONARIA
1- Anota los que creas que son tus <
2- Anota o devánate los sesos con un grupo de gente cómo puedes solucionar los problemas a diez veces más personas de las que ahora abarcas en tu empleo o negocio. Debes dar al menos con tres estrategias distintas.
Archivo de riqueza N. º5
La gente rica se centra en las oportunidades.
La gente pobre se centra en los obstáculos.
Los ricos ven oportunidades. Los pobres, obstáculos.
Los ricos ven crecimiento potencial. Los pobres, pérdida potencial. Los ricos se centran en las recompensas. Los pobres, los riesgos.
Llegamos a la vieja cuestión del vaso: <<¿Está medio vacío o medio lleno?>>. Aquí no estamos hablando de pensamiento positivo: estamos hablando de tu perspectiva habitual sobre el mundo. La gente pobre toma decisiones basándose en el miedo. Su mente está constantemente analizando lo que no va bien o lo que podría ir mal de cualquier situación. Su principal disposición mental es: <<¿Y si no funciona?>> o, con mayor frecuencia: <
Los ricos, como he dicho antes, se responsabilizan de los resultados de su vida y actúan según la disposición mental de <
La gente rica confía en tener éxito. Tienen confianza en sus capacidades, tienen confianza en su creatividad y creen que, en el caso de que las circunstancias fueran desfavorables, podrán encontrar otro modo de tener éxito.
Generalmente, cuanto más grande es la recompensa, mayor es el riesgo. Como constantemente ven oportunidades, los ricos están dispuestos a arriesgar. La gente rica cree que, si las cosas no salen del todo bien, siempre podrán recuperar su dinero.
Los pobres, sin embargo, esperan el fracaso. Carecen de confianza en sí mismos y en sus capacidades. Piensan que si las cosas no saliesen bien sería catastrófico. Y como constantemente ven obstáculos, por regla general no están dispuestos a arriesgar. Y si no hay riesgo no hay recompensa.
Que conste: estar dispuesto a arriesgar no significa necesariamente que estés dispuesto a perder. La gente rica asume riesgos con base. Esto significa que investigan, averiguan lo que tienen que averiguar y toman decisiones basándose en información y en hechos sólidos. Por otra parte, ¿crees que se toman todo el tiempo del mundo para informarse? No. Hacen lo que pueden en el menor tiempo posible, y después deciden meterse en el asunto o no.
Los pobres, aunque afirman que están preparándose para cuando llegue la oportunidad, lo que generalmente hacen es andarse con rodeos: están muertos de miedo, vacilando durante semanas, meses e incluso años enteros, y para entonces la oportunidad, generalmente, desaparece. Así, racionalizan la situación diciendo: <
Sé que lo que estoy a punto de decir puede sonar un poco extraño teniendo en cuenta lo mucho que valoro la autorresponsabilidad. Sin embargo, si creo que hay un cierto elemento de lo que mucha gente denomina suerte asociado con el hecho de hacerse rico o, incluso, con prosperar en cualquier cosa.
En el fútbol americano, podría ser el jugador de tu equipo que llega dando tumbos a pisar la línea, cuando queda menos de un minuto para acabar el partido, permitiendo que gane tu equipo. En el golf podría ser la bola loca que da contra un árbol que está fuera de los límites y vuelve a rebotar en el césped, a sólo unos centímetros del agujero.
En los negocios, ¿Cuántas veces has oído hablar de un tipo que se gasta algo de dinero en un trozo de tierra en el quinto infierno y diez años después algún grupo de empresas decide que quiere construir allí un centro comercial o un edificio de oficinas? A consecuencia de ello, este inversor se hace rico. ¿Fue una jugada brillante por su parte o sólo suerte? Yo diría que un poco de las dos cosas.
El tema, sin embargo, es que no habrá suerte alguna, ni ninguna otra cosa que valga la pena que se ponga en tu camino a menos que adoptes alguna forma de acción. Para tener éxito a nivel económico debes hacer algo, comprar algo o poner algo en marcha. Y cuando lo haces, ¿es la suerte, es el universo o es un poder superior que te apoya a su milagrosa manera para que tengas el valor y el compromiso de meterte en ello? En lo que a mí respecta, ¿Qué importa lo que sea? ¡El hecho es que ocurre! Otro principio clave, pertinente aquí, es que la gente rica se centra en lo que quiere, mientras que la pobre lo hace en lo que no quiere. De nuevo, la ley universal establece: <
Es sencillo: aquello en lo que te enfocas determina lo que te encuentras en la vida. Céntrate en las oportunidades y eso es lo que hallarás. No estoy diciendo que no te preocupes de los problemas a medida que surjan, en el presente. Pero mantén la mirada en tu meta, sigue avanzando hacía tu objetivo. Pon tu tiempo y tu energía en crear lo que quieres. Cuando surjan obstáculos, manéjalos, y después vuelve a centrarte enseguida en tu visión. Lo que no debes hacer es basar tu vida en la resolución de problemas. No te pases todo el tiempo apagando fuegos. Quienes lo hacen ¡van hacía atrás! Lo que debes hacer es emplear tu tiempo y tu energía mental y física, avanzando sin cesar, hacía tu meta.
¿Quieres un consejo sencillo pero muy poco frecuente? Aquí lo tienes: si quieres hacerte rico, céntrate en ganar, en conservar y en invertir tu dinero. Si quieres ser pobre, céntrate en gastarte el dinero. Puedes leerte mil libros y asistir a un centenar de cursos sobre el éxito y la prosperidad, pero todo se reduce a eso. Recuerda: aquello en lo que te centras se expande.
La gente rica comprende también que nunca puede saberse toda la información de antemano. En otro de nuestros programas, la Formación del Guerrero Ilustrado, preparamos a la gente para que acceda a su poder interior y triunfe a pesar de todo. En ese curso enseñamos un principio conocido como <<¡Preparados, apunten, fuego!>>. ¿Qué es lo que queremos decir? Prepárate lo mejor que puedas en el menor tiempo posible y pasa a la acción; después, ve corrigiendo por el camino.
Es de locos pensar que puedes saber todo lo que sucederá en el futuro. Es engañoso creer que puedes prepararte para todas y cada una de las circunstancias que algún día podrían producirse y que puedes protegerte de ellas. ¿Sabías que en el universo no hay ninguna línea recta? La vida no se mueve en líneas perfectamente rectas, sino de forma más parecida a como lo hace un río sinuoso. En la mayoría de las ocasiones, únicamente puedes ver hasta la siguiente curva, y sólo cuando llegas a esa siguiente curva puedes ver más.
El asunto es meterte en el juego con lo que tengas, desde donde te encuentres. Yo llamo a esto entrar en el ruedo. Por ejemplo, hace años estaba planeando abrir una cafetería-pastelería que funcionase toda la noche en Fort Lauderdale, Florida. Estudié las opciones de ubicación y el mercado, y averigüé el equipamiento que necesitaría. Investigue también las clases de pasteles, tartas, helados y cafés disponibles. El primer gran problema es que ¡comencé a engordar mucho! Investigar comiendo no resultó útil. De modo que me pregunté: <
Entonces, un tipo llamado Harv, que era obviamente mucho más listo que yo, respondió: <
Y eso fue lo que hice: conseguí un empleo en la pastelería Mother Butler. Ojalá pudiese decirte que inmediatamente reconocieron mis magníficos talentos y me nombraron adjunto al jefe. Lamentablemente, resultó que no vieron, ni les importaron, mis aptitudes de liderazgo y, por tanto, comencé como ayudante de camarero, barriendo el suelo y limpiando platos. Es gracioso cómo funciona el poder de la intención, ¿verdad?
Podría pensarse que tuve que tragarme el orgullo para hacer ese trabajo pero la verdad es que nunca lo miré de ese modo. Mi misión consistía en aprender el negocio de los postres; me sentía agradecido por la oportunidad de aprenderlo <
Durante mi ocupación como ayudante de camarero de pasteles, pasaba el máximo tiempo posible charlando con el gerente sobre ingresos y beneficios, inspeccionando cajas para averiguar los nombres de los proveedores y ayudando al pastelero a las cuatro de la madrugada, para aprender sobre equipo, ingredientes y problemas que podían presentarse.
Pasó una semana y yo diría que debí de cumplir bastante bien con mi trabajo, porque el gerente me sentó, me dio un poco de tarta y me ascendió a… ¡cajero! Me lo pensé exactamente durante una fracción de segundo. Finalmente respondí: <
En primer lugar, no iba a aprender mucho atascado detrás de una caja registradora. Y en segundo, ya había aprendido lo que fui a aprender. ¡Misión cumplida!
Y a eso es a lo que me refiero con lo de estar <
Y bien, ¿Cuál de todas estas cosas crees que me sucedió a mí? Cuando hube terminado con Mother Butler, no podía soportar el olor ni la visión de una tarta. Segundo, el pastelero lo dejó al día siguiente de marcharme yo, me llamó por teléfono y me explico que acababa de enterarse de un aparato de preparación física recién salido conocido como <
Comencé a vender las botas a tiendas de material deportivo y a grandes almacenes. Me di cuenta de que todos esos puntos de venta al por menor tenían algo en común: un material de preparación física horrible. Las campanas de mi cerebro se volvieron locas: <
Yo tengo un lema: <
Los pobres no confían en sí mismos ni en sus capacidades, de modo que creen que deben saberlo todo con antelación, lo cual es prácticamente imposible. Mientras tanto ¡no mueven ni un dedo! Al final, con su actitud positiva de <
Por el contrario, diciéndose a sí mismos: <
Los ricos ven una oportunidad, se abalanzan sobre ella y se hacen más ricos aún. ¿Y los pobres? ¡Ellos siguen <
DECLARACIONES: Pon la mano sobre el corazón y di:
<
<<¡Me preparo, apunto, disparo!>>.
Tócate la cabeza y di:
<<¡Tengo una mente millonaria!>>.
ACCIONES DE LA MENTE MILLONARIA
1. Entra en el juego: piensa en una situación o proyecto que hayas querido poner en marcha. Olvida cualquier cosa que hayas estado esperando. Comienza ahora desde donde te encuentres y con lo que tengas. A ser posible, hazlo mientras trabajes para otra persona o con otra persona, para aprender cómo funciona todo. Si ya estás enterado, basta de excusas: ¡a por ello!
2. Practica el optimismo: hoy, reformula como una oportunidad cualquier cosa que alguien diga que es un problema o un obstáculo. Volverás loca a la gente negativa, pero oye, ¿y qué? ¡De todos modos, es lo que están haciéndose constantemente a sí mismos!
3. Céntrate en lo que tienes, no en lo que no tienes. Haz una lista de diez cosas que hay en tu vida por las que puedas estar agradecido y léela en voz alta. Después léela cada mañana durante los próximos treinta días. Si no aprecias lo que tienes, no obtendrás nada más y no necesitas más.
Archivo de riqueza N. º6
La gente rica admira a otra gente rica y prospera.
A la gente pobre le molesta la gente rica y próspera.
Los pobres miran a menudo el éxito de otros con resentimiento, con celos y con envidia. Los critican: <
Debes tener presente que si tu visión de la gente rica es mala de cualquier modo, forma o manera, y quieres ser una buena persona, jamás podrás ser rico. Es imposible. ¿Cómo puedes ser algo que desprecias profundamente?
Es increíble comprobar el resentimiento e incluso la absoluta rabia que mucha gente pobre alberga hacía los ricos. Como si creyesen que éstos los hacen pobres. <
Quiero contarte una anécdota, no para quejarme, sino simplemente para relatar una experiencia del mundo real que tuve con este principio. En los viejos tiempos, cuando estaba, digámoslo así, económicamente bloqueado, conducía un verdadero cacharro. Nunca tenía problemas en el tráfico para cambiar de carril: casi todo el mundo me cedía el paso. Pero cuando me hice rico y compre un magnifico y flamante Jaguar negro, no pude sino advertir cómo cambiaban las cosas: de pronto, empezaron a cortarme el paso y a veces, para colmo, me levantaban el dedo. Incluso llegaron a arrojarme cosas, todo por una sola razón: que conducía un Jaguar.
Un día, por navidad, iba conduciendo por un barrio de la parte baja de San Diego, entregando pavos para una sociedad benéfica. Llevaba el techo corredizo abierto y advertí detrás de mí a cuatro individuos mugrientos encaramados en la parte de atrás de una furgoneta. De pronto, empezaron a jugar baloncesto con mi coche, intentando meter latas de cerveza por mi techo corredizo. Cinco abolladuras y varios arañazos profundos más tarde, me adelantaron gritando: <<¡Rico cabrón!>>.
Por supuesto, me figuré que se trataba de un incidente aislado, hasta que sólo dos semanas después, en un barrio distinto de la parte baja, aparqué el coche en la calle y regresé a él antes de que hubiesen pasado diez minutos, para descubrir que me habían rayado todo un costado.
La vez siguiente que fui a esa zona de la ciudad alquilé un Ford Escort y, milagrosamente, no tuve ni un solo problema. No estoy insinuando que en los barrios más pobres haya malas personas, pero, por mi experiencia, sí parecen estar, desde luego, repletos de gente a quien le molestan los ricos. Quién sabe, tal vez sea algo parecido a lo del huevo y la gallina: ¿es porque están en la ruina por lo que les molestan los ricos, o es porque les molesta la gente rica por lo que están en la ruina? En lo que a mí respecta, ¿qué importa? Da lo mismo. ¡Siguen siendo pobres!
Es fácil hablar de que no te molesten los ricos, pero, dependiendo del humor en que te encuentres, caer en la trampa puede sucederle a cualquiera, incluso a mí. Hace poco estaba cenando en mi habitación del hotel, aproximadamente una hora antes de salir a escena para impartir una sesión vespertina del Seminario Mente Millonaria. Puse la tele para ver cómo iban los marcadores deportivos y me encontré con que estaban echando Oprah. Aunque no soy un gran fan de la televisión, me encanta Oprah: esa mujer ha influido de forma positiva sobre más personas que casi nadie en el planeta y, por consiguiente, se merece cada centavo que tiene…
¡y más! Estaba entrevistando a la actriz Halle Berry. Hablaban de que Halle acababa de recibir uno de los mayores contratos cinematográficos de la historia: 20 millones de dólares.
Halle dijo que no le importaba el dinero, y que luchó por este contrato descomunal con el fin de abrir brecha para que siguieran otras mujeres. Me oí a mí mismo decir con escepticismo: <<¡Sí, claro! ¿Te crees que yo y todas las demás personas que están viendo este programa somos idiotas? Más valdría que cogieses un poco de ese dinero y le dieses un aumento de sueldo a tu agente de relaciones públicas. Es la mejor frase, de las que suenan bien en los titulares, que jamás he oído>>
Sentí brotar en mi interior la negatividad y, justo a tiempo, me pillé a mi mismo antes de que la energía negativa se apoderase de mí. <
No podía creerlo: allí estaba yo, el Sr. Mente Millonaria en persona, albergando resentimiento hacía Halle Berry por el dinero que había ganado. Le di rápidamente la vuelta y comencé a gritar a pleno pulmón: <<¡Genial, chica! ¡Duro con ellos! Se lo has hecho demasiado barato, ¡deberías sacarles 30 millones de dólares! Muy bien. Te lo mereces>>. Me sentí mucho mejor.
Independientemente del motivo que ella tuviese para querer todo aquel dinero, el problema no era ella, era yo. Recuerda: mis opiniones no influyen en la felicidad o en la riqueza de Halle, pero sí en mí felicidad y mi riqueza. Recuerda también que los pensamientos y opiniones, al entrar en tu mente, no son buenos ni malos, correctos ni incorrectos, pero desde luego, al entrar en tu vida pueden influir tanto positiva como negativamente en tu felicidad y en tu prosperidad.
En el momento en que sentí aquella energía negativa recorriéndome, se dispararon mis alarmas de <
En su extraordinario libro Millonario en un minuto, mis buenos amigos Mark Víctor Hansen Y Robert Allen citan la conmovedora historia de Russell H. Conwell, según es contada en su libro Acres de diamantes, escrito hace ya más de cien años.
Yo os digo que deberíais haceros ricos, y que es vuestra obligación haceros ricos. ¡Cuántos de mis piadosos hermanos me dicen: <
Dicen: <<¡Qué horror! ¿Por qué no predica usted el Evangelio en lugar de ir predicando que los hombres ganen dinero?>>. Pues porque ganar dinero de manera honrada es predicar el Evangelio. Por eso. Los hombres que llegan a ser ricos pueden ser los hombres más honrados que encuentres en la comunidad.
Y algún joven de los presentes esta noche puede decir: <
Y otro joven dice: <
Amigo mío, tú llévame a los barrios de las afueras de Filadelfia y preséntame a los propietarios de las casas que hay en los alrededores de esta gran ciudad, casas tan hermosas, con jardines y flores, esas espléndidas y artísticas casas, y yo te presentaré a las mejores personas de nuestra ciudad, tanto por su carácter como por su empresa… El hecho de ser propietario de su casa hace más honorable, honrado y puro, autentico, ahorrador y cuidadoso a quien la posee.
Predicamos en contra de la codicia en el pulpito y empleamos los términos: <
El pasaje de Conwell hace varias observaciones excelentes. La primera de ellas se refiere a la capacidad de generar confianza. De todos los atributos necesarios para hacerse rico, hacer que los demás confíen en ti debe estar en los primeros puestos de la lista. Piénsalo: ¿harías negocios con una persona en quien no confiases, al menos, hasta cierto punto? ¡Ni hablar! Eso significa que para hacerte rico es muy probable que mucha, mucha, mucha gente deba confiar en ti, y también es muy probable que para que esa mucha gente confié en ti, tengas que ser totalmente digno de confianza.
¿Qué otros rasgos necesita una persona para hacerse rica y lo que es incluso más importante permanecer rica? No cabe duda de que siempre hay excepciones a cualquier regla, pero en general, ¿cómo has de ser para tener éxito en cualquier cosa? Pruébate algunas de estas características, a ver cómo te quedan: positivo, fiable, centrado, decidido, persistente, trabajador, enérgico, bueno con los demás, comunicador competente, medianamente inteligente y experto en, al menos, un área o un tema concreto.
Otro elemento interesante del pasaje de Conwell es que haya tanta gente condicionada para creer que no se puede ser rico y buena persona o espiritual. Antes también yo pensaba así. Como a muchos de nosotros, a mí me enseñaron amigos, profesores, medios de comunicación y el resto del la sociedad que la gente rica era de alguna manera, mala, que eran todos mezquinos y avariciosos. Una vez más, ¡otra forma de pensar que acabó siendo pura tontería! Respaldado por mi propia experiencia del mundo real, más que por el viejo mito basado en el miedo, me he encontrado con que las personas más ricas que conozco son también las más agradables.
Cuando me trasladé a San Diego, nos mudamos a una casa situada en una de las partes más ricas de la ciudad. Nos encantaba la belleza de la casa y de la zona, pero yo me sentía inquieto porque no conocía a nadie y tenía la sensación de no haber encajado aún. Mi plan era permanecer en un discreto segundo término y no mezclarme mucho con aquellos ricos esnobs. Sin embargo, mientras el universo registraba mis intenciones, mis hijos que entonces tenían cinco y siete años, se hicieron amigos de los otros niños del vecindario, y tardé bien poco en estar llevándolos en coche a aquellas mansiones para dejarlos a jugar.
Me recuerdo llamando a una puerta de madera increíblemente tallada que tenía, al menos, seis metros de altura. La mamá abrió y, con la voz más cordial que jamás había oído, dijo: <
<<¡Ay, madre! Dijo ella, ¿qué me pondré?>>. <
Fuimos a la barbacoa y aquella noche conocimos a algunas de las personas más acogedoras, amables, generosas y encantadoras de nuestra vida. En cierto momento la conversación derivó a una campaña benéfica que estaba encabezando una de las invitadas. Uno tras otro, salieron los talonarios. Yo no podía creerlo: estaba viendo literalmente una cola de gente para dar dinero a aquella mujer. Pero cada cheque venía con trampa: el acuerdo era que habría reciprocidad y que la mujer contribuiría a la organización benéfica en la que estuviese involucrado el o la donante. Exacto, como anillo al dedo, todas las personas que había allí o bien encabezaban o bien desempeñaban un papel relevante en una obra benéfica.
Los amigos que nos habían invitado estaban en varias. De hecho, cada año se proponían como meta ser los que hiciesen la donación más relevante de toda la ciudad al Fondo del Hospital Infantil. No sólo daban decenas de miles de dólares ellos mismos, sino que todos los años organizaban una fiesta-cena que recaudaba cientos de miles de más.
Después estaba el médico <
Y lo menciono porque todos los martes eran días <
Huelga decir que mí vieja y condicionada creencia de que los ricos eran todos unos esnobs mezquinos y avariciosos se disipó a la luz de la realidad. Ahora sé que lo cierto es lo contrario. Según mi experiencia, las personas más ricas que conozco son las más agradables. También son las más generosas. No estoy diciendo que los no ricos no sean agradables ni generosos. Pero puedo afirmar con seguridad que la idea de que toda la gente rica es, en cierto modo, mala, no es otra cosa que ignorancia.
El hecho es que albergar resentimiento hacía los ricos es una de las formas más seguras de permanecer en la ruina. Somos criaturas de hábito, y para vencer este o cualquier otro hábito necesitamos practicar: en lugar de albergar resentimiento hacía la gente rica, quiero que practiques el sentir admiración por ellos, quiero que practiques la bendición para con la gente rica y quiero que practiques el amor hacía la gente rica. De ese modo, inconscientemente sabes que cuando te vuelvas rico otras personas te admirarán, te bendecirán y te amarán en lugar de maldecirte con el mismo resentimiento que ahora tú pudieses albergar hacía ellos.
Una de las filosofías por las que me rijo en mi vida proviene de la antigua sabiduría Huna, las enseñanzas originarias de los ancianos de Hawái. Dice así: <
PRINCIPIO DE RIQUEZA:
<
El tema es que si te molesta lo que tiene la gente, de ningún modo podrás tenerlo.
Y si ves a un tipo con un flamante Jaguar negro con el techo corredizo abierto, ¡no le tires latas de cerveza!
DECLARACIONES: Pon la mano sobre el corazón y di:
<<¡Admiro a la gente rica!>>.
<<¡Bendigo a la gente rica!>>.
<<¡Amo a la gente rica!>>.
<<¡Y yo también voy a ser una de esas personas ricas!>>.
Tócate la cabeza y di:
<<¡Tengo una mente millonaria!>>.
ACCIONES DE LA MENTE MILLONARIA
1. Practica la filosofía Huna de: <
2. Escribe y envía una carta breve o un correo electrónico a alguien de quien sepas (no tienes por qué conocerle personalmente) que es sumamente próspero en cualquier terreno, diciéndole cuánto le admiras y le honras por sus logros.
Archivo de riqueza N. º7
La gente rica se relaciona con personas positivas y prósperas.
La gente pobre se relaciona con personas negativas y sin éxito.
Aquellos que tienen éxito consideran a otras personas prósperas una oportunidad de motivación. Las ven como modelos de los que aprender. Se dicen a sí mismos: <
Las personas ricas agradecen que otros hayan tenido éxito antes que ellas, de tal modo que ahora tienen un patrón para seguir que les hará más fácil alcanzar su propio éxito. ¿Por qué reinventar la rueda? Existen métodos para el éxito probados que funcionen para prácticamente todos aquellos que los aplican.
Por consiguiente, el modo más rápido y fácil de crear riqueza es aprender exactamente cómo juegan al juego los ricos, que son maestros del dinero. El objetivo es simplemente imitar sus estrategias internas y externas. Es lógico: si tú emprendes exactamente la misma disposición mental, es muy probable que obtengas exactamente los mismos resultados. Eso es lo que yo hice y eso es de lo que trata todo este libro.
Al contrario de los ricos, cuando los pobres oyen hablar de la prosperidad de otras personas, a menudo los juzgan, los critican, se burlan de ellos y tratan de rebajarlos a su propio nivel. ¿Cuántos de vosotros conocéis a gente así? ¿Cuántos de vosotros tenéis a familiares así?
La pregunta es: ¿Cómo puedes aprender de alguien a quien rebajas o inspirarte en alguien a quien rebajas? Siempre que me presentan a una persona extremadamente rica, ideo alguna forma de acercarme a ella. Quiero hablar con ella, averiguar cómo piensa, intercambiar contactos y, en el caso de que tengamos otras cosas en común, posiblemente hacerme amigo personal suyo.
A propósito, si piensas que me equivoco al preferir ser amigo de personas ricas, ¿quizás preferirías que eligiese amigos que se encuentran en la ruina? ¡No lo creo!
Como ya dije, la energía es contagiosa, ¡y no tengo ningún interés en someterme a la suya!
Recientemente me encontraba realizando una entrevista radiofónica y pasaron en antena la llamada de una mujer con una pregunta excelente: <<¿Qué hago si soy positiva y quiero crecer pero mi marido es un muerto? ¿Lo dejo? ¿Intento hacerle cambiar? ¿Qué?>>. Oigo esta pregunta al menos un centenar de veces a la semana cuando estoy impartiendo nuestros cursos. Casi todo el mundo quiere saber lo mismo: <<¿Y si las personas más cercanas a mí no están interesadas en lo del crecimiento personal e incluso me critican por ello?>>.
Ésta es la respuesta que di a la mujer de la llamada, lo que digo a la gente en nuestros cursos y lo que te sugiero a ti.
En primer lugar, no te molestes en tratar de hacer que las personas negativas cambien. Eso no te corresponde a ti. Lo que te corresponde hacer es utilizar lo que has aprendido para mejorar tu vida. Sé el modelo de referencia, sé próspero, sé feliz, y entonces tal vez y subrayo lo de tal vez verán la luz (en ti) y querrán un poco. La energía es contagiosa. Ante la luz, la oscuridad se disuelve. La verdad es que hay gente que tiene que trabajar mucho para permanecer <
En segundo lugar, ten presente otro principio que destacamos en nuestra Formación de Magos, que es un curso acerca de cómo manifestar lo que quieres manteniéndote tranquilo, centrado y pacifico.
Lo que afirma este principio es: <
Al igual que el acero se endurece en el fuego, si puedes permanecer fiel a tus valores mientras otras personas de tu entorno están llenas de dudas e incluso de palabras de condena, crecerás más rápido y fuerte.
Recuerda también que <
En el peor de los casos, si ves que ya no puedes con su energía negativa, si te está haciendo descender hasta el punto en que no eres capaz de crecer, puede que debas tomar algunas valerosas decisiones acerca de quién eres y cómo quieres vivir el resto de tu vida. No estoy sugiriendo que cometas ninguna imprudencia, pero yo, por lo pronto, nunca viviría con una persona que fuese negativa y desdeñase mi deseo de aprender y crecer, ya sea a nivel personal, espiritual o económico. No me haría eso a mí mismo porque me respeto a mí y a mi vida, y merezco ser tan feliz y próspero como sea posible. Según calculo, habrá más de 6300 millones de personas en el mundo y de ningún modo voy a cargar con alguien que no esté a mi nivel.
¡O prospera o yo sigo mi camino!
La energía es contagiosa: o haces más fuertes a los demás o los debilitas. Y al contrario: o la gente te afecta (te insufla vigor y optimismo) o te infecta (te contamina). Permíteme una pregunta: ¿abrazarías y tomarías a una persona que sabes que padece un caso grave de sarampión? La mayoría de la gente diría: <
Estoy seguro de que has oído el dicho: <
Según mi experiencia, la gente rica no se apunta simplemente al club de campo para jugar al golf: lo hace para establecer contacto con otras personas ricas y prósperas. Hay otro refrán que dice: <
También procuro retirarme de situaciones tóxicas: no veo razón alguna para infectarme con energía venenosa. Entre éstas podrían encontrarse las discusiones, el cotilleo y las puñaladas traperas.
También incluiría ver televisión <
En primer lugar, porque disfruto viendo trabajar o, en este caso, jugar a expertos en cualquier cosa y, en segundo lugar, porque me gusta seguir las entrevistas posteriores a los juegos.
Me encanta escuchar la disposición mental de los campeones, y para mí cualquiera que haya llegado a las finales de cualquier campeonato en cualquier deporte es un campeón.
Cualquier deportista de ese nivel ha desbancado a decenas de miles de otros jugadores para llegar a ese punto, si llega, lo cual hace que cada uno de ellos me parezca increíble. Me encanta oír su actitud cuando ganan: <
Durante los Juegos Olímpicos del 2004, la canadiense Perdita Felicien, entonces campeona mundial de los cien metros vallas, era la gran favorita para ganar la medalla de oro. En la carrera final chocó con la primera valla y sufrió una aparatosa caída. Fue incapaz de terminar la carrera. Extremadamente disgustada, tenía lágrimas en los ojos mientras yacía allí, perpleja. Se había preparado para aquel momento seis horas diarias todos los días de la semana durante los cuatro años anteriores. A la mañana siguiente, vi su rueda de prensa. Ojalá la hubiese grabado. Fue increíble escuchar su perspectiva. Dijo algo así como: <
Se puede aprender mucho escuchando a campeones.
La gente rica anda con ganadores. La gente pobre, con perdedores. ¿Por qué? Es una cuestión de comodidad: los ricos se sienten cómodos con otras personas prósperas. Se sienten completamente dignos de estar con ellas. Los pobres se encuentran incómodos con gente a la que le vaya muy bien económicamente: o bien les da miedo ser rechazados o se sienten como si no perteneciesen a la misma raza. Para protegerse, el ego se enfrasca entonces en el enjuiciamiento y la critica.
Si quieres hacerte rico, deberás cambiar tu patrón interior para creer plenamente que cada centímetro de ti mismo es tan bueno como cualquier millonario o multimillonario que pueda haber por ahí. Me quedo horrorizado cuando, en mis seminarios, la gente se me acerca y me pregunta si pueden tocarme. Dicen: <
Amigos, no se trata de <
Espero que captes lo principal de la cuestión: en lugar de burlarte de los ricos, tenlos como modelos que debes imitar, en lugar de decir: <
DECLARACIONES: Pon la mano sobre el corazón y di:
<
<
<<¡Si ellos pueden yo puedo!>>.
Tócate la cabeza y di:
<<¡Tengo una mente millonaria!>>.
ACCIONES DE LA MENTE MILLONARIA
1. Ve a la biblioteca, a una librería o a Internet y léete una biografía de alguien que sea o fuese extremadamente rico y próspero. Andrew Carnegie, John D. Rockefeller, Mary Kay, Donald Trump, Warren Buffet, Jack Welch, Bill Gates y Ted Turner son unos cuantos buenos ejemplos. Utiliza su historia para inspirarte, para aprender estrategias de éxito concretas y, lo más importante, para copiar su disposición mental.
2. Apúntate a un club de alta categoría, ya sea de tenis, de salud, de negocios o de golf. Mézclate con gente rica en un entorno rico. O, si de ningún modo puedes permitirte apuntarte a un club de ésos, toma café o té en el hotel con más clase de tu ciudad. Acomódate en este ambiente y observa a los clientes, fijándote en que no son nada distintos a ti.
3. Identifica una situación o a una persona negativa en tu vida. Retírate de esa situación o de esa relación. Si se trata de alguien de la familia, opta por estar menos tiempo en su compañía.
4. Deja de ver <
Archivo de riqueza N. º8
La gente rica está dispuesta a promocionarse ella misma.
La gente pobre piensa de forma negativa en lo referente a la venta y la promoción.
Mi compañía, Peak Potentials Training ofrece más de una docena de programas distintos. Durante el seminario inicial, generalmente, el Mente Millonaria Intensivo, hacemos una breve mención de algunos de nuestros otros cursos y después ofrecemos a los participantes en el seminario tarifas de inscripción y bonificaciones especiales. Resulta interesante observar las reacciones. La mayoría de la gente queda entusiasmada. Aprecian el hecho de poder llegar a oír de qué tratan los demás cursos y recibir un precio especial. Hay personas, sin embargo, que no se entusiasman tanto: les molesta cualquier promoción, independientemente de cómo pueda beneficiarlos. Si esto te suena de algún modo a tu actitud, es una característica importante de ti mismo que debes advertir.
El hecho de sentir contrariedad ante una promoción constituye uno de los mayores obstáculos para el éxito. La gente que tiene problemas con todo lo que sea venta y promoción, por lo general, está sin pasta. Es obvio: ¿Cómo puedes crear grandes ingresos en tu propio negocio o como representante de algún negocio si no estás dispuesto a hacer saber a la gente de tu existencia o la de tu producto o servicio? Incluso como empleados, si no estás dispuesto a promocionar tus virtudes, alguien que sí lo esté pasará rápidamente por encima de ti en el escalafón de la empresa.
Existen varias razones por las que la gente tiene un problema con la promoción o la venta. Lo más probable es que pudieses reconocer una o más de las siguientes:
En primer lugar, puede que hayas tenido una mala experiencia en el pasado con personas que se promocionaron a tu costa de forma inadecuada: tal vez te sentiste víctima de una venta <
En segundo lugar, es posible que hayas vivido una experiencia desagradable al tratar de vender algo a alguien y ser totalmente rechazado por esa persona. En este caso, el hecho de que te desagrade la promoción no es más que una mera proyección de tu propio miedo al fracaso y al rechazo. De nuevo, ten presente que el pasado no es necesariamente igual al futuro.
En tercer lugar, tu problema podría proceder de la programación de tus padres. A muchos de nosotros se nos dijo que es de mala educación <
Bueno, eso está muy bien si te ganas la vida como experto en buenos modales, pero en el mundo real, en lo referente a negocios y dinero, si no te ensalzas lo tuyo te garantizo que nadie lo hará. Los ricos están dispuestos a ensalzar sus virtudes y su valía ante cualquiera que tenga a bien escucharlos y, a poder ser, también harán negocios con ellos.
Finalmente, hay personas que sienten que lo referente a promoción está por debajo de ellas. Yo llamo a esto el síndrome del arrogante, también conocido como la actitud de <<¿acaso no soy especial?>>. En este caso el sentimiento es que si la gente quiere lo que tienes, debería encontrar algún modo y venir a ti. Las personas que tienen esta creencia están sin pasta o lo estarán pronto, eso es seguro. Pueden tener la esperanza de que todo el mundo vaya a recorrer cielo y tierra en su búsqueda, pero la verdad es que el mercado está abarrotado de productos y servicios, y aun cuando los suyos puedan ser los mejores nadie lo sabrá jamás, porque ellos son demasiado estirados para decírselo a nadie.
Probablemente te resulte familiar el dicho: <
Los ricos casi siempre son excelentes promotores. Pueden y están dispuestos a promocionar sus productos, sus servicios y sus ideas con pasión y entusiasmo. Es más: son expertos en envolver su valía de modo que resulte extremadamente atractiva. Si piensas que hay algo de malo en eso, entonces prohibamos el maquillaje a las mujeres y, mientras estamos en ello, podríamos también deshacernos de los trajes para los hombres. Todo eso no es otra cosa que <
Robert Kiyosaki, autor del superventas Padre rico, padre pobre (libro que recomiendo encarecidamente), señala que toda empresa, incluida la de escribir libros, depende de la venta. Puntualiza que a él se le reconoce como autor de superventas, no como autor de superescritura. Lo primero da mucho más dinero que lo segundo. Las personas ricas son, por lo general, líderes y todos los grandes líderes son grandes promotores. Para ser un líder debes tener, de forma intrínseca, seguidores y partidarios, lo que significa que tienes que ser experto en vender, inspirar y motivar a la gente para que se haga partícipe de tu visión. Hasta el presidente de los Estados Unidos de América ha de vender continuamente sus ideas al pueblo, al congreso e incluso a su propio partido para que éstas sean puestas en práctica. Y, mucho antes de que tenga lugar todo eso, si en primer lugar no se vende él mismo, jamás saldrá elegido.
Resumiendo, cualquier líder que no pueda o no quiera promoción no será líder durante mucho tiempo, ya sea en política, negocios, deportes o incluso como padre o madre. Y si insisto sobre esto es porque ¡los líderes ganan una barbaridad de dinero más que los seguidores!
PRINCIPIO DE RIQUEZA:
¡Los líderes ganan una barbaridad de dinero más que los seguidores!
Aquí la cuestión esencial no es si te gusta o no la promoción, sino por qué estás haciéndola. Todo se reduce a tus creencias: ¿Crees de verdad en tu valía? ¿Crees de verdad en el producto o servicio que estas ofreciendo?
¿Crees de verdad que lo que tienes resultará de provecho a quienquiera que sepa de su existencia?
Si crees en tu valía, ¿Cómo iba a ser apropiado ocultarla a la gente que la necesita? Supón que tuvieses una cura para la artritis y te encontraras a alguien que estuviese sufriendo de esa enfermedad: ¿se lo ocultarías? ¿Esperarías a que esa persona te leyera el pensamiento o adivinase que tienes un producto que podría ayudarle?
¿Qué pensarías de alguien que no ofreciera una oportunidad a personas que estuviesen sufriendo porque fuera demasiado tímido, demasiado frio o tuviese demasiado miedo para hacer promoción?
Muchas veces, la gente que tiene problemas con la promoción no cree del todo en su producto o en sí misma. Por consiguiente, le resulta difícil imaginar que otras personas crean con tanta fuerza en su valía que quieran compartirla con todo aquel que se ponga en su camino y de cualquier forma que puedan.
Si crees que lo que tienes para ofrecer puede ayudar verdaderamente a la gente, es tu deber hacer que se entere el máximo número de personas posible. De este modo no sólo ayudas a la gente: ¡te haces rico!
DECLARACION: Pon la mano sobre el corazón y di:
<
Tócate la cabeza y di:
<<¡Tengo una mente millonaria!>>.
ACCIONES DE LA MENTE MILLONARIA
1. Puntúa del 1 al 10 el producto o servicio que actualmente estás ofreciendo (o que estás planeando ofrecer) en términos de cuánto crees en su valor (el 1 es el más bajo y 10 el más alto). Si el resultado de tu puntuación se halla entre 7 y 9, haz las modificaciones oportunas a tu producto o servicio para aumentar su valor. Si es 6 o menos de 6, deja de ofrecer ese producto o servicio y empieza a representar algo en lo que verdaderamente creas.
2. Lee libros, escucha audios y CDs, y haz cursos sobre mercadotecnia y ventas. Conviértete en un experto en estos dos campos hasta el punto de poder promocionar tu valía con éxito y con el cien por cien de integridad.
Archivo de riqueza N. º9
La gente rica es más grande que sus problemas.
La gente pobre es más pequeña que sus problemas.
Tal como decía antes, hacerse rico no es un paseo por el parque: se trata de un viaje lleno de recodos, curvas, desvíos y obstáculos. El camino que conduce a la riqueza está erizado de trampas y escollos, y por eso precisamente la mayoría de la gente no lo toma: no quiere complicaciones, quebraderos de cabeza ni responsabilidades. En resumen, no quiere problemas. Ahí reside una de las mayores diferencias entre ricos y pobres: la gente rica y próspera es más grande que sus problemas, mientras que la gente pobre y sin éxito es más pequeña que sus problemas.
Los pobres harán casi cualquier cosa para evitar problemas. Ven un reto y salen corriendo. La ironía es que, en su búsqueda para asegurarse de no tener problemas, tienen el mayor problema de todos… están sin pasta y amargados. El secreto del éxito, amigos míos, no es tratar de evitar los problemas ni deshacerte de ellos; tampoco acobardarte ante ellos. El secreto es crecer tú de forma que seas más grande que cualquier problema.
PRINCIPIO DE RIQUEZA:
El secreto del éxito no es tratar de evitar los problemas si deshacerte de ellos; tampoco acobardarte ante ellos. El secreto es crecer tú de forma que seas más grande que cualquier problema.
En escala del 1 al 10, en la que el 1 es el más bajo, imagínate que eres una persona con una fuerza de carácter y con una actitud de nivel 2 que se enfrenta a un problema de nivel 5. ¿Cómo te parecería ese problema, grande o pequeño? Sin duda, desde una perspectiva de nivel 2, un problema de nivel 5 parecería un gran problema. Ahora imagínate que has crecido y te has convertido en una persona de nivel 8. El mismo problema de nivel 5 ¿sería un problema grande o pequeño? Mágicamente, un problema idéntico al anterior ahora es un <
Finalmente, imagínate que has trabajado muchísimo en ti mismo y te has convertido en una persona de nivel 10. Ahora, este mismo problema de nivel 5 ¿es un problema grande o pequeño? La respuesta es que no es ningún problema. Tu cerebro ni siquiera lo registra como tal. No lleva incorporada en sí nada de energía negativa. Es simplemente un incidente normal que puedes manejar, como cepillarte los dientes o vestirte. Fíjate en que, ya seas rico o pobre, ya juegues a ser grande o pequeño, los problemas no se marchan. Mientras estés respirando, siempre habrá algo en tu vida que podemos llamar problemas u obstáculos. Déjame decirte esto breve y suavemente: lo importante no es nunca el tamaño del problema; ¡lo que importa es tu propio tamaño! Esto puede resultar doloroso, pero si estás preparado para pasar al siguiente nivel de éxito vas a tener que tomar consciencia de lo que está ocurriendo realmente en tu vida. ¿Estás preparado? Vamos allá.
Si tienes un gran problema en tu vida, significa que ¡estás siendo una persona pequeña! No te dejes engañar por las apariencias. Tu mundo exterior es sólo un reflejo de tu mundo interior. Si quieres realizar un cambio permanente, ¡deja de centrarte en el tamaño de tus problemas y empieza a hacerlo en el tuyo propio!
PRINCIPIO DE RIQUEZA:
Si tienes un gran problema en tu vida, significa que ¡estás siendo una persona pequeña!
Uno de los recordatorios no tan sutiles que doy a los participantes en mi seminario es el siguiente: cuando te sientas como si tuvieses un gran problema, señálate a ti mismo y grita: <<¡pequeño yo, pequeño yo, pequeño yo!>>. Esto te despertara de golpe y dirigirá de nuevo tu atención hacía donde corresponde: sobre ti mismo. Después, desde tu <
Cuanto más grandes sean los problemas que puedas resolver, mayor será el negocio que podrás manejar; cuanto mayor sea la responsabilidad que puedas asumir, a más empleados podrás dirigir: cuantos más clientes tengas, más dinero podrás manejar y, en última instancia, más riqueza podrás administrar.
Te repito, ¡tu riqueza puede crecer únicamente hasta donde lo hagas tú! El objetivo es que crezcas hasta un lugar en el que puedas superar cualquier problema u obstáculo que se interponga en tu camino de crear riqueza y de conservarla.
A propósito, conservar tu riqueza es todo un mundo. ¿Quién lo diría? Yo, desde luego, lo ignoraba. Pensaba que una vez que lo lograras ¡ya está! Chico, menuda sorpresa me llevé cuando perdí mi primer millón casi tan rápido como lo había ganado. Ahora, en retrospectiva, comprendo cuál fue el problema: en aquella época, mi <
Piensa que eres tu contenedor de riqueza. Si tu contenedor es pequeño y tu dinero es grande, ¿qué ocurrirá? Que lo perderás. Tu contenedor rebosará y el dinero sobrante se desparramará por todos lados. Sencillamente, no puedes tener más dinero que el que tu contenedor es capaz de almacenar. Por lo tanto, debes crecer para ser un contenedor grande y, de ese modo, no sólo puedas contener más riqueza, sino también atraer más riqueza. El universo detesta ver un vacío, y si tienes un contenedor de dinero muy grande, se apresurará a llenarlo.
Uno de los motivos por los que la gente rica es más grande que sus problemas tiene que ver con lo que comentábamos antes: su enfoque no se halla en el problema, sino en la meta que quieren alcanzar. Por lo general, la mente se centra en una sola cosa a la vez. Quiero decir que o éstas quejándote del problema o estás trabajando en la solución. Las personas ricas y prósperas se orientan hacía las soluciones; emplean su tiempo y su energía en adoptar estrategias y planificar las respuestas que deben dar a los desafíos que surjan, así como en crear sistemas para asegurarse de que ese problema no se vuelva a producir.
La gente pobre y sin éxito está orientada hacía los problemas. Gasta su tiempo y su energía refunfuñando y quejándose, y muy raras veces se les ocurre algo creativo para paliar el problema. Normalmente tampoco hacen nada para asegurarse de que no vuelva a suceder.
Los ricos no evitan los problemas, no los esquivan y no se quejan de ellos. Los ricos son guerreros económicos. En nuestro Campo de Entrenamiento del Guerrero Ilustrado, la definición de guerrero que empleamos es la de <
El resultado final es que, si te conviertes en un experto en manejar problemas y superar cualquier obstáculo, ¿qué puede impedirte alcanzar el éxito?
La respuesta es: ¡nada! Y, si nada puede detenerte, ¡te vuelves imparable! Y, si te vuelves imparable, ¿qué opciones tienes en tu vida? La respuesta es: todas las opciones. Si eres imparable, cualquier cosa y todas las cosas se hallan a tu disposición. Tú, simplemente, lo eliges ¡y es tuyo!
¡Qué libertad!, ¿no?
DECLARACIONES: Pon la mano sobre el corazón y di:
<
<
Tócate la cabeza y di:
<<¡Tengo una mente millonaria!>>.
ACCIONES DE LA MENTE MILLONARIA
1. Cuando te sientas a disgusto por un <
2. Describe por escrito un problema que estés teniendo en tu vida. A continuación enumera diez acciones concretas que puedas emprender para resolver o, al menos, para mejorar la situación. Esto te hará pasar de pensar en el problema a pensar en la solución. Primero, es muy probable que lo soluciones. Segundo, te sentirás muchísimo mejor.
Archivo de riqueza N. º10
Los ricos son excelentes receptores.
Los pobres son malos receptores.
Si tuviese que establecer con certeza la razón número uno por la que la mayoría de la gente no alcanza su pleno potencial económico, sería ésta: la mayoría de las personas son malas <
Existen varias razones por las que a la gente le supone un reto recibir. En primer lugar, muchas personas se sienten indignas o no merecedoras. Este síndrome prolifera en nuestra sociedad. Me atrevería a decir que a más del 90% de los individuos les corren por las venas sentimientos de no ser merecedores.
¿De dónde procede esta baja autoestima? Es lo de siempre: nuestro condicionamiento de no ser merecedores. ¿De dónde procede esta baja autoestima? Es lo de siempre: nuestro condicionamiento. En la mayoría de nosotros procede de oír muchas más veces la palabra negativa <
Incluso si nuestros padres o tutores fuesen increíblemente alentadores, muchos de nosotros acabamos con el sentimiento de no poder estar continuamente a la altura de sus elogios y de sus expectativas. Así que, una vez más, no somos lo bastante buenos.
Además, la mayoría de nosotros crecimos con el elemento de castigo en nuestra vida. Esta norma no escrita establece, simplemente, que si haces algo mal serás o deberías ser castigado. Algunos de nosotros fuimos castigados por nuestros padres; otros por nuestros profesores… y a otros, en determinados círculos religiosos: se nos amenazó con la madre de todos los castigos: el de no ir al cielo.
Por supuesto, ahora somos adultos, todo eso ha terminado. ¿No es así? ¡Pues no! En la mayoría de la gente, el condicionamiento del castigo se halla tan arraigado que, al no tener a nadie a quien castigar, cuando cometen un error o simplemente sienten que no son perfectos, se castigan subconscientemente a sí mismos. Cuando eran pequeños, tal vez ese castigo les venía en forma de: <
Hoy, sin embargo, podría adoptar la forma de: <
Esto explica por qué hay personas que limitan sus ganancias y por qué otras sabotearán subconscientemente su prosperidad.
No es extraño que la gente tenga dificultad para recibir: un solo error diminuto y estás condenado a llevar la carga de desgracia y pobreza durante el resto de tu vida. ¿<
He aquí algo que enseño en mis seminarios y que podría hacerte sentirte mejor. Al final, no importa si te sientes valioso o no: puedes ser rico de cualquier modo. Hay muchísima gente adinerada que no se siente demasiado valiosa. De hecho, es una de las principales motivaciones de las personas para hacerse ricas…: demostrar lo que valen, a sí mismas o a los demás. La idea de que estar convencido de la propia valía es necesario para hacer fortuna no es más que eso, una idea, pero no siempre se confirma en el mundo real.
Tal como he dicho anteriormente, hacerte rico para demostrar lo que vales puede que no te haga de lo más feliz, así que es mejor que te dediques a crear riqueza por otras razones.
Pero lo importante es que tengas presente que tu sentimiento de falta de mérito no te impedirá hacerte rico. Desde un punto de vista estrictamente financiero, podría tratarse, de hecho, de una baza a tu favor.
Dicho esto, quiero que captes lo que voy a compartir contigo. Éste podría ser fácilmente uno de los momentos más importantes de tu vida. ¿Éstas preparado? Aquí va.
Reconoce que lo de si eres o no lo bastante valioso es todo una <
Lo siento, no creo que funcione de ese modo. No hay nadie que venga y te ponga el sello de <
PRINCIPIO DE RIQUEZA:
Si tú dices que eres valioso, lo eres. Si dices que no eres valioso, no lo eres. De cualquier modo, vivirás dentro de tu propia historia.
Entonces, ¿por qué tendría la gente que hacerse esto a sí misma? ¿Por qué tendría la gente que inventarse la historia de que no vale lo suficiente? Es, simplemente, la naturaleza de la mente humana, la parte protectora de nosotros que va siempre buscando lo malo. ¿No te has fijado nunca en que una ardilla no se preocupa por estas cosas? ¿Te imaginas a una ardilla diciendo: <
<
PRINCIPIO DE RIQUEZA:
<
T. Harv Eker
Se trata de una ceremonia especial, así que voy a pedirte que ahora mismo elimines cualquier distracción. Deja de masticar, deja de hablar por teléfono y deja lo que quiera que estés haciendo. Los hombres, si gustáis, podéis cambiaros y poneros un traje y corbata, aunque lo mejor sería un esmoquin. Para las mujeres, un traje formal de fiesta y tacones sería perfecto.
Y si no tienes nada con la suficiente clase o lo bastante nuevo, ésta sería, definitivamente, la ocasión de ir a comprarte un traje o un vestido, preferiblemente de maraca.
Si estáis todos, comencemos: Por favor, arrodillaos sobre una rodilla e inclinad la cabeza respetuosamente. Listos, vamos allá: <
Vale, ya estamos. Ahora puedes levantarte y mantener la cabeza alta porque al fin eres digno y valioso. He aquí un sabio consejo: ¡Ya no tienes por qué dedicar ni un minuto de tu tiempo a pensar si eres <
La segunda razón fundamental por la que a la mayoría de las gente le supone un problema recibir es porque siguen, sin ser conscientes de ello, el viejo principio: <
La idea en conjunto es absurda. ¿Qué es mejor frio o calor, grande o pequeño, izquierda o derecha, dentro o fuera? Dar y recibir son dos caras de la misma moneda. Quienquiera que decidiese que es mejor lo primero que lo segundo, simplemente tendría un escaso dominio de las matemáticas: por cada uno que da debe haber uno que recibe, y por cada uno que recibe, debe haber uno que da.
PRINCIPIO DE RIQUEZA:
Por cada uno que da debe haber uno que recibe, y por cada uno que recibe debe haber uno que da.
¡Piénsalo! ¿Cómo podrías dar si no hubiese alguien o algo que recibiese? Ambos tienen que estar en perfecto equilibrio para trabajar de tú a tú, al cincuenta por ciento. Y puesto que el dar y el recibir deben igualarse siempre mutuamente, han de ser también iguales en importancia.
Además, ¿qué sensación produce dar? La mayoría de nosotros estaría de acuerdo en que dar produce una sensación maravillosa y de plenitud. A la inversa, ¿Cómo te sientes cuando quieres dar y la otra persona no está dispuesta a recibir? La mayoría de nosotros estaría de acuerdo en que es una sensación terrible. Así pues, graba esto en tu mente: si no estás dispuesto a recibir, estás <
Estás, realmente, negándoles el gozo que proviene de dar y, por tanto, se sienten fatal. ¿Por qué?
Porque todo es energía, y cuando quieres dar pero no puedes, esa energía no consigue expresarse y se estanca en ti. Esa energía <
Para empeorar las cosas, cuando no estás dispuesto a recibir plenamente ¡estás diciendo al universo que no te dé! Es sencillo: si no estás dispuesto a recibir la parte que te corresponde, ésta irá a parar a otra persona que sí lo esté. Ésa es una de las razones por las que los ricos se hacen más ricos y los pobres, más pobres: no porque sean en absoluto más valiosos o merecedores, sino por que están dispuestos a recibir mientras la mayoría de la gente pobre no lo está.
Aprendí muy bien esta lección una vez mientras estaba de acampada solo en el bosque. Preparándome para mi estancia de dos días, hice un cobertizo atando la parte superior de una lona a un árbol y después sujeté la inferior al suelo, creando así una cubierta de cuarenta y cinco grados sobre mi cabeza para dormir. Menos mal que preparé este miniapartamento, porque llovió toda la noche. Cuando Salí de mi refugio por la mañana, comprobé con satisfacción que estaba seco, igual que los objetos situados bajo la lona. Pero al mismo tiempo, no pude evitar percatarme de un charco inusitadamente hondo que se había formado sobre el suelo, en la parte inferior de la lona. De repente oí la voz interior que me decía: <
Llegados a este punto del Seminario Mente Millonaria, enseño a la gente una oración especial que creé tras mi experiencia bajo la lona. Por supuesto, es un poco irónica, pero la lección resulta obvia. Dice así: <
La gente rica trabaja mucho y cree que es perfectamente apropiado ser bien recompensada por sus esfuerzos y por el valor que aporta a los demás. La gente pobre trabaja mucho, pero, debido a sus sentimientos de falta de mérito, cree que no es apropiado que sea bien recompensada por sus esfuerzos y el valor que aporta. Esta creencia hace que los pobres vayan por el mundo como perfectas víctimas, y, por supuesto, ¿Cómo puedes ser una <
Hay muchos pobres que realmente creen que son mejores personas por ser pobres. De algún modo, piensan que son más piadosas, más espirituales o más buenas. ¡Tonterías! Lo único que es la gente pobre es pobre. En el curso hubo un señor que vino a mí llorando. Me dijo: <
Dejó de llorar y dijo: <
Esto me lleva a una cuestión importante: si posees los medios para tener mucho dinero, ponte manos a la obra. ¿Por qué? Porque la verdad es que somos extremadamente afortunados de estar viviendo en esta sociedad, una sociedad en la que cada persona es, de hecho, rica en comparación con otras muchas partes del mundo. Hay gente que, simplemente, no tiene jamás la oportunidad de tener dinero. Si tú eres una de las personas con suerte que sí tienen esa capacidad y cada uno de vosotros lo sois, de lo contrario no estaríais leyendo un libro como éste, utiliza tus medios al máximo. Hazte muy rico y después ayuda a la gente que no tiene la oportunidad que tú tuviste: eso tiene mucho más sentido para mí que estar sin pasta y no ayudar a nadie.
Por supuesto, hay quien dirá: <
En segundo lugar, es necesario que pongamos las cosas en su sitio. El dinero únicamente potenciara los rasgos de tú carácter: si eres mezquino, te ofrecerá la oportunidad de serlo más; si eres amable, te dará la oportunidad de ser más amable; si en el fondo eres un estúpido, con dinero puedes serlo aun más; si eres generoso, tener más dinero te permitirá, simplemente, ser todavía más generoso. Y cualquiera que te diga otra cosa ¡está sin pasta!
PRINCIPIO DE RIQUEZA:
El dinero únicamente potenciara los rasgos de tu carácter.
Así pues, ¿qué puedes hacer? ¿Cómo te conviertes en un buen receptor?
En primer lugar, comienza por <
Uno de los elementos clave en el sistema de administración del dinero que enseñamos en el Seminario Intensivo Mente Millonaria es tener una cuenta <
En segundo lugar, quiero que practiques el volverte loco de emoción y gratitud cada vez que encuentres o recibas algo de dinero. Tiene gracia: cuando estaba en la ruina y veía un modesto centavo en el suelo, nunca me rebajaba tanto para recogerlo; sin embargo, ahora que soy rico recojo cualquier cosa que se parezca siquiera al dinero. Le doy un beso de buena suerte y declaro en voz alta: <
No cometo el error de considerar el escaso valor de compra que tiene ese centavo: el dinero es dinero, y encontrarlo es una bendición del universo. Ahora que estoy dispuesto a recibir cualquier cosa y todo lo que se ponga en mi camino, ¡lo hago!
Si quieres crear riqueza, es absolutamente crucial estar abierto y dispuesto a recibir. Y también lo es si quieres conservarla. Si eres mal receptor y tropiezas de algún modo con una sustanciosa cantidad de dinero, lo más probable es que te desaparezca rápidamente. Como siempre, <
Recuerda que el universo detesta ver vacío, es decir, un espacio vacío será siempre llenado. ¿Te has fijado alguna vez en qué ocurre con un armario o con un garaje vacíos? Generalmente no se quedan mucho tiempo así, ¿verdad? ¿Te has fijado también en lo extraño que resulta que el tiempo empleado en cualquier tarea sea siempre igual o mayor al tiempo destinado para ella?
Una vez que expandas tu capacidad de recibir, recibirás.
Asimismo, una vez que te abras verdaderamente a recibir, el resto de tu vida se abrirá. No sólo recibirás más dinero, sino también más amor, paz y felicidad. ¿Por qué? Debido a otro principio que utilizo constantemente y que establece lo siguiente: <
PRINCIPIO DE RIQUEZA:
El modo en que haces cualquier cosa, es el modo en que lo haces todo.
Tal como eres en un área determinada es generalmente como eres en todas. Si has estado bloqueándote ante la posibilidad de recibir dinero, lo más probable es que hayas estado bloqueándote a recibir todo lo demás de bueno que tiene la vida. Por lo general, la mente no delinea de forma específica dónde eres mal receptor. De hecho, es todo lo contrario, ya que la mente posee el hábito de generalizar y dice: <
Si eres mal receptor, lo eres en todas las áreas. La buena noticia es que cuando te conviertas en un receptor excelente, lo serás en todas partes… y estarás abierto a recibir todo cuanto el universo tiene que ofrecerte en todas las áreas de tu vida.
Ahora lo único de lo que deberás acordarte es de seguir diciendo: <
DECLARACION: Pon la mano sobre el corazón y di:
<
Tócate la cabeza y di:
<<¡Tengo una mente millonaria!>>
ACCIONES DE LA MENTE MILLONARIA
1. Practica las actitudes que te convertirán en un excelente receptor. Cada vez que alguien te haga un cumplido de cualquier tipo, di, simplemente, <
2. Cualquier y quiero decir cualquier cantidad de dinero que te encuentres o que recibas debería celebrarse con entusiasmo. Grita: <
3. Mímate. Al menos una vez al mes, haz algo especial que te guste a ti y que le guste a tu espíritu: recibe un masaje, una manicura o una pedicura, asiste a una comida o a una cena extravagante, alquila un barco o una casita de fin de semana, o haz que alguien te lleve el desayuno a la cama. (Podría ser que tuvieses que negociarlo con un amigo o familiar.) Haz cosas que te permitan sentirte rico merecedor. La energía que emitas por esta clase de experiencia enviará al universo el mensaje de que vives en la abundancia, por lo que el universo hará simplemente su trabajo y dirá: <