viernes, 3 de junio de 2011

El mapa para alcanzar el exito

EL MAPA
PARA
ALCANZAR
EL ÉXITO
Usted PUEDE llegar desde aquí
JOHN C.
MAXWELL
Un Sello de Editorial Caribe
Betania es un sello de Editorial Caribe, Inc.
© 2003 Editorial Caribe, Inc.
Una división de Thomas Nelson, Inc.
Nashville, TN—Miami, FL, EE.UU.


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email: editorial@editorialcaribe.com
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Título en inglés: Your Road Map for Success
© 1997 Maxwell Motivation, Inc., a California Corporation
Publicado por Thomas Nelson, Inc.
Este libro se publicó anteriormente en castellano con el título El viaje del éxito
A menos que se señale lo contrario, todas las citas bíblicas son tomadas de la Versión Reina-Valera
1960
© 1960 Sociedades Bíblicas Unidas en América Latina.
Usadas con permiso.
Traductor: Pedro Vega
ISBN: 0-88113-759-6
Reservados todos los derechos.
Prohibida la reproducción total
o parcial en cualquier forma,
escrita o electrónica, sin la debida
autorización de los editores.
Contenido
1. El viaje es más divertido si sabe haciadónde va
Conozca su propósito
2. ¿A dónde me gustaríair?
3. ¿Cuán lejos puedo llegar?
4. ¿Dónde encuentro el mapa del camino?
Cómo crecer hacia su máximo potencial
5. ¿Qué debo poner en mi maleta?
6. ¿Qué hago con los desvíos?
7. ¿Ya hemos llegado?
Siembre semillas que beneficien a otros
8. ¿Es un viaje familiar?
9. ¿A quién más debo llevar conmigo?
10. ¿Qué debemos hacer en el camino?
11. ¿Qué fue lo que más le gustó del viaje?
PRÓLOGO
Me parece que la mayoría de las personas sencillamente deja que su vida transcurra. Sin
embargo, unos pocos—muy pocos—deciden lo que les sucederá en la vida. ¡Mantenerse
con vida no es suficiente! De su inspiradora y significativa experiencia ministerial, John
Maxwell nos presenta enseñanzas muy prácticas sobre el modo de hacer con la vida algo
más que dejar que simplemente pase.
John Maxwell ha estado suficiente tiempo en el ministerio para saber que mucha gente
está buscando un viaje exitoso por la vida. En las siguientes páginas, encontramos sus
profundas y útiles ideas sobre esto.
En su exitosa novela, The Accidental Tourist [El turista accidental]—de la que luego se
hizo una película—Anne Tyler cuenta de una joven pareja cuyo único hijo es asesinado.
Esto, por supuesto, los afecta muchísimo. Los aparta cada vez más. Finalmente, están a
punto de la separación legal. La esposa de la historia, muy exasperada, le dice a su marido:
«Nada te conmueve. Solo te dejas arrastrar por la vida». Él guarda silencio largo rato y
entonces, más para sí mismo que para ella, responde quedamente: «No me dejo arrastrar.
Solo soporto».
John Maxwell y yo hemos descubierto que hay muchas personas que enfrentan la vida
de esta misma forma. Lo que usted leerá en este libro es la fórmula de Maxwell para el
«viaje del éxito». ¡Bárbaro! John bosqueja de un modo claro e inspirador el proceso de
vivir sus sueños. Quizás ustedes sepan que creo profundamente que el poder más grande en
el mundo es el poder de pensar que hay posibilidades. Si su sueño ha venido de Dios, lo
que usted necesita es ejercer este poder que hace milagros, y puede alcanzar esa meta
aparentemente inalcanzable. John Maxwell nos dice cómo lograrlo.
Primero, usted encuentra su sueño, su propósito, su meta y luego crece dentro de ese
sueño y descubre su máximo potencial. En el proceso usted toca, de un modo positivo y
redentor, la vida de otras personas que comienzan a encontrar el poder de un sueño y el
mapa para un viaje exitoso por la vida.
Tengo plena confianza que con este libro, nacido del corazón de un gran pastor y
visionario, usted está a punto de hacer un viraje en su vida que lo llevará por el exitoso
viaje de vivir sus sueños. Es un viraje que lo llevará del desaliento y la casi derrota, al
optimismo y a victorias inesperadas. Pasará de un nivel de éxito a otro, hasta los niveles de
realización más altos que jamás haya soñado. Los principios para el viaje del éxito están
aquí y son fantásticos. ¡Léalos! ¡Créalos! ¡Aplíquelos! ¡Trabajarán si usted trabaja con
ellos!
Robert H. Schuller
Catedral de Cristal
Garden Grove, California
Quiero dar gracias de corazón a las siguientes personas …
A mi esposa Margaret, que siempre me da valiosas sugerencias para mis libros y me ayuda
a recordar importantes detalles que de otro modo olvidaría. Mi viaje ha sido un éxito
porque ella es parte de mi vida.
A Linda Eggers, mi excelente asistente, quien trabaja incansablemente sin fanfarrias ni
reconocimientos, sin embargo, es siempre un miembro valioso del equipo y una parte
integral de cada proyecto que emprendo.
A Stephanie Wetzel, que lee cada palabra de cada manuscrito con ojo agudo y siempre da
ideas y ejerce su destreza editorial.
A Charlie Wetzel, quien hace la investigación y la redacción. Cuando comenzamos juntos,
éramos pastor y laico. Ahora somos amigos y colegas. Él es una valiosa extensión de mi
trabajo y llamamiento, y me ha elevado a un nivel más alto.
Capítulo 1
EL VIAJE ES MÁS
DIVERTIDO SI SABE
HACIA DÓNDE VA
Hace varios años, mientras hojeaba la revista Success[Éxito], encontré un estudio que
hizo Gallup -organización dedicada a hacer investigaciones- acerca de lo que la gente
piensa que es el éxito. Esto me llamó la atención pues siempre me he interesado por ayudar
a que otros alcancen el éxito, y quería saber lo que Gallup había recogido en su encuesta.
Las respuestas se dividían en doce categorías, pero la respuesta número uno era «buena
salud». El cincuenta y ocho por ciento de las personas identificaban esto con el éxito, por
sobre cualquier otra cosa. No sé qué piensa usted, pero yo valoro la buena salud, y he
tenido la bendición de gozarla. Pero si tuviera solo buena salud y nada más, no sé si diría
que he tenido éxito.
He descubierto que frecuentemente a la gente se le hace difícil definir el éxito. Pero si
no sabe lo que es el éxito, ¿cómo va a alcanzarlo? Por eso quiero ayudarle a identificar una
definición de éxito que le ayude: el éxito es un viaje.
Permítame comenzar a ilustrarlo contándole una historia. Hace algunos meses, estaba
frente a los setenta y cuatro empleados de INJOY -la organización que fundé en 1985 para
enseñar liderazgo y desarrollo personal- y me preparaba para darles algunas noticias que
sabía iban a ser estimulantes para algunos y desalentadoras para otros. Les iba a decir que
dentro de un año mudaríamos la empresa desde San Diego, California a Atlanta, Georgia.
Dick Peterson -el presidente de INJOY- y yo habíamos estado conversando por cerca de
seis meses sobre la posibilidad de mudar la empresa. Había comenzado como una
conversación causal del tipo «Y qué si …», pero después empezamos a darle un
pensamiento más serio. Pesamos las ventajas y pedimos a nuestro director de finanzas que
hiciera algunos cálculos. Conversamos sobre las oportunidades que nos traería. Y
finalmente concluimos que la mudanza a Atlanta hacía sentido en términos profesionales,
logísticos y económicos. Sabíamos que si queríamos alcanzar un nuevo nivel de
crecimiento y desarrollo, no solo como empresa, sino como individuos, necesitábamos
hacer el cambio.
Esa fue una decisión muy difícil en muchos aspectos. Nunca esperé salir de San Diego.
Desde el día que nos mudamos aquí desde Indiana, mi esposa Margaret y yo sentimos que
estábamos en casa. Es el único hogar que nuestros hijos, Elizabeth y Joel Porter, han
conocido. Pero a pesar de lo mucho que nos gustaba vivir en San Diego, estábamos
dispuestos a hacer el sacrificio de mudarnos para alcanzar un mayor éxito.
Nuestra preocupación más grande era la gente del equipo de INJOY. No sabíamos
cómo reaccionarían. San Diego es una de las ciudades más hermosas del país, y el clima es
perfecto. Muchos de nuestros empleados eran oriundos de San Diego, y tenían muchas
razones para quedarse en su ciudad.
Mientras me preparaba para hablar a los empleados, había una energía ruidosa en la
sala. No nos habíamos reunido como grupo en casi un año, y podía ver el entusiasmo y la
expectación en muchos rostros.
«Compañeros, quiero que me presten atención», comencé. «Tengo una importantísima
noticia que darles. En un año, a partir de este momento, estaremos mudando a INJOY para
Atlanta». Pude observar toda una gama de reacciones. Algunos parecían escandalizados.
Otros, se veían como si les hubiesen dado un golpe en el estómago. Jayne Hansen, una de
nuestras mejores representantes de servicio al cliente, tenía los ojos muy abiertos, el
mentón caído y tosió cada ocho a diez segundos durante el primer minuto que hablé.
Nuestros gerentes dieron muestras de alivio: habían guardado el secreto durante semanas.
Durante cincuenta y cinco minutos, Dick Peterson y yo explicamos todas nuestras
razones para la mudanza, dimos estadísticas e informaciones sobre Atlanta, les mostramos
un video de la Cámara de Comercio de Atlanta. Les dijimos que todo el que quisiera ir a
Atlanta tendría trabajo en cuanto llegara. Luego presentamos a dos personas que habíamos
traído de la mejor agencia de bienes raíces de esa ciudad para contestar preguntas.
DISPOSICIÓN DE
EMPRENDER EL VIAJE
No estábamos seguros de la reacción que tendría nuestro personal. Estábamos
proponiendo una mudanza que cambiaría radicalmente sus vidas. ¡Qué sorpresa cuando
más del 90% del grupo dijo que se mudaría o por lo menos consideraría la mudanza a
Atlanta! Estaban dispuestos a emprender el viaje.
Esto me puso a pensar. ¿Por qué tantos de ellos estaban dispuestos a ser desarraigados,
dejando todo lo que les era familiar, incluyendo a familiares y amigos, para mudarse al otro
extremo del país? Llegué a la conclusión que estaban dispuestos a ir por cuatro razones:
1. Les dimos un cuadro del lugar al que iban
Mientras Dick, los dos agentes de bienes raíces y yo hablamos a nuestra gente, les
dimos un cuadro de nuestro futuro en Atlanta: el ambiente positivo de trabajo, el mayor
número de vidas que podríamos alcanzar, la mejor calidad de vida y la oportunidad que
como empresa tendríamos para ascender a un nuevo nivel. Podían verlo todo, los beneficios
personales y los de la empresa.
2. Respondimos sus preguntas
La perspectiva de emprender un viaje puede crear inseguridad y provocar numerosas
preguntas. Nuestra gente quería saber dónde localizaríamos las oficinas, cómo eran las
escuelas de Atlanta, cómo era el mercado de bienes raíces, las atracciones culturales y de
diversión disponibles en la ciudad, la estructura estatal de impuestos, y así sucesivamente.
En esa primera reunión, pudimos responder casi todas sus preguntas.
3. Habían experimentado el éxito personal en sus
vidas
Como equipo, INJOY tenía éxito, y lo mismo ocurría con las personas. Eran
responsables del éxito de la empresa y al mismo tiempo disfrutaban de los frutos de ese
éxito. Tenían el sentido de propósito. Estaban creciendo personalmente. Y estaban
ayudando a otros.
4. Ya no eran los de antes y querían seguir teniendo
importancia
Un par de semanas antes del anuncio de la mudanza, oí a Patty Knoll, una de nuestras
empleadas, decir: «Me gusta trabajar en INJOY, y ayudar a tantas personas a través de lo
que hacemos. No puedo imaginarme trabajando en otro lugar». Cuando una persona ha
probado el éxito y se da cuenta que sus esfuerzos son importantes, es algo que jamás olvida
y que nunca quiere dejar. El hacer la diferencia en la vida de otros, cambia su perspectiva
de la vida y sus prioridades.
Quizás se esté diciendo: «¡Fantástico! Qué bueno que su gente quiera mudarse a
Georgia. Pero, ¿qué tiene que ver eso conmigo? ¡Yo no voy en ese viaje a Atlanta! ¿Y qué
de la definición de éxito?»
Es cierto que usted no se va a mudar para Atlanta, pero se está preparando para irse en
un viaje -el viaje del éxito- y ese viaje tiene el potencial de llevarlo muy lejos, quizás más
lejos que lo que usted ha soñado. Para emprenderlo, usted necesitará las mismas cosas que
necesitó el personal de INJOY: un cuadro del lugar al que va, respuestas a sus preguntas
sobre el éxito, conocimiento de lo que es el éxito, y la capacidad de cambiar y seguir
creciendo.
El éxito es para todos
Mi deseo es proveerle estas herramientas en este libro. Quiero ayudarle a descubrir su
cuadro personal del éxito, enseñarle lo que significa estar en el viaje hacia el éxito,
responder muchas de sus preguntas, y equiparlo con lo que necesitará para cambiar y seguir
creciendo. En el proceso, usted descubrirá que el éxito es para todos: el ama de casa y el
hombre de negocios; el estudiante y el que está próximo al retiro; el atleta y el pastor de una
iglesia local; el obrero y el empresario.
El cuadro tradicional del éxito
El problema para la mayoría de las personas que quieren ser exitosas no es que no
puedan alcanzar el éxito. El principal obstáculo es que lo entienden mal. Maltbie D.
Babcock dijo: «Uno de los errores más comunes, y el más costoso, es pensar que el éxito
se debe a algún genio, a algo mágico o alguna otra cosa que no poseemos».
¿Qué es el éxito? ¿Cómo es? La mayoría tiene un cuadro vago de lo que significa ser
una persona de éxito y se parece a algo como esto:
La riqueza de Bill Gates,
el físico de Arnold Schwarzenegger,
(o de Cindy Crawford),
la inteligencia de Albert Einstein,
la habilidad deportiva de Michael Jordan,
las proezas comerciales de Donald Trump,
la gracia y presencia social de Jackie Kennedy,
la imaginación de Walt Disney y
el corazón de la madre Teresa.
Eso suena absurdo, pero está más cerca de la verdad de lo que nos gustaría admitir.
Muchos de nosotros visualiza el éxito con parecerse a otra persona. Pero es obvio que usted
y yo no podemos ser algo distinto de lo que somos, y especialmente no podemos ser ocho
personas. Más importante que esto: no debe desear tal cosa. Si trata de ser como una de
esas personas, usted no tendría éxito. Sería una mala imitación de ellos, y eliminaría la
posibilidad de ser la persona que usted debe ser.
Cuadro erróneo del éxito
Aun si evita la trampa de pensar que el éxito consiste en ser como otra persona, todavía
podría tener un concepto erróneo de lo que es. Francamente, la mayoría de las personas lo
mal interpreta. Lo identifican -por error- con algún logro, con alcanzar una meta o cumplir
un objetivo. A continuación los conceptos erróneos más comunes acerca del éxito:
Riqueza
Posiblemente, el malentendido más común sobre el éxito es pensar que es lo mismo que
tener dinero. Muchas personas creen que si acumulan riquezas, serán exitosos. Pero la
riqueza no produce satisfacción ni éxito.
Al empresario John D. Rockefeller, un hombre tan rico que regaló más de 350 millones
de dólares durante su vida, se le preguntó una vez cuánto dinero necesitaría para quedar
satisfecho. Su respuesta: «Solo un poco más». El rey Salomón, del antiguo Israel, de quien
no solo se dice fue el hombre más sabio sino también el hombre más rico que haya existido,
afirma: «Quien ama el dinero, de dinero no se sacia.Quien ama las riquezas nunca tiene
suficiente».
En el mejor de los casos, la riqueza y lo que esta trae, son cosas fugaces. Por ejemplo,
en 1923, un pequeño grupo de los hombres más ricos del mundo se reunieron en el Hotel
Edgewater Beach de Chicago, Illinois. Eran la elite de la riqueza y del poder. En aquel
tiempo, ellos controlaban más dinero que la cantidad total existente en el Tesoro de los
Estados Unidos. Esta es una lista de los que estuvieron allí y lo que a la larga les ocurrió:
• Schwab, presidente de la industria independiente de acero más importante: murió en la
bancarrota.
• Arthur Cutten, el más grande de los especuladores de trigo: murió insolvente en el
extranjero.
• Richard Witney, presidente de la Bolsa de Valores de Nueva York: murió poco después
de ser puesto en libertad de la prisión de Sing Sing.
• Albert Fall, miembro del gabinete de un presidente de los Estados Unidos: se le indultó
de la prisión para que muriera en su hogar.
• Jess Livermore, el «oso» más grande de Wall Street: se suicidó.
• Leon Fraser, presidente del Bank of International Settlements: se suicidó.
• Ivar Kreuger, jefe del monopolio más grande del mundo: se suicidó.
Hasta el millonario griego, Aristóteles Onassis, que conservó su riqueza y murió a edad
avanzada, reconoció que el dinero no es equivalente al éxito. El sostuvo que «después que
llegas a cierto punto, el dinero pierde importancia. Lo que importa es el éxito».
Un sentimiento especial
Otro concepto equivocado es que una persona ha alcanzado el éxito cuando se siente
exitosa o feliz. Pero tratar de sentir el éxito es probablemente más difícil que tratar de
hacerse rico. Miremos, por ejemplo, al magnate de bienes raíces Donald Trump. Él dijo:
«La verdadera medida del éxito es cuán feliz eres. Tengo muchos amigos que no tienen
mucho dinero, pero son mucho más felices que yo, de modo que puedo decir que
probablemente son más exitosos». Trump, a quien muchos consideran exitoso, cree que la
felicidad es el éxito. Quizás sus felices amigos piensen que él es quien ha tenido éxito. Esta
creencia demuestra que muchas personas igualan el éxito con lo que no tienen.
La búsqueda continua de la felicidad es una de las principales razones por la que
muchas personas se sienten miserables. Si haces de la felicidad tu meta, estás destinado a
un fracaso seguro. Estarás continuamente en una montaña rusa, y pasarás del éxito al
fracaso con cada cambio de humor. La vida es incierta y las emociones inestables. No se
puede descansar en la felicidad como la medida del éxito.
Si hace de la felicidad su meta,
ciertamente está destinado
a fracasar
Posesiones específicas y valiosas
Piense en el pasado, en su niñez. Es posible que haya habido momentos en los que
deseó algo con todo el corazón, y creyó que si lo obtenía, esto haría una diferencia
importante en su vida. Para mí, fue una bicicleta Schwinn color vino tinto y plateada.
Cuando tenía nueve años, lo que estaba de moda en el vecindario era hacer carreras en
bicicleta. Teníamos carreras cortas para decidir quien era el más veloz y hacíamos rampas
de madera para ver quién saltaba más lejos. Algunos sábados hacíamos un mapa con una
ruta a campo traviesa que nos llevaba a recorrer media ciudad de ida y vuelta. ¡Qué bien la
pasábamos con nuestras bicicletas!
En aquel tiempo, corría una bicicleta vieja que había sido de mi hermano Larry, y tenía
problemas para mantenerme en línea con algunos de los niños que tenían bicicletas más
nuevas. Imaginaba que si tenía esa bicicleta Schwinn nueva, podría estar entre los mejores.
Tendría la bicicleta más nueva, más rápida y más linda de todos mis amigos, y los haría
tragar el polvo que levantaría.
En la mañana de Navidad de ese año, cuando fui a mirar lo que había en el árbol, tuve
una visión de lo que debía ser una bicicleta. Eso era antes, cuando las bicicletas eran
bicicletas. Eran sólidas como tanques. Y la mía tenía todo lo que pudiera desear: faldones
en los tapabarros, cromo, campanillas, luces: una joya. Por un tiempo estuve feliz. Amé esa
bicicleta y pasé largas horas corriéndola. Pero pronto descubrí que no me dio el éxito ni la
satisfacción que había deseado y esperado.
Ese proceso se ha repetido muchas veces en mi vida. Descubrí que el éxito no llegó
cuando fui titular del equipo de baloncesto del colegio, ni cuando fui presidente del centro
de estudiantes de la universidad, ni cuando compré mi primera casa. Nunca ha llegado
como resultado de poseer algo que deseé. En el mejor de los casos, las posesiones son un
activo temporal. El éxito no se alcanza ni se mide de esa manera.
Poder
Charles McElroy bromeó en una ocasión: «El poder es usualmente reconocido como un
excelente antidepresivo de corta duración». Esa afirmación contiene una gran dosis de
verdad, pues el poder suele dar la apariencia de éxito, pero aún así, es solo transitoria.
Quizás haya escuchado antes la cita del historiador inglés Lord Acton: «El poder tiende
a corromper; el poder absoluto corrompe absolutamente». Abraham Lincoln hizo eco de esa
creencia cuando dijo: «Casi todo hombre puede resistir la adversidad, pero si quieres probar
el carácter de un hombre, dale poder». El poder es realmente una prueba de carácter. En
manos de una persona íntegra, es un gran beneficio; en manos de un tirano, causa una
terrible destrucción. En sí mismo, el poder no es positivo ni negativo. No es fuente de
seguridad ni de éxito. Además, todos los dictadores -aun los benevolentes- eventualmente
pierden el poder.
Logro
Muchos tienen lo que llamo la «enfermedad del destino». Creen que si llegan a alguna
parte-obtienen una posición, alcanzan una meta o tienen una relación con la persona
adecuada-serán exitosos. En algún momento, tuve una opinión similar del éxito. Lo definía
como el logro de una meta predeterminada que valía la pena. Pero con el paso del tiempo
comprendí que esa definición se quedaba corta.
No hay dos personas que tengan
el mismo cuadro de lo que es
el éxito
El simple hecho de alcanzar unas metas no garantiza el éxito ni la satisfacción. Mire lo
que ocurrió con Michael Jordan. Hace unos años atrás, decidió retirarse del baloncesto,
diciendo que había logrado todas las metas que se había propuesto. Entonces se fue a jugar
béisbol en las ligas menores, pero no por mucho tiempo. No podía estar alejado del
baloncesto. Jugar el juego, estar en medio de la acción, era lo importante. ¿Puede verlo? El
éxito no es una lista de metas que se van tachando una tras otra. No es llegar a un destino.
El éxito es un viaje.
El cuadro correcto del éxito
Entonces, ¿cómo iniciar el viaje del éxito? ¿Qué se necesita para ser exitoso? Se
necesitan dos cosas: el cuadro correcto del éxito y los principios correctos para alcanzarlo.
No hay dos personas que tengan el mismo cuadro de lo que es el éxito porque hemos
sido creados diferentes, somos individuos únicos. Sin embargo, el proceso es el mismo para
todos. Se basa en principios que no cambian. Después de más de veinticinco años de
conocer a gente exitosa y de estudiar el tema, he definido el éxito de la siguiente manera:
Nunca agotará la capacidad de
crecer en pos de su potencial ni
agotará las oportunidades de
ayudar a otros
Éxito es …
Conocer su propósito en la vida,
crecer para alcanzar su máximo potencial, y
sembrar semillas que beneficien a los demás.
Con esta definición usted puede ver por qué el éxito es más un viaje que un destino. No
importa cuánto viva ni lo que haya decidido hacer en la vida, nunca agotará la capacidad de
crecer en pos de su potencial ni agotará las oportunidades de ayudar a otros. Cuando ve el
éxito como un viaje, nunca tendrá el problema de tratar de «llegar» a un engañoso destino
final. Y nunca se encontrará en una posición donde haya alcanzado una meta, solo para
descubrir que aún está insatisfecho y buscando algo más que hacer.
Otro beneficio de enfocarse en el viaje del éxito en lugar de en llegar a un destino o en
lograr una meta es que usted tiene el potencial de ser exitoso hoy. Usted alcanza el éxito en
el mismo momento en que hace el cambio para descubrir su propósito, crecer en su
potencial y ayudar a otros. Usted es exitoso ahora mismo, no es algo que espera lograr
algún día.
Para que pueda captar mejor estos aspectos del éxito, démosle un vistazo a cada uno de
ellos:
Conocer su propósito
Nada puede tomar el lugar del conocimiento del propósito. El millonario industrial
Henry J. Kaiser -fundador de Kaiser Aluminium y del sistema de cuidado de salud Kaiser-
Permanente- dijo: «Hay una abrumadora evidencia que indica que no puedes comenzar a
lograr lo mejor de ti a menos que hayas establecido algún objetivo para tu vida». Dicho de
otro modo, si usted no trata activamente de descubrir su propósito, posiblemente gaste el
resto de su vida cometiendo errores.
Creo que Dios hizo a cada persona con un propósito. Según el psicólogo Víctor Frankl:
«Cada uno tiene su vocación o misión específica en la vida. Cada cual tiene que llevar a
cabo una tarea concreta que exige cumplimiento. En esto la persona no puede ser
reemplazada ni se puede repetir su vida. Por lo tanto, la tarea de cada uno es tan única como
específica la oportunidad para realizarla». Cada uno tiene un propósito para el cual fue
creado. Nuestra responsabilidad -y nuestro mayor gozo- es identificarlo.
A continuación algunas preguntas que usted puede hacerse para identificar su propósito:
¿Qué estoy buscando? Todos tenemos un poderoso deseo en lo profundo de nuestro
corazón, algo que afecta nuestros pensamientos y sentimientos más íntimos, algo que
enciende nuestras almas. Algunas personas, desde niños, tienen una fuerte sensación de lo
que se trata. A otros, les lleva media vida llegar a descubrirlo. Pero no importa lo que sea,
está allí. Usted solo tiene que encontrarlo. (En el próximo capítulo hablaré más sobre el
desarrollo del sueño que tiene en su interior).
¿Por qué fui creado? Cada uno de nosotros es diferente. Nadie más en el mundo tiene
exactamente los mismos dones, talentos, antecedentes o futuro. Esa es una de las razones
por la que sería un grave error tratar de ser alguien distinto a quien usted es.
Piense en su combinación única de capacidades, en los recursos que tiene a su
disposición, en su historia personal y las oportunidades que le rodean. Si identifica
objetivamente estos factores y descubre el deseo de su corazón, habrá hecho mucho por
descubrir su propósito en la vida.
¿Creo en mi potencial? Usted no puede actuar consistentemente en una manera que
contradiga la imagen que tiene de sí mismo. Si no cree tener un potencial, nunca tratará de
ponerlo en funcionamiento. Si no está dispuesto a trabajar para alcanzar su potencial, no
tendrá éxito.
La respuesta a la pregunta
«¿cuándo empiezo?» es AHORA.
Debe tomar en cuenta el consejo del presidente Teodoro Roosevelt, quien dijo: «Haz lo
que puedas, con lo que tienes, donde estás». Si usted hace esto con sus ojos puestos en el
propósito de su vida, ¿qué más se puede esperar de usted?
¿Cuándo empiezo? Algunas personas viven sus vidas de día en día, permitiendo que
otros dicten lo que hacen y cómo deben hacerlo. Nunca tratan de descubrir el verdadero
propósito para su vida. Otros conocen su propósito, sin embargo, nunca actúan en
conformidad con él. Esperan la inspiración, el permiso o la invitación para comenzar. Pero
si esperan mucho, nunca se van a poner en marcha. Así que la respuesta a la pregunta
«¿cuándo empiezo?» es AHORA.
Cómo cultivar su potencial
El novelista H. G. Wells sostuvo que la riqueza, la notoriedad, la posición y el poder no
son de ningún modo una medida para el éxito. La única medida verdadera del éxito es la
relación entre lo que podríamos haber sido y lo que hemos llegado a ser. En otras palabras,
el éxito viene como resultado de la manera en que cultivamos nuestro potencial.
Se ha dicho que nuestro potencial es lo que Dios nos ha regalado, y lo que hacemos con
él es nuestro regalo a Dios. Pero al mismo tiempo, nuestro potencial es probablemente el
recurso sin utilizar más grande que tenemos. Henry Ford señaló: «No hay hombre viviente
que no pueda hacer más de lo que piensa que puede».
Tenemos un potencial casi ilimitado, sin embargo, son muy pocos los que procuran
alcanzarlo. ¿Por qué? La respuesta es: Podemos hacer cualquier cosa, pero no podemos
hacerlo todo. Muchas personas dejan que quienes le rodean decidan su agenda en la vida.
Como resultado, nunca se dedicarán realmente a su objetivo en la vida. Se convierten en
personas de muchos oficios -expertos en ninguno- en lugar de enfocarse en uno solo.
Si esto lo describe mejor de lo que le gustaría, probablemente esté listo para dar los
pasos para hacer un cambio. A continuación hay cuatro principios que lo pondrán en el
camino para cultivar su potencial:
1. Concéntrese en una meta principal
Jamás nadie ha alcanzado su potencial dividiéndose en veinte direcciones distintas.
Alcanzar su potencial requiere enfoque. Por eso es importante que descubra su propósito.
Una vez ha decidido dónde enfocar su atención, entonces debe decidir a qué cosas debe
renunciar para alcanzarlo. Esto es fundamental. No puede haber éxito sin sacrificio. Las dos
cosas van de la mano. Si quiere lograr poco, sacrifique poco. Si quiere lograr grandes cosas,
esté dispuesto a sacrificar mucho.
2. Concéntrese en un mejoramiento continuo
A David D. Glass -principal oficial ejecutivo de las tiendas Wal-Mart- le preguntaron a
quién admiraba más. Respondió que a Sam Walton, fundador de Wal-Mart. Destacó:
«Desde que lo conocí, nunca hubo un día en su vida que no mejorara en algún sentido».
La dedicación a un progreso continuo es la clave para alcanzar su potencial y tener
éxito. Cada día usted puede ser un poco mejor que ayer. Esto lo coloca a un paso más cerca
de su potencial. También encontrará que lo que obtiene como resultado de su crecimiento
no es tan importante como lo que usted llega a ser a lo largo del camino.
3. Olvide el pasado
Mi amigo Jack Hayford, pastor de Church on the Way [Iglesia del Camino], de Van
Nuys, California, comentó: «El pasado es un asunto muerto, y no podemos impulsarnos
hacia el mañana si lo llevamos a cuestas». Desdichadamente, eso es lo que mucha gente
hace. Y como resultado, nunca progresan.
Me gusta la actitud de Cyrus Curtis, ex propietario del Saturday Evening Post. En su
oficina tenía un letrero que decía: «El ayer terminó anoche». Era un recordatorio para él y
para sus empleados de que el pasado había quedado atrás y que debían mirar solo hacia
adelante.
Quizás usted haya cometido muchos errores o haya tenido un pasado con muchos
obstáculos y especialmente difícil. Ábrase camino a través de ellos y avance. No permita
que el pasado le impida alcanzar su potencial.
Si necesita inspiración, piense en personas que vencieron obstáculos aparentemente
insuperables, como Booker T. Washington. Booker nació en esclavitud, y se le negaron los
recursos que la sociedad blanca tenía a su disposición, pero él nunca permitió que esto le
impidiera buscar su potencial. Fundó el Instituto Tuskegee, y la National Black Business
League [Alianza Nacional para Asuntos de los Negros]. Washington dijo: «Aprendí que el
éxito debe ser medido no por la posición que uno haya alcanzado en la vida sino por los
obstáculos que se hayan superado tratando de tener éxito».
Piense en Hellen Keller, quien perdió la vista y la audición a los diecinueve meses de
edad. Venció sus graves incapacidades, logró graduarse del Colegio Radcliffe, se hizo
escritora, una reconocida conferencista, y heroína para las personas ciegas.
Piense en Franklin Delano Roosevelt. En 1921, a los treinta y nueve años, sufrió de una
caso grave de poliomielitis que lo dejó inválido y sumido en un terrible sufrimiento. Nunca
más pudo caminar sin ayuda. Pero esto no le impidió avanzar en la búsqueda de su
potencial. Ocho años después fue gobernador de Nueva York, y en 1932, fue elegido
presidente de los Estados Unidos.
Sin duda usted puede pensar en otras personas que han vencido tragedias o errores del
pasado para alcanzar su propio potencial. Quizás hasta conozca a alguien que luchó contra
la adversidad hasta alcanzar el éxito. Permita que ellos le inspiren. No importa lo que haya
tenido que enfrentar en el pasado, usted tiene el potencial para vencerlo.
4. Concéntrese en el futuro
Yoghi Berra, miembro del Salón de la Fama del Béisbol, dijo: «El futuro no es lo que
solía ser». Aunque quizás esto sea cierto, es todavía el único sitio adonde podemos ir. Su
potencial está delante de usted, así tenga ocho, dieciocho, cuarenta y ocho u ochenta años.
Todavía tiene espacio para mejorar. Mañana usted puede ser mejor de lo que es hoy. Como
dice el proverbio: «El que no mira hacia adelante, se queda atrás».
Siembre semillas que beneficien a otros
Cuando usted conoce el propósito de su vida y está creciendo para alcanzar su máximo
potencial, está en camino a ser exitoso. Pero hay una parte esencial en el viaje al éxito:
ayudar a otros. Sin este aspecto, el viaje puede ser una experiencia solitaria y superficial.
Nos ganamos la vida con lo que
recibimos, pero hacemos la vida
con lo que damos
Se ha dicho que nos ganamos la vida con lo que recibimos, pero hacemos la vida con lo
que damos. El médico, teólogo y filósofo Albert Schweitzer lo afirmó con mayor ímpetu:
«El propósito de la vida humana es servir, mostrar compasión y ayudar a los demás». Para
él, el viaje al éxito lo llevó a África, donde sirvió por muchos años.
En su caso, quizás el sembrar semillas que beneficien a otros no significará viajar a otro
país para servir a los pobres; a menos que este sea el propósito para que el que usted nació.
(Y si es así, no estará satisfecho hasta que lo esté haciendo). Sin embargo, si usted es como
la mayoría de las personas, ayudar a otros es algo que puede hacer en su propia nación, sea
pasando más tiempo con su familia, ayudando al desarrollo de un empleado que muestra
potencial, ayudando a personas en su comunidad, o posponiendo sus deseos por amor a su
equipo de trabajo. La clave es encontrar su propósito y ayudar a otros mientras procura
cumplirlo. El animador Danny Thomas insistía en que «todos hemos nacido por una razón,
pero no todos descubrimos el porqué. El éxito en la vida nada tiene que ver con lo que
ganas en ella o logras para ti. Es lo que haces por los demás».
El viaje del éxito no se verá igual para todos pues el cuadro del éxito es diferente para
cada persona. Pero los principios usados para emprender el viaje no cambian. Se pueden
aplicar en el hogar, en la escuela, en la oficina, en el campo de juego y en la iglesia. De eso
trata el resto de este libro: los principios que pueden ayudarle a conocer su propósito, a
crecer en su potencial y a sembrar semillas que beneficien a los demás. No importa dónde
se encuentre ahora. Usted puede aprender y aplicar estas ideas. ¡Puede ser exitoso hoy!
Acompáñeme en el viaje
Permítame contarle de alguien que actualmente está viajando conmigo en este viaje
llamado éxito. Su nombre es Charlie Wetzel; él redacta y hace las investigaciones para mis
libros y artículos. Si hace algunos años, usted le hubiera preguntado qué era el éxito,
probablemente le habría dicho: «Éxito es encontrar una carrera que disfrutes, en la que
puedas progresar y abrirte camino hasta llegar a la cumbre de tu empresa». Para Charlie, el
éxito era un destino, un sitio al que se llega después de dar lo mejor de sí mismo, pero cuyo
logro dependía de muchos factores ajenos a su control: circunstancias, políticas de la
oficina, oportunidades y suerte. Era un lugar al que esperaba llegar algún día, aunque solo
unos pocos lo logran. Y pienso que le hubiera dicho que no estaba muy seguro de algún día
poder llegar.
Charlie ha estado trabajando conmigo por cerca de dos años y medio, y esta no es la
forma en la que ahora piensa sobre el éxito. Ahora lo mira como un viaje, y se considera
exitoso. Ha estado trabajando para cumplir el propósito que cree que Dios le ha dado:
ayudar a otros a crecer y a alcanzar su potencial, y lo hace a través de la redacción. Cada
día está creciendo y tratando de alcanzar su potencial en términos profesionales, personales
y espirituales. Y en el camino, no solo me está ayudando a mí, sino también a todas las
personas que leen los libros y artículos. El éxito ya no es una meta futura en la distancia. Es
una realidad presente.
¿Qué cambió para Charlie? Primero, fue su actitud hacia el éxito. Lo mide en forma
diferente y trabaja diariamente al respecto. Segundo, ha adquirido muchas de las
herramientas que necesita para el éxito, que son los principios contenidos en este libro. Para
muchas personas, eso es todo lo que se necesita para ser exitoso. La parte más difícil es
comenzar. Por esto le quiero ayudar. He tenido el privilegio de ayudar a Charlie y a
muchos otros a comenzar el viaje. Ellos han tenido la experiencia del éxito, y no solo están
disfrutando del viaje; sino que llevan a otros consigo.
Permítame ayudarle a iniciar y a conocer el significado de tomar el viaje al éxito. No
volverá a mirar el éxito de la misma forma y su vida cambiará para siempre. Estará de
acuerdo con el columnista Whit Hobbs, quien escribió: «El éxito es despertar por la
mañana, quienquiera que seas, dondequiera estés, joven o viejo, y saltar de la cama porque
hay algo que te gusta hacer, en que lo que crees, para lo que eres bueno. Algo que es más
grande que tú y que difícilmente puedes esperar para retomarlo hoy».
Acompáñeme. ¡Iniciemos el viaje!
Capítulo 2
¿A DÓNDE
ME
GUSTARÍA IR?
Al comenzar a trabajar en este libro, separé algún tiempo para conversar con una
docena de amigos, familiares y colegas para conocer lo que pensaban sobre viajar. Una de
las cosas que les pregunté fue adónde les gustaría ir si pudieran hacer un viaje a cualquier
parte del mundo. Me dieron una gran variedad de respuestas.
Jayne Hansen quería regresar a Heidelberg, Alemania. Ella y su esposo Brad habían
pasado tres años en diversas partes de Alemania y ella quedó particularmente encantada
con la gente, los hermosos paisajes y la comida de Heidelberg. Tenía cálidos recuerdos de
esa ciudad.
Miriam Phillips dijo que quería ir a Australia a explorar y ver algunos de los animales
raros del país; especialmente quería ver los koalas. Pensaba que el viaje sería una aventura.
Tom Dunnam también quería ir a Australia, pero su mayor deseo era visitar la ópera de
Sydney y estar en una función. Tom es un cantante extraordinario, de modo que su
selección de viaje era completamente natural.
Charlie Wetzel dijo que quería ir a Inglaterra y ver los lugares ligados a la historia y la
literatura que había estudiado en la universidad: la Torre de Londres, la calle Fleet, el lugar
de la batalla de Hastings y el Lago Country. Verlos en persona daría vida a las memorables
historias que había leído.
Patty Knoll me dijo que le gustaría regresar como misionera a África. En su juventud
había pasado los dos meses y medio más significativos de su vida en la Costa de Marfil
trabajando con la gente allí. Instantáneamente le llenaron el corazón y, desde entonces,
anhelaba regresar.
Disfruté mucho conversar con ellos acerca de sus sueños de viajar. Sus ojos brillaban y
el habla se les aceleraba al describir mentalmente los lugares que verían y las actividades
que realizarían. Además les hice otra pregunta: ¿Por qué no han hecho el viaje de sus
sueños? Un par de personas dijo que no querían viajar solos y estaban esperando hasta
encontrar un compañero de viaje. Muchos de ellos dijeron que no tenían dinero. Otros
comentaron que no tenían el tiempo.
La experiencia me ha enseñado que hacemos tiempo y apartamos dinero para las cosas
que son más importantes para nosotros. No todas las personas que hacen el viaje de sus
sueños tienen cantidades ilimitadas de dinero y tiempo. Hacen el viaje porque lo
planificaron previamente y estuvieron dispuestos a pagar el precio exigido para poder ir.
Déjeme hacerle una pregunta similar: Si pudiera ir a cualquier lugar, ¿adónde le
gustaría ir? No como vacaciones, sino en su vida. Su respuesta a esa pregunta es importante
para determinar si usted tiene o no tiene éxito. Todos vamos de viaje, lo sepamos o no.
Viajamos inevitablemente hacia el fin de nuestra vida. Así que la verdadera pregunta para
nosotros es si vamos a elegir un destino y encaminarnos hacia él, o si vamos a dejarnos
llevar por la corriente, y permitir que otros determinen adónde llegaremos. La decisión es
completamente nuestra.
UN CRUCERO A NINGUNA PARTE
Si usted vive en un pueblo cerca del mar, puede haber visto los anuncios sobre los
«cruceros a ninguna parte». Quizás hasta haya ido en alguno. La gente sube al barco y al
dejar el muelle, en vez de dirigirse a alguna isla tropical o a otra localización exótica, viajan
en círculos en alta mar por un par de días. Mientras tanto, cenan comidas suntuosas,
descansan alrededor de una piscina, disfrutan de los espectáculos y participan de las
actividades a bordo. Es como haberse alojado en un buen hotel o en un complejo de
vacaciones.
Usted necesita identificar su
destino y navegar hacia él
El problema para mucha gente es que sus vidas se parecen mucho a esos cruceros.
Viajan sin destino. Siguen el patrón de la mayoría, y ocupan el tiempo en busca de placeres
o en actividades que no producen beneficio duradero para ellos ni para los demás. Mientras
tanto, viajan en círculos. Al final, no están en mejor posición que cuando partieron. El
crucero a ninguna parte puede ser una forma divertida de ocupar unos pocos días de
vacaciones, pero no es el modo de gastar su vida.
Como dije antes, el éxito es un viaje. Usted no se convierte de repente en alguien
exitoso cuando llega a un lugar específico o alcanza cierta meta. Pero esto no significa que
deba viajar sin identificar su destino. No puede cumplir su propósito ni cultivar su potencial
si no sabe en qué dirección ir. Usted necesita identificar su destino y navegar hacia él. En
otras palabras, necesita descubrir cuál es su sueño.
EL PODER DE UN SUEÑO
Creo que cada uno de nosotros tiene un sueño en su corazón. No hablo de querer ganar
la lotería. Ese tipo de idea viene del deseo de escapar de nuestras circunstancias presentes,
y no del deseo por buscar un sueño del corazón. Hablo de una visión interior profunda que
habla al alma misma. Es aquello para lo que hemos nacido. Requiere nuestros dones y
talentos. Apela a nuestros más elevados ideales. Enciende nuestro sentido de destino. Está
inseparablemente unido con el propósito de nuestra vida. El sueño nos inicia en el viaje al
éxito.
Cuando busco el nombre de una persona que identificó y vivió su sueño, pienso en el
pionero de la industria automotriz y visionario Henry Ford. Él dijo: «Todo el secreto de una
vida exitosa es descubrir qué estamos destinados a hacer, y luego hacerlo».
El sueño de Ford nació de su interés por todo lo que fuera mecánico. Desde su niñez
tuvo la pasión por estudiar y reparar maquinarias. Aprendió por cuenta propia sobre
máquinas de vapor, relojes y motores a combustión. Viajó por el campo haciendo
reparaciones gratuitas, solo para poner sus manos en alguna maquinaria. Se hizo mecánico
y relojero. Trabajó como ingeniero nocturno en la Detroit Edison Company. Ford se sentía
intrigado por la idea del automóvil y le dedicó más y más atención a esto. En 1896,
construyó su primer automóvil en el cobertizo trasero de su casa. Luego de esto, siguió
pensando en cómo mejorar sus esfuerzos, y estudió el trabajo de otros constructores de
coches, incluyendo a Ransom E. Olds, quien construyó el primer Oldsmobile en el 1900.
De su amor por las maquinarias y su curiosidad por el automóvil creció el sueño de
Ford: la creación de un automóvil de bajo costo y de producción masiva. Hasta ese
momento, los nuevos coches sin caballos eran un costoso artículo de lujo, solo al alcance de
los ricos. Pero Ford estaba decidido a poner el automóvil al alcance de la persona común.
En 1899, ayudó en la formación de la Detroit Motor Company. Pero cuando sus
compañeros de organización pusieron obstáculos a la idea de fabricar su producto en forma
económica para venderlo en forma masiva, dejó la empresa. Sin embargo, mantuvo su
sueño, y finalmente sus esfuerzos rindieron fruto. En 1903, organizó la Ford Motor
Company y comenzó a producir el modelo T. El primer año la nueva compañía produjo seis
mil autos. Pero ocho años más tarde producía más de 500.000. Además se las arreglaron
para reducir el precio inicial de venta de US$850 a solo $360. El sueño de Ford era una
realidad.
Quien tiene un sueño conoce a lo
que tiene que renunciar con
el propósito de avanzar.
Ford ha sido llamado genio y se le ha acreditado el nacimiento de la línea de ensamblaje
y la producción en masa. Pero no importa lo que haya obtenido personalmente, su mayor
ganancia fue su sueño y la disposición de dedicarse a él.
Un sueño hace muchas cosas a nuestro favor:
Un sueño nos da dirección
¿Ha conocido alguna persona que no tiene idea de lo que quiere hacer en la vida y que a
pesar de esto haya sido exitosa? Yo no. Y apuesto que usted tampoco. Todos necesitamos
apuntar en alguna dirección. El sueño nos da eso. Actúa como una brújula, y nos dice en
qué dirección debemos viajar. Y mientras no hayamos identificado esa dirección correcta,
nunca sabremos si estamor progresando. Nuestras acciones probablemente nos lleven hacia
atrás en lugar de llevarnos adelante. Si se mueve en cualquier dirección que sea distinta a la
de su sueño, perderá las oportunidades necesarias para ser exitoso.
Un sueño aumenta nuestro potencial
Sin un sueño, podemos tener problemas para descubrir nuestro potencial interior pues
no vemos más allá de las actuales circunstancias . Pero con un sueño, comenzamos a vernos
bajo una nueva luz, como poseedores de un nuevo potencial y capaces de avanzar y crecer
hasta alcanzarlo. Toda oportunidad que encontramos, cada recurso que descubrimos, cada
talento que desarrollamos llega a formar parte de nuestro potencial para crecer en dirección
hacia ese sueño. Mientras mayor el sueño, mayor el potencial. E. Paul Jovey dijo: «El
mundo de un ciego está limitado a lo que toca; el mundo del ignorante queda dentro de los
límites de su conocimiento; el mundo de un gran hombre por los límites de su visión». Si su
visión—su sueño—es grande, así será su potencial para el éxito.
Un sueño nos ayuda a establecer prioridades
Un sueño nos da esperanza para el futuro, y además nos da poder en el presente. Hace
posible que establezcamos prioridades en todo lo que hacemos. Quien tiene un sueño
conoce a lo que tiene que renunciar, con el propósito de avanzar. Puede medir cada cosa
que hace según le sirva o contribuya a su sueño. Se concentra en lo que le acerca más a ese
sueño y presta menos atención a todo lo que no contribuye a este propósito.
Irónicamente, mucha gente hace exactamente lo contrario. En vez de concentrarse en su
verdadero sueño y dejar lo de menor importancia, quieren mantener abierta todas las
alternativas. Pero cuando lo hacen, realmente enfrentan más problemas pues tomar
decisiones se les hace muy complicado. Son como el artista que hace girar platos. Puede
que haya visto alguno de ellos en los programas de variedades viejos. El actor pone un
plato en la punta de una varilla larga y delgada y lo hace girar. Luego hace lo mismo con
otra varilla y otro plato y luego otro. Sigue agregando platos hasta que tiene una buena
cantidad de ellos girando sobre su correspondiente varilla. Mientras sigue avanzando, debe
regresar ocasionalmente a dar más velocidad a un plato para que no caiga.
El actor que es realmente bueno en este espectáculo puede tener una cuantos platos
girando muy rápido al principio, pero a medida que avanza—aun los mejores—encuentran
más y más difícil seguir avanzando porque deben dedicar todo su tiempo a conservar el giro
en los platos que ya ha puesto. Poner el último plato en la varilla y hacerlo girar usualmente
toma un tiempo increíble.
Mantener vigentes todas las alternativas se parece mucho a esto. Al principio, es
divertido tener abiertas muchas posibilidades. Parece ser una idea excelente. Pero a medida
que transcurre el tiempo, no puede progresar porque dedica todo su tiempo a conservar las
alternativas en lugar de usar el tiempo para avanzar.
Cuando tiene un sueño, usted no tiene ese problema. Usted dedica el tiempo y las
energías exclusivamente en los «platos» que lo llevan más cerca de su sueño. Puede dejar
que los demás dejen de girar y se hagan trizas en el suelo. No tienen importancia. Ese
conocimiento le libera tiempo para concentrarse en las pocas cosas que marcan la
diferencia, y lo mantienen en el camino correcto.
Un sueño agrega valor a nuestro trabajo
Un sueño pone en perspectiva todo lo que hacemos. Aun las tareas que no son
interesantes ni tienen una recompensa inmediata cobran valor cuando sabemos que a larga
contribuirán a la realización del sueño. Cada actividad se convierte en una pieza importante
de un cuadro más grande. Me hace recordar la historia de un periodista que hablaba de tres
obreros de la construcción que ponían concreto en un lugar.
—¿Qué estás haciendo?—preguntó al primer trabajador.
—Me estoy ganando un cheque—gruñó. Le hizo la misma pregunta al segundo obrero,
quien lo miró por encima del hombro y le dijo: «¿Qué le parece que estoy haciendo? Estoy
mezclando concreto».
El tercer trabajador sonreía y silbaba mientras trabajaba.
—¿Qué haces?—le preguntó. Dejó lo que estaba haciendo y con entusiasmo dijo:
«Estoy haciendo un hogar para los desamparados». Se limpió las manos y continuó: «Mire,
allí estará la cocina. Allá el dormitorio de las mujeres. Allá…»
Los tres estaban haciendo el mismo trabajo. Pero solo el tercero estaba motivado por
una visión mayor. El trabajo que hacía cumplía un sueño, y agregaba valor a sus esfuerzos.
Vince Lombardi decía: «Creo firmemente que la mejor hora de cualquier hombre—su
mayor realización por sobre todo lo que considera importante—es el momento cuando ha
puesto su corazón en una buena causa y queda exhausto en el campo de batalla, victorioso».
Un sueño provee la perspectiva que hace posible ese tipo de esfuerzo.
Un sueño predice nuestro futuro
Catherine Logan dijo: «Una visión profetiza lo que puede ser nuestro. Es una invitación
a hacer algo. Con un gran cuadro en la mente vamos de un logro a otro usando los
materiales que nos rodean como peldaños hacia lo que es más alto, mejor y más
satisfactorio. Así llegamos a ser poseedores de valores invisibles que son eternos».
Nuestro sueño, cuando lo
seguimos, es el mejor
pronosticador de nuestro futuro.
Cuando tenemos un sueño, no somos solo espectadores sentados a la espera de que todo
salga bien. Tomamos una parte activa en la formación del propósito y significado de
nuestra vida. Y los vientos de cambio no nos llevan de aquí para allá. Nuestro sueño,
cuando lo seguimos, es el mejor pronosticador de nuestro futuro. Eso no significa que
tenemos alguna garantía, pero sí aumenta enormemente nuestra oportunidad de éxito.
Atrévase a soñar y a actuar sobre ese sueño. Hágalo a pesar de los problemas,
circunstancias y obstáculos. La historia está llena de hombres y mujeres que enfrentaron la
adversidad y, a pesar de ello, alcanzaron el éxito. Por ejemplo, el orador griego Demóstenes
¡era tartamudo! La primera vez que quiso hablar en público la gente se le rió en la cara.
Pero él tenía el sueño de ser un orador destacado. Siguió ese sueño y creció para lograr su
potencial. Se dice que se ponía piedrecillas en la boca y procuraba hablar superando el
sonido de las olas que rompían contra la playa. Su persistencia tuvo recompensa. Vivió su
sueño: llegó a ser el orador más destacado del mundo antiguo.
Otros se han atrevido a soñar y han sido exitosos. Napoleón, a pesar de su humilde
procedencia, llegó a ser emperador. Beethoven trajo a la vida su visión interior de la música
cuando compuso sinfonías, aun después de perder el oído. Charles Dickens soñaba con ser
escritor y, a pesar de haber nacido en la pobreza, llegó a ser el novelista más leído de la
Inglaterra victoriana.
Oliver Wendell Holmes comentó: «Lo grande en este mundo no es dónde estamos, sino
en qué dirección nos movemos». Esto es también una de las grandes cosas de tener un
sueño. Puedes seguir tu sueño no importa dónde te encuentres hoy. Y lo que ocurrió en el
pasado no es tan importante como lo que hay en el futuro. Como dice un proverbio: «No
importa cómo haya sido el pasado de una persona, su futuro es inmaculado». ¡Usted puede
empezar a seguir su sueño hoy mismo!
ETAPAS EN EL DESARROLLO
DE UN SUEÑO
A través de los años he aprendido mucho sobre la visión y lo que significa tener un
sueño pues es una parte fundamental del liderazgo. He observado que hay una gran
diferencia entre los que sueñan y los que hacen que su sueño se haga realidad. Como dijo
Nolan Bushnell, fundador de Atari—compañía de videojuegos famosa en los años
ochenta—«a todos les llega una buena idea en la ducha. Pero el que tiene éxito sale de la
ducha, se seca y hace algo respecto de esa idea».
A continuación, las etapas en el desarrollo de un sueño exitoso, según mis experiencias
y observaciones personales:
Lo pensé
Todo el proceso comienza con la semilla de una idea, una visión que nace de un deseo
del corazón. Muchas personas descubren su sueño en una idea repentina luego de trabajar
en una rama laboral por años. Algunos lo reciben mientras oran. Otros son motivados por
algún acontecimiento del pasado. Quizás usted ya haya experimentado la fase «Lo pienso»
y haya descubierto su sueño. Si no es así, lea los siguientes cinco pasos que le ayudarán a
quitar lo que sobra y a descubrir (o perfeccionar) su sueño:
1. Crea en su capacidad de lograr el éxito
Como dije antes, nadie puede actuar consistentemente en una manera que contradiga la
imagen que tiene de sí mismo. Si quiere tener éxito, debe creer que puede tenerlo. Para
lograr encontrar su sueño debe reconocer que es capaz de descubrirlo. No tiene que ser un
genio, tener suerte o ser rico. Solo tiene que creer que puede ocurrir.
2. Deshágase de su orgullo
La persona que está llena de sí misma no tiene espacio para un sueño que le cambie la
vida. Por eso es muy importante deshacerse del orgullo; puede impedirle que intente cosas
nuevas y de hacer preguntas por tener miedo de parecer tonto. Esto hace que usted quiera
permanecer en su zona de comodidad en vez de luchar por llegar al otro extremo. El orgullo
lo centra en las apariencias y no en el potencial. Le impide asumir los riesgos, algo que
debe hacer para descubrir su sueño. Si es una persona orgullosa, llegó el momento de
desechar su orgullo y de aferrarse a su sueño.
3. Cultive un descontento constructivo
El descontento es la fuerza que impulsa a la gente a buscar sus sueños. Piénselo: cada
invento registrado en la oficina de patentes de los Estados Unidos es el resultado de un
descontento creativo. Cada inventor, insatisfecho con algo que ya existía, halló un modo de
vencer creativamente su descontento inventando algo nuevo o mejorando lo ya existente.
Lo mismo aplica a usted. La complacencia nunca trae el éxito. Debe desear un cambio
positivo. Solo el descontento constructivo lo motivará a encontrar su propósito y a alcanzar
su potencial. Earle Wilson comenta: «Si lo que hiciste ayer todavía hoy te parece grande,
entonces no has hecho suficiente hoy».
4. Escape del hábito
El hábito se puede definir como algo que se hace sin pensar (quizás por esto tenemos
tantos de ellos). El hábito puede matar un sueño porque cuando deja de pensar, deja de
cuestionar y de soñar. Usted comienza a aceptar lo que es sin considerar lo que podría ser.
El hábito hace que usted se quede en las formalidades en lugar de pensar en las
posibilidades. Lentamente cierra la puerta hacia el potencial.
Examine todas las cosas que hace normalmente por rutina. Luego agítelas. Mire a su
horizonte. ¿Qué es lo que le importa? ¿Qué es está haciendo hoy día que no le impulsa en
dirección a su propósito, a desarrollar su potencial o a ayudar a otras personas? Comience a
hacer cambios. Sea creativo. Rompa la rutina y busque su sueño en su interior.
5. Equilibre la creatividad con el carácter
Dar rienda suelta a su creatividad para salir de la rutina y pensar en su sueño es una
parte básica del proceso, pero no valdrá de nada si no tiene el carácter para entrar en acción.
Cuando se trata de sueños, la gente verdaderamente exitosa tiene suficiente creatividad para
pensarlos y suficiente carácter para intentarlos. Ellos tienen suficiente creatividad para
visualizarlo en sus mentes y suficiente carácter para producirlo con sus manos. Tener todos
los sueños del mundo no hará ningún bien si no está dispuesto a despertar y poner manos a
la obra.
Lo capté
En el momento que usted descubre su sueño—aquello para lo que fue creado—es una
experiencia increíble. Pero eso solo no basta para emprender el viaje al éxito. El desarrollo
de un sueño exitoso es un proceso. El paso siguiente del desarrollo requiere que usted
invierta emocionalmente en su sueño. Necesita crecer más allá de sus pensamientos y entrar
en sus sentimientos.
En 1935, Hubert Humphrey escribió una carta a su esposa en su primer viaje a
Washington, D.C. Esta carta refleja la emoción del farmacéutico de Minnesota, que tenía
entonces veinticuatro años. Dice así: «Puedo ver cómo algún día, si tú y yo nos aplicamos y
nos proponemos trabajar para cosas grandes, podemos vivir aquí en Washington y
probablemente estar en el gobierno, en la política o en el servicio. Dios mío, espero que mi
sueño se haga realidad, de todos modos, voy a tratarlo». El sueño de Humphrey se hizo
realidad. En 1946 fue alcalde de Minneapolis; en 1949 fue elegido senador; y en 1964
sirvió como vicepresidente de Estados Unidos bajo Lyndon B. Johnson. En total,
Humphrey sirvió en el gobierno durante treinta y dos años.
Lo busqué
Un antiguo proverbio dice: «Del dicho al hecho va un gran trecho». Mucha gente tiene
sueños. Muchos tiene fuertes emociones al respecto. Pero lo que separa al desarrollador de
un sueño exitoso de un mero soñador es el compromiso con la acción. Entre las etapas de
«lo tengo» y «lo busqué», los sueños no mueren, solo se disipan. Se necesita hambre,
tenacidad y compromiso para ver que un sueño progresa hasta ser una realidad. Una vez
que haya descubierto su sueño, sígalo.
Algunos lo atacaron
Si un sueño corre el riesgo de disiparse antes de la etapa «lo busqué», entonces el
peligro luego de esa etapa es que sea repentinamente derribado. En sus primeras etapas, un
sueño es algo increíblemente frágil. Como lo expresa el experto en liderazgo, el consultor
administrativo y amigo Bob Biehl: «Los sueños son como burbujas de jabón flotando cerca
de rocas afiladas en un día ventoso».
En esta etapa del viaje los sueños son muy frágiles porque son demasiado nuevos. No
hemos tenido tiempo de dejarlos crecer ni de desarrollarse. No se han establecido y todavía
no tienen una trayectoria. Cuando un árbol de roble tiene apenas un año, hasta un niño
puede arrancarlo de raíz. Pero cuando ha pasado un tiempo y se establece con firmeza, ni la
fuerza de un huracán puede derribarlo.
Los sueños pueden ser derribados con mayor facilidad en este punto porque si son
atacados, los amigos o miembros de la familia son seguramente los atacantes puesto que
son los únicos que los conocen. Nuestras esperanzas y deseos pueden superar las críticas de
un extraño, pero tienen más dificultad para sobrevivir cuando los mina un ser amado.
En su libro Silver Boxes, mi amiga Florence Littauer cuenta una historia que revela el
poder que tienen los que están cerca de nosotros sobre nuestros sueños. Es sobre su suegra,
Marita Littauer. Luego de conocerla por muchos años y de sentirse un poco intimidada por
ella, un día Florence le preguntó a la anciana que le hubiera gustado ser de haber tenido la
oportunidad. «Cantante de ópera», respondió Marita sin vacilar. «Quería estudiar música,
pero mis padres pensaron que era un desperdicio de tiempo, que ganaría más en el negocio
de sombreros para señoras. Pero una vez participé en un espectáculo en la universidad y yo
era la voz principal».
La memoria de ese sueño nunca se apartó de Marita Littauer, aun cuando su madre lo
había derribado. En sus últimos días, la mente le falló y ya no podía hablar. Pero algunas
noches se paraba orgullosa junto a su silla y le cantaba óperas a su enfermera. Aún en el
crepúsculo de su vida, ese profundo deseo nunca la dejó. Florence dijo: Mamá tenía un
talento que nunca fue desarrollado, era una caja de música a la que no se permitió tocar,
una carrera que nunca comenzó. Murió con su música todavía adentro».*
Lo logré
La mayoría de las personas no tienen idea de lo cerca que han estado de alcanzar y vivir
su sueño, de llegar a la etapa de «lo tengo». El éxito se alcanza en pulgadas no en millas.
Por ejemplo, el jugador promedio en la liga mayor de béisbol anota un promedio de .250.
Otra manera de decirlo es que logra un golpe por cada cuatro intentos. Alguien que tenga
un promedio de .250 puede jugar en las grandes ligas, pero probablemente no se le
recordará cuando se retire.
Compárese eso con alguien como Tony Gwynn que juega con los Padres de San Diego.
Es considerado como uno de los mejores bateadores del béisbol. Ha ganado siete
campeonatos de bateo en las catorce temporadas que ha jugado. Algún día será elegido al
Salón de la Fama del Béisbol en Cooperstown, Nueva York.
Si usted no sabe de béisbol, podría pensar que para ser tan exitoso como él es debería
ser por lo menos el doble de bueno en bateo que el jugador promedio. Pero no es así.
Mientras escribo esto, Tony tiene un promedio general de bateo .336. Esto significa que
acierta un golpe de cada tres veces que batea. Usted tendría que asistir a tres juegos de
béisbol antes de ver ese golpe adicional que da Tony en comparación con el jugador
promedio de .250.
Su capacidad para vivir su sueño
puede estar más cerca de lo que
usted piensa.
Su capacidad de vivir su sueño puede estar más cerca de lo que usted piensa. Usted
necesita dedicación y perseverancia. Tiene que sobrevivir a las dudas y críticas de la gente
más cercana, pero puede sin duda puede llegar a la etapa de «lo tengo». Y cuando lo hace,
usted compartirá la opinión de Joe Namath, mariscal de campo ganador del Super Bowl,
que dijo: «Cuando ganas, nada duele».
Otros lo combatieron
Desdichadamente, no todo el mundo querrá celebrar con usted cuando su sueño
comience a ser realidad. Encontrará que la gente se clasifica en dos grupos:
• Los que combaten el fuego: Estas personas quieren apagar el fuego que siente por su
sueño. No importa lo que usted quiera, ellos están en contra. Por la manera que este tipo
de personas critica todo, podría pensar que les pagan por ello. Y nada que usted haga o
diga podrá hacerlos cambiar.
• Los que avivan el fuego: Hay personas que quieren ayudarle y están dispuestas a hacer
lo que puedan para hacer que las llamas de su éxito se eleven lo más alto posible.
Cuando usted está tratando de alcanzar su sueño, se sorprenderá algunas veces por las
personas que quieren avivar su fuego y las que lo quieren sofocar. Permítame contarle una
historia graciosa que ilustra vívidamente este punto. Un pajarito canadiense decidió que era
un problema demasiado grande viajar al sur para el invierno. Se dijo: «Puedo desafiar al
invierno. Muchos otros animales lo hacen. No puede ser tan difícil». Cuando todas las
demás aves emprendieron en bandadas el viaje hacia la asoleada América del Sur, este
pajarito se quedó a esperar el invierno.
Hacia fines de noviembre, estaba pensándolo de nuevo. Nunca había sentido tanto frío,
y no podía encontrar alimentos. Finalmente se quebrantó y comprendió que si no salía
pronto de allí, no iba a logra pasar el invierno. Entonces empezó su solitario vuelo hacia el
sur. Después de un tiempo comenzó a llover. Antes que se diera cuenta, el agua se estaba
convirtiendo en hielo en sus alas. En su lucha, se dio cuenta que no podría seguir volando.
Sabía que iba a morir, así que dejó de aletear y se estrelló contra el suelo junto a un
granero.
Estaba allí medio aturdido cuando pasó una vaca sobre él y plop, vació su intestino
sobre la pobre avecilla. El pajarito estaba completamente disgustado. Aquí estoy, pensó,
muerto de frío. Voy a morir. Estoy por dar mi último aliento y entonces me cae esto
encima. ¡Qué horrible manera de morir!
El pajarito contuvo el aliento y se preparó para morir. Pero después de dos minutos
descubrió que estaba ocurriendo un milagro. Se estaba calentando. El hielo de sus alas se
estaba derritiendo. Sus músculos se desentumecieron. La sangre fluía nuevamente.
Comprendió que después de todo iba a sobrevivir. Estaba tan contento y feliz que comenzó
a cantar una gloriosa canción.
En esos momentos, el viejo gato montés de la granja, que estaba echado en el heno lo
oyó cantar. No lo podía creer; no había oído algo igual desde algunos meses, y se dijo:
«¿No es un pájaro? Pensé que todos se habían ido para el sur por el invierno».
Salió del granero, miró hasta que vio donde estaba el pajarito. Se acercó y lo sacó
suavemente del desecho de la vaca, lo limpió … ¡y se lo comió!
Todo sueño digno de vivir vale la
pena compartirlo con otros.
Hay tres moralejas en este cuento: (1) No todo el que te ensucia es enemigo; (2) No
todo el que te limpia es tu amigo; (3) si alguien te ensucia, calla. Lo mismo puede aplicarse
a usted mientras trata de realizar su sueño. Algunas personas que se considera amigos
pelearán contra su éxito. Otros lo apoyarán de una manera no esperada. Pero no importa
quién lo critique ni cómo lo haga, no permita que nadie le desenfoque de su sueño.
Lo enseñé
Vale la pena dar a conocer a otros todo sueño que sea digno de vivirse. Después de
todo, eso es en gran medida lo que significa ser exitoso. Pero no todos lo ven así. He
observado que cuando la gente descubre su sueño reacciona de una de dos maneras.
Algunos esconden su sueño y lo conservan para sí. Cuando lo hacen, su sueño se encoge.
Debido a que no lo han compartido tienen que mantenerlo por sí mismos. Todo depende de
ellos. No buscan la ayuda de otros, los beneficios del trabajo en equipo ni el gozo de
compartir las bendiciones.
Pero la persona que comparte su sueño lo verá crecer. La fuerza de las ideas
compartidas suele llevarlas a un nivel completamente nuevo. El sueño se hace más grande
que lo que la persona que lo lanzó imaginó que podría ser. Y los demás que participan en él
suelen adoptarlo como propio.
Mientras usted da a otros la oportunidad de compartir su sueño, presente un cuadro
amplio de modo que ellos puedan captar la visión. Debería incluir lo siguiente:
• Un horizonte: para ayudarles a ver las increíbles posibilidades que tienen por delante
• El sol: para darles calor y esperanza
• Montañas: para representar los desafíos que hay por delante
• Aves: para inspirarles a levantar alas como águilas
• Flores: Para recordarles que se detengan a oler las rosas; a disfrutar el viaje mientras
van de camino
• Un sendero: para ofrecer dirección y seguridad, para dar la garantía de que los llevará el
camino correcto
• Usted mismo: para demostrar su compromiso con el sueño y con ellos
• Ellos : Para mostrarles dónde entran en el cuadro y para comunicarles su confianza en
ellos
Cuando usted está dispuesto a compartir su sueño incluyendo a otros, casi no casi
ningún límite en lo que puede lograr. Lo imposible queda al alcance.
Otros lo compraron
Si usted vive su sueño y lo comparte exitosamente, otros lo comprarán. La gente tiene
deseos de seguir a un líder con un gran sueño. Ahora más que nunca, la gente busca héroes.
Desafortunadamente, muchos los están buscando en sitios que seguramente los dejarán
desilusionados: en los deportes, la música, el cine y la televisión. Pero los verdaderos
héroes son líderes que pueden ayudar a otros a alcanzar el éxito, personas que llevan a otros
consigo. Y todo comienza con un sueño. Como dijo Winifred Newman: «Una visión es lo
que el mundo necesita con más desesperación. No hay situaciones sin esperanza; solo hay
personas que piensan sin esperanzas».
Cuando era pastor, hice muchas cosas para dar a conocer mi sueño a los demás. Por un
tiempo, hasta llevaba unas tarjetas que repartía a la gente para recordarles la importancia
del sueño y cuánto quería que ellos fueran parte de él. Esto es lo que decía:
Tengo un sueño
La historia nos dice que en toda era llega el momento en que los líderes deben pasar
adelante para hacer frente a las necesidades del momento. Por lo tanto, no hay ningún líder
potencial que no tenga la oportunidad para una mejor humanidad. Los que lo rodean tienen
el mismo privilegio. Afortunadamente, creo que Dios me ha rodeado con las personas que
aceptarán el reto de este momento.
Mi sueño me permite …
• Renunciar en cualquier momento a todo lo que soy para recibir todo lo que puedo llegar
a ser.
• Sentir lo invisible para poder hacer lo imposible.
• Confiar en los recursos de Dios pues el sueño es más grande que todas mis habilidades
y capacidades.
• Continuar cuando estoy desalentado, porque donde no hay fe en el futuro, no hay poder
en el presente.
• Atraer ganadores porque los grandes sueños atraen a grandes personas.
• Verme a mí mismo y a mi gente en el futuro. Nuestro sueño es la promesa de lo que
seremos algún día.
Sí, tengo un sueño. Viene de Dios. Es mayor que todos mis dones. Es tan grande como
el mundo, pero comienza con uno. ¿Te unirías a mí?
SIGA EL SUEÑO
Si aún no ha descubierto su sueño, probablemente comprenda lo mucho que se ha
estado perdiendo. Un sueño le dará una razón para avanzar, un camino a seguir y un blanco
que alcanzar. Además, Yoghi Berra dijo: «Si no sabes hacia dónde vas, podrías llegar a otro
lugar». ¿No dirías que ya es hora de empezar?
No hace mucho, vi en televisión una entrevista en que Mike Wallace entrevistaba a un
guía serpa del Nepal que ayudaba a los escaladores a alcanzar la cumbre del Monte Everest.
—¿Por qué lo hace?—preguntó Wallace.
—Para ayudar a otros a hacer algo que no pueden hacer por sí mismos—respondió el
guía.
—Pero hay tanto riesgo, tantos peligros—dijo Wallace.—¿Por qué insiste en llevar
gente hasta la cumbre de la montaña?
El guía sonrió y dijo:—Es obvio que usted nunca ha estado en la cumbre.
Llegar a la cumbre requiere de un sueño y un firme compromiso. Mientras mayor el
viaje, más comprometido tiene que estar para tomarlo. Mientras usted se prepara para
continuar su viaje al éxito, comprométase a descubrir su sueño y a seguirlo. El camino que
tiene por delante lo conozco bien porque hice ese compromiso y he viajado por ese camino
por más de treinta años. Haré el viaje con usted hasta que esté preparado para seguir sin mí.
Pero no importa cuánta ayuda pueda darle, no podrá lograrlo sin un compromiso.
Eche un vistazo a la declaración que aparece a continuación. Estudie el significado de
comprometerse en el viaje, y firme. Entonces prepárese para vivir su sueño.
Mientras mayor el viaje, más
comprometido tiene que estar
para tomarlo.
Compromiso con el viaje al éxito
Hoy hago el compromiso de ser exitoso. Reconozco que el éxito es un proceso, no un
destino. Descubriré mi sueño y haré lo que pueda para …
Conocer mi propósito en la vida,
Crecer para alcanzar mi máximo potencial, y
Sembrar semillas que beneficien a otros.
Aunque el camino esté lleno de baches, y requiera que aprenda un nuevo modo de ver
la vida, haré cuanto sea necesario y perseveraré. Emprenderé el viaje al éxito.
Firma ____________________________
Fecha ____________________________
El potencial para la grandeza vive en cada uno de nosotros. La clave para alcanzar la
grandeza se encuentra al descubrir nuestro sueño y luego desarrollarlo. ¡Ya está en camino!
PASOS PARA DAR EN EL CAMINO:
¿Adónde
le gustaría ir?
Para iniciar el viaje al éxito, el primer paso que necesita dar es descubrir su sueño.
Separe un tiempo—varias horas un fin de semana o quizás un día fuera del trabajo—para
trabajar con el siguiente material en la manera más honesta que pueda.
1. Mi pasado: Ningún sueño nace en el vacío. Surge de una vida. Henry Ford dijo:
«Antes que cualquiera otra cosa, prepararse es el secreto del éxito». Lo sepa o no, su vida lo
ha estado preparando para su sueño. Responda estas preguntas para ver cómo ha sido
preparado:
a) ¿Cuáles son mis tres talentos más grandes?
1__________________________________________________________
2__________________________________________________________
3__________________________________________________________
b) ¿Cuál es la fortaleza más notable de mi carácter?
___________________________________________________________
c) ¿Para qué dicen otros—que no ganan nada al decirlo—que soy bueno?
___________________________________________________________
d) ¿Para qué me han preparado las experiencias únicas de mi vida?
___________________________________________________________
e) ¿Cuál es mi pasión más grande, eso que me gusta hacer tanto que lo haría feliz sin
cobrar?
___________________________________________________________
f) ¿Qué es tan importante para mí que estaría dispuesto a morir por ello?
2. Mi presente. Algunas personas miran las circunstancias presentes y se desalientan
porque no están donde quisieran estar. Pero mirar el presente es parte del proceso de
descubrir su sueño. Responda las siguientes preguntas que le ayudarán a ver el potencial
del presente:
a) ¿Cuáles son todos mis recursos presentes? (incluya tiempo, dinero, personas
oportunidades, etc.)
1__________________________________________________________
2__________________________________________________________
3__________________________________________________________
4__________________________________________________________
5__________________________________________________________
6__________________________________________________________
7__________________________________________________________
8__________________________________________________________
9__________________________________________________________
10_________________________________________________________
b) ¿Cuáles de mis circunstancias presentes puedo cambiar positivamente para liberar más
recursos o para crear más oportunidades?
c) ¿Qué hay de único en mis circunstancias presentes: mi lugar en la historia, donde vivo,
donde trabajo, la gente que conozco?
1__________________________________________________________
2__________________________________________________________
3__________________________________________________________
4__________________________________________________________
5__________________________________________________________
3. Mi futuro: Espero que usted haya comenzado a ver un patrón creado por su pasado y
sus circunstancias presentes. Ahora es tiempo que se pregunte, si pudiera ser todo lo que
quisiera, ¿qué sería? Escriba aquí su respuesta:
____________________________________________________________
En los siguientes capítulos, conversaremos sobre lo que se necesita para acercarse a la
realización de su sueño.
Capítulo 3
¿CUÁN LEJOS
PUEDO
LLEGAR?
Cada vez que voy a Washington, D. C., trato de visitar la Institución Smithsoniana. Me
gusta la historia—especialmente la de Estados Unidos—y dicha institución alberga
artefactos y muestras de los más de doscientos años de nuestra nación. De todo lo que se
exhibe, lo que más me gusta es un segmento en video de un discurso al Congreso del
presidente Kennedy el 25 de mayo de 1961. Cada vez que lo veo me pone la carne de
gallina. Registra el momento en que Kennedy llama a América a realizar el viaje más
increíble que se haya concebido. Lanza la visión para la ejecución de una idea que ya había
sido escrita el año 160 d.C. por el satírico griego Luciano de Samosata y que había estado
en el pensamiento del hombre durante los dieciocho siglos siguientes: «Creo que esta
nación debe comprometerse a lograr la meta de enviar un hombre a la luna y traerlo a la
tierra de regreso y a salvo antes del fin de la década».
En el presente, con la popularidad de la ciencia ficción, un viaje a la luna parece algo
ordinario. Después de todo, en la televisión usted puede ver cada día de la semana gente
que vive lejos en el espacio o que viajan alrededor de la galaxia. Pero en el 1961, era la
meta más descabellada que pudiera imaginarse. Hoy sería como proponer que una persona
nadara ida y vuelta a través del Océano Pacífico desde California a Japón. A fines de la
década del cincuenta y a principios de la década del sesenta, Estados Unidos estaba en una
carrera espacial con la Unión Soviética y se estaba quedando atrás. Yo tenía unos diez años
cuando oí que la Unión Soviética había puesto en órbita su primer satélite, el Sputnik. Me
sentí como si me hubiera acostado una noche como el mejor jugador de béisbol de la
escuela y al día siguiente saber que Babe Ruth era el nuevo alumno en la clase. ¡Qué golpe
tan rudo! Después lanzaron el Sputnik II con su primer viajero espacial, la perra Laika. En
1959 enviaron el Lunik I, primera máquina espacial que supera el campo de gravedad de la
tierra y vuela cerca de la luna. Los soviéticos parecían estar dando «knock-outs» con cada
golpe que lanzaban. También enviaron el primer hombre al espacio, y una de sus naves fue
la primera en hacer órbitas alrededor de la tierra. Los soviéticos iban ganando.
En medio de esta desastrosa situación, aparece el presidente John Kennedy, se pone de
pie ante los Estados Unidos, y dice que veremos un hombre en la luna al final de la década.
La mayoría pensó que era imposible. Aun algunos de los ejecutivos de la NASA pensaban
que no se podría lograr. Hubo quienes dijeron a Kennedy que querían hacerlo algún día,
pero que era solo un sueño. No existía la tecnología que permitiera lograrlo, y no estaban
seguros de que pudiera existir. Pero eso no detuvo a Kennedy. Él no solo convirtió lo
imposible en meta, sino que también le puso un plazo límite.
A pesar de todas las dudas, el 16 de julio de 1969, el Apolo 11 despegó de la plataforma
de lanzamiento 39 del Centro Espacial Kennedy y comenzó un viaje de casi 400.000
kilómetros a la luna. Cuatro días después, Neil Armstrong y Buzz Aldrin alunizaron el
módulo Eagle y 500 millones de personas vieron por televisión cuando Armstrong dio el
primer paso en el fino polvo gris de la luna y dijo sus famosas palabras: «Es el paso
pequeño de un hombre, pero un salto gigantesco para la humanidad». Lo habíamos logrado.
¡Habíamos alcanzado lo imposible! Es una pena que el Presidente Kennedy no vivió para
verlo.
Cuando nuestras actitudes
superan nuestras habilidades, aun
lo imposible se hace posible.
¡Que gran acontecimiento en la historia de la humanidad! Quizás no lo crean, pero en
ese tiempo el hecho era tan increíble que en la pequeña comunidad de Indiana donde vivía,
mucha gente se negó a aceptar que estuviera ocurriendo en la realidad. Conversé con
personas que estaban convencidas que las imágenes en blanco y negro de la pantalla del
televisor las estaban transmitiendo, no desde la luna, sino desde algún escenario en una
base secreta de los Estados Unidos.
SU ACTITUD DETERMINA
SU ALTITUD
Ese viaje no debió haber sido posible, pero ocurrió. Es increíble, pero los soviéticos (y
ahora los rusos), que iban tan aventajados en la carrera espacial en 1961, aún no han
llevado a nadie a la luna. ¿Qué fue lo que nos impulsó a lograr semejante hazaña y en
tiempo récord? No fue el poder de nuestra tecnología ni la amenaza de la superioridad
soviética en la guerra fría. Pusimos un hombre en la luna porque creímos que podíamos
hacerlo. En un abrir y cerrar de ojos, el discurso de John F. Kennedy convirtió el alunizaje
en una meta alcanzable en lugar de ser un sueño imposible. Casi no importó dónde
estábamos tecnológicamente. El alunizaje se hizo una realidad debido a un cambio de
actitud. Cuando nuestras actitudes superan nuestras habilidades, aun lo imposible se hace
posible.
He conversado con gente que trabajaba en el programa espacial, y me han dicho que la
atmósfera era electrizante debido a la expectación. Cada día mientras trabajaban, un
pensamiento estaba claro en sus mentes: Vamos a llevar un hombre a la luna. La meta del
presidente contenía el sueño y estimuló la actitud positiva necesaria para hacer que fuera
posible.
Ese es el poder de un sueño unido a la actitud positiva. Si tiene una y le falta la otra, no
podrá llegar muy lejos en su viaje.
• El sueño sin una actitud positiva resulta en alguien que sueña despierto.
• Una actitud positiva sin un sueño, resulta en una persona agradable que no puede
progresar.
• Un sueño con una actitud positiva resulta en una persona con posibilidades y potencial
ilimitados.
Para llegar lejos—y en la dirección correcta—necesita ambas cosas. Kennedy lo sabía.
Un sueño por sí mismo no hará nada. En realidad, su actitud no es únicamente una
contribución necesaria para ser exitoso. Su actitud—y no la inteligencia, el talento, la
educación, la capacidad técnica, la oportunidad, ni siquiera el trabajo arduo—es el factor
principal que determina cuán lejos llegará en el viaje del éxito.
Yoghi Berra, cuyos comentarios siempre parecen contener humor y verdad, dijo: «La
vida es como el béisbol; noventa y cinco por ciento mental y la otra mitad física». A pesar
de su peculiar matemática, Berra sabía cómo la persona promedio desestima el rol de la
mente en el proceso del éxito. Si usted tiene inteligencia, talento, educación, conocimiento
técnico, oportunidades y una firme ética de trabajo pero le falta la actitud correcta nunca
disfrutará del viaje al éxito. Quizás esto sea una idea revolucionaria para usted, así que lo
voy a repetir: Si no tiene una buena actitud, nunca disfrutará del viaje al éxito. La buena
actitud hace la diferencia. Lowell Peacock dijo: «La actitud es la primera cualidad que
marca al hombre de éxito. Si tiene una actitud positiva y es un pensador positivo, que le
gustan los desafíos y las situaciones difíciles, entonces ya ha logrado la mitad de su éxito».
QUIÉN Y DÓNDE SE ENCUENTRA HOY ES EL
RESULTADO DE SU ACTITUD
Su actitud no solo dirige su futuro sino que también afecta su presente. El psicólogo y
filósofo William James, dijo: «El descubrimiento más importante de mi generación es que
las personas pueden alterar su vida si cambian la actitud de su mente». Las decisiones que
hasta ahora usted ha tomado han sido el resultado de su actitud. Su actitud determina sus
acciones, y sus acciones determinan sus logros. Le guste o no pensar al respecto, la persona
que usted es y el lugar que ocupa hoy son el resultado de su actitud.
Cuando usted nace, todo está fuera de su control. No eligió sus padres biológicos,
cuándo y dónde nacer ni las demás circunstancias. Pero a medida que creció, comenzó a
tomar decisiones, y a hacerse responsable por lo que ocurría en su vida. En la adolescencia,
se multiplicó el número de decisiones que debía tomar, y para el final de la segunda década
de su vida, las decisiones eran totalmente suyas, lo quiera reconocer o no. Ahora mismo, si
tiene más de veintiún años, usted es completamente responsable de sus decisiones y de su
actitud.
Leí una divertida anécdota del presidente Lincoln que muestra la relación entre nuestras
decisiones y su efecto sobre quienes somos. Un consejero de Lincoln le recomendó a una
persona para un cargo en su gabinete, pero Lincoln rechazó la sugerencia.
—No me gusta la cara de ese hombre—dijo.
—Pero, señor—dijo el consejero—él no puede ser responsable por su cara.
—Todo hombre de más de cuarenta años es responsable por su cara—fue la respuesta
de Lincoln.
Lo que usted es y cómo piensa se puede leer en su rostro. Cuando se mira al espejo y ve
una expresión amarga, está viendo la expresión exterior de su actitud.
SU ACTITUD DE HOY ES
UNA DECISIÓN
La mayoría de las personas con malas actitudes normalmente señalan algo fuera de sí
mismos para explicar su problema. Pero usted no puede culpar a nada ni a nadie por su
actitud, esa responsabilidad es solo suya. No es lo le ocurre a usted, sino lo que ocurre en
usted lo que cuenta. Su actitud no está basada en
• Las circunstancias: Quizás no pueda controlar lo que le ocurre, pero usted es
completamente responsable por la reacción ante lo que le ocurre
• La crianza: El pasado ya se fue y está fuera de su control. Usted es responsable de no
dejar que lo controle en el presente.
• Las limitaciones: Dado que todos enfrentamos limitaciones de alguna especie—falta de
talento, limitaciones de dinero, pocas oportunidades, apariencia pobre—usted necesita
aprender a vivir con ellas. Como dijo Robert Schuller, sus limitaciones deben ser
directrices, no señales de parar. Deben dirigir y guiar su camino en el viaje, pero no
impedírselo.
• Los otros: Nadie sino usted es responsable de las decisiones que toma hoy. Puede haber
sido dañado o sometido a abusos en el pasado, pero a usted le corresponde vencer esas
heridas—como lo haría con una física—y pasar adelante.
La verdad es que cualquiera, no importa cuan buenas sean las circunstancias, puede
encontrar una razón para tener una actitud negativa. Y cualquier, no importa cuán malas
sean las circunstancias, puede encontrar la manera de mantener una buena actitud.
Mire la siguiente caricatura tomada de la tira cómica «Crock» de Bill Rechin y Don
Guilder. Ilustra el punto que la actitud es una decisión. El trasfondo y las circunstancias
pueden haber tenido alguna influencia sobre lo que usted es, pero usted es responsable de lo
que llega a ser. Lo que usted hace hoy determina quien será mañana.
En su libro Go for the Magic, Pat Williams narra una historia relatada por el escritor
deportivo Bob Broeg acerca del jugador de béisbol del Salón de la Fama Stan Musial, quien
fue reconocido como uno de los jugadores más consistentes de ese deporte. Un día, cuando
Musial jugaba con los Cardenales de San Luis, entró a la casa club un compañero de equipo
silbando. Se volvió a Stan y le dijo: «Me siento muy bien. Mi vida en el hogar es feliz.
Todo está en orden. Presiento que voy a batear dos hits hoy. ¿Te has sentido así, Stan?»
Sonriendo, Musial lo miró y dijo: «¡Todos los días!»
Uno de los descubrimientos más grandes que puede hacer es que puede cambiar. No
importa dónde estaba ayer o cuan negativas hayan sido sus actitudes en el pasado, puede ser
más positivo hoy. Eso marca una diferencia increíble en su potencial y en su vida.
Una cita en la puerta del salón de casilleros de los Suns de Phoenix resume la
importancia de elegir una actitud positiva. Fue dicha por el ex Celtic de Boston, Bill
Russell. Dice: «El juego está en agenda, tenemos que jugarlo; de la misma forma podemos
ganar». ¡Qué maravillosa idea! Y de un verdadero triunfador. Mientras Russell jugaba con
los Celtics, ganaron once títulos de la NBA (Asociación Nacional de Baloncesto) en trece
años. Tener una actitud positiva le sirvió a él; y puede servirle a usted también.
SU ACTITUD DECIDE SU ENFOQUE DEL VIAJE
Hace varios años se realizó un experimento en una escuela de la Bahía de San
Francisco. El director convocó a tres profesores y les dijo: «Como ustedes son los tres
profesores mejores del sistema y tienen la mayor experiencia, vamos a darles noventa
estudiantes seleccionados por su elevado coeficiente intelectual. Vamos a dejar que ustedes
se encarguen de estos estudiantes el próximo año y los lleven a su velocidad y vean cuánto
pueden aprender.
Los tres miembros de la facultad, los alumnos y los padres de los alumnos pensaron que
era una gran idea. Todos disfrutaron en forma especial ese año escolar. Al final del curso,
los alumnos habían tenido un rendimiento entre 20 y 30% más que los demás estudiantes de
la zona de la Bahía de San Francisco.
El director llamó a los tres profesores y les dijo: «Tengo que hacerles una confesión.
Ustedes no tenían a noventa alumnos con alto coeficiente intelectual. Eran alumnos del
montón. Elegimos al azar noventa alumnos del sistema y se los entregamos a ustedes.
Naturalmente, los profesores llegaron a la conclusión que sus excepcionales dotes
pedagógicas eran responsables del gran progreso de los alumnos.
«Tengo que hacerles otra confesión», dijo el director. «Ustedes no son los profesores
más brillantes. Sus nombres fueron los tres primeros que sacamos del sombrero».
Entonces, ¿por qué los alumnos y los profesores tuvieron ese excepcional nivel de
rendimiento por todo un año? La respuesta se puede encontrar en sus actitudes. Tenían una
actitud de expectación positiva. Profesores y estudiantes creían en sí mismos y los unos en
los otros. Tuvieron ese buen rendimiento porque creyeron que podían.*
Su modo de pensar afecta
poderosamente su enfoque en el
viaje al éxito
Su actitud hacia la vida determina la actitud de la vida hacia usted. Su modo de pensar
afecta poderosamente su enfoque en el viaje del éxito.
Lo que creo sobre la vida determina
mi percepción de la vida, lo que a su vez determina
lo que recibo de la vida.
Si espera lo peor, eso recibirá. Si espera lo mejor, aun cuando tropiece con
circunstancias negativas—y así será, pues una actitud positiva no las detiene—puede hacer
lo mejor de ello y seguir adelante.
MIENTRAS MEJOR SEA SU ACTITUD, MÁS LEJOS
LLEGARÁ
Si conversa con personas de las principales organizaciones del país, mientras más arriba
vaya, mejores actitudes encontrará. Un estudio de Fortune 500 encontró que el noventa y
cuatro por ciento de los ejecutivos entrevistados atribuían su éxito más a la actitud que a
otro factor.* Eso le muestra que si quiere ir más lejos debe tener una buena actitud.
La actitud afecta mucho más que solo su habilidad para tener éxito en los negocios.
Afecta cada aspecto de su vida, aun su salud. Leí de un estudio hecho en el Hospital King’s
College, en Londres, Inglaterra. Fue hecho entre pacientes de cáncer a quienes se le había
practicado mastectomías. Los investigadores del hospital siguieron el progreso de cincuenta
y siete mujeres. De las que habían tenido una actitud positiva cuando se les diagnosticó
cáncer, siete de cada diez todavía luego de diez años. Pero de las que se dejaron llevar por
la desesperación durante el diagnóstico, ocho de cada diez habían muerto.* Otras
investigaciones médicas siguen encontrando resultados similares. Usted puede ir más lejos
en la vida—y vivir más—con una buena actitud que sin ella.
SU ACTITUD ESTABLECE LA DIFERENCIA ENTRE EL
ÉXITO Y EL FRACASO
Una buena actitud hace posible que usted sea exitoso. Le da la energía para que pueda
seguir su propósito, haga crecer su potencial, y siembre semillas que beneficien a otros.
Pero también hace que el viaje sea más agradable en el camino sin importar a donde le
lleve. John Wooden—ex entrenador de baloncesto de UCLA—dijo: «Las cosas resultan
mejor para la gente que hace lo mejor de la forma como resultan las cosas».
Hace un tiempo atrás jugaba golf con mi amigo Zig Ziglar, una de las personas más
positivas que conozco. Me contó la historia de un muchacho llamado Jeb. Durante su
crecimiento, su madre entraba en el dormitorio y lo despertaba a las 5:30, diciendo: «Jeb,
va a ser un gran día».
Pero eso no era lo que el niño deseaba oír a esa hora de la mañana. Su primer trabajo
cada día era salir y traer el carbón para encender el fuego y calentar la casa. Lo aborrecía.
Un día cuando ella entró y dijo: «Va a ser un gran día», Jeb respondió bruscamente:
—No, mamá. Va a ser un día asqueroso. Estoy cansado. La casa está fría. No quiero
levantarme y traer carbón. ¡Es un día horrible!
—Querido—ella contestó—no sabía que te sentías así. ¿Por qué no vuelves a la cama y
duermes otro poco?
—¿Por qué no pensé en esto antes?—se dijo creyendo que había dado en el clavo.
Despertó dos horas después. La casa estaba caliente, y podía oler el desayuno que
estaban preparando. Salió de la cama, se vistió y fue a sentarse a la mesa de la cocina.
—Estoy hambriento—dijo. He descansado bien. Ya está listo el desayuno. Esto esta
perfecto.
—Querido—dijo la mamá—, hoy no hay comida para ti. ¿Recuerdas que dijiste que iba
a ser un día horrible? Como madre, voy a hacer lo mejor que pueda para que tengas un día
horrible. Vuelve a tu dormitorio y quédate allí todo el día. No tienes permiso para salir de
allí, y no vas a tener nada para comer. Nos veremos mañana a las cinco y media.
Jeb regresó a su dormitorio desanimado y se acostó. Pudo dormir más o menos otra
hora. Pero eso era todo lo que una persona puede dormir. Pasó todo el día deprimido en la
habitación, con un hambre que crecía con el paso del tiempo. Cuando oscureció volvió a
meterse en la cama y trató de dormir.
Despertó varias horas ante del amanecer. Se vistió. Estaba sentado a la orilla de la cama
cuando la mamá abrió la puerta de su habitación a las cinco y media. Antes que ella dijera
algo, Jeb se puso de pie de un salto y dijo: «Mamá, ¡va a ser un gran día!»
Lo que era cierto para Jeb es cierto para usted también. Usted puede cambiar su actitud.
Quizás no pueda cambiar las demás cosas, pero definitivamente puede hacer que su actitud
sea más positiva. Si lo trata, pronto descubrirá que la mejor mano de ayuda está en el
extremo de su propio brazo.
SIETE SEÑALES DE UNA GRAN ACTITUD
¿Qué significa tener una gran actitud? Probablemente haya escuchado la antigua
expresión de que una persona positiva ve un vaso medio lleno en lugar de medio vacío.
Esto es cierto, pero solo cuenta una pequeña porción de la historia. Creo que las personas
positivas comparten siete cualidades:
1. Creen en sí mismos
Herb True dijo: «Muchas personas tienen éxito cuando otros no creen en ellas. Pero
muy rara vez una persona que no cree en sí misma alcanza el éxito». Tenía toda la razón.
La primera característica de una persona con una buena actitud es que piensa positivamente
de su valor personal.
Cuando cree en sí mismo, es libre
para enfocarse en mejorar y
alcanzar su potencial.
Aquel que no cree en sí mismo espera lo peor no solo de sí, sino también de los demás.
Si tiene una autoestima baja, probablemente tendrá que luchar por enfocarse en cualquier
cosa que no sea usted mismo, porque siempre estará preocupado por su aspecto, por lo que
otros piensen de usted, y si va o no a fracasar. Sin embargo, cuando cree en sí mismo, es
libre para verse bajo una luz más objetiva y enfocarse en mejorar y alcanzar su potencial. Y
eso hace toda la diferencia. No es de extrañar que el psicólogo Dr. Joyce Brothers dijera:
«No es una exageración decir que una imagen positiva y segura es la mejor preparación
para el éxito en la vida».
2. Están dispuestos a ver lo mejor en los demás
Nunca he conocido una persona positiva que no aprecie a las personas y trate de ver lo
bueno en ellas. Una forma efectiva de ayudarle a ver lo mejor en los demás es hacer lo que
llamo poner un «10» en la cabeza de las personas. Esto es lo que quiero decir: Todos
tenemos expectativas de los demás. Pero podemos decidir si las expectativas serán positivas
o negativas. Podemos pensar que los otros no valen nada o absolutamente maravillosos.
Cuando decidimos esperar lo mejor, y buscamos lo bueno en lugar de lo malo, los estamos
viendo como un «10».
La capacidad de hacer esto con los demás es importante por un par de razones. Primero,
usted normalmente ve en los demás lo que espera ver. Si constantemente espera ver cosas
buenas en otros, es mucho más fácil tener una actitud positiva. Segundo, generalmente la
gente mejora para alcanza su nivel de expectativa. Si los trata positivamente, la tendencia es
que lo tratarán de la misma manera. Si espera que hagan el trabajo y muestra su confianza
en ellos, usualmente tendrán éxito. Y en las ocasiones relativamente raras cuando la gente
no lo trata bien, es fácil que no tome esta conducta en forma personal pues usted sabe que
ha hecho lo mejor posible, y puede seguir adelante sin permitir que afecte su actitud.
3. Pueden ver oportunidades dondequiera
El filósofo griego Plutarco escribió: «Como las abejas extraen miel del tomillo, la más
fuerte y seca de las hierbas, los hombres sensibles suelen sacar ventaja y provecho de las
circunstancias más extrañas». Sin importar las circunstancias, la gente positiva ve
oportunidades en todo lugar. Entienden que las oportunidades no se basan en la suerte o en
la posición. Son el resultado de una actitud correcta. La oportunidad existe donde usted la
encuentra.
Una declaración en la revista Success hecha por Lois Wyse—presidenta de Wyse
Advertising, Inc.—me impresionó porque muestra el entendimiento de la importancia de
una actitud positiva y el modo de aplicarla cada día. Ella dijo: «Le digo a mi hija, “siempre
di sí, porque nunca les pasa nada a los que dicen no”». Ese puede ser un buen consejo
comercial. Es obvio que ella cree que hay oportunidades que esperan ser alcanzadas.
4. Enfocan en las soluciones
De igual manera, la persona con actitud positiva dedica su tiempo y atención a las
soluciones, no a los problemas. Casi todas las personas pueden ver los problemas. Para ello
no se requiere nada especial. Pero la persona positiva tiene su mente puesta en las
soluciones, y ve una solución ante cada problema y una posibilidad en cada imposibilidad.
Como lo hace notar Louis D. Brandeis, juez de la Corte Suprema, y en honor a quien se
puso nombre a la Universidad Brandeis: «En este mundo, la mayoría de las cosas dignas de
hacerse habían sido declaradas imposibles antes de que fueran hechas».
5. Desean dar
Nada tiene un impacto más positivo que el dar a otros. Karl Menninger, psiquiatra,
autor, y uno de los fundadores de la Fundación Menninger, dijo: «Rara vez la gente
generosa es gente mentalmente enferma». Y es raro que sea gente negativa. Las personas
con un espíritu dadivoso son las personas más positivas que conozco, porque dar es el más
elevado nivel de vida. Ponen su tiempo y energía en lo que pueden dar a otros y no en lo
que pueden obtener de ellos. Mientras más da la persona, mejor su actitud.
Dar es el más elevado
nivel de vida.
La mayoría de la gente que no es exitosa no entiende este concepto. Creen que la
cantidad que la gente da y su actitud al respecto se basa en lo mucho que tienen. Pero eso
no es así. Conozco a muchas personas que tienen muy poco pero son grandes dadores. Y
conozco personas que sido bendecidas con dinero, buena familia y maravillosas carreras
que son tacaños y sospechan de los demás. La diferencia no está en lo que usted tiene. Está
en lo que hace con lo que tiene. Esto se basa completamente en la actitud.
6. Persistencia
Don B. Owens, dice: «Mucha gente fracasa en la vida porque creen en el adagio: Si no
tienes éxito, prueba otra cosa. Pero el éxito elude a los que siguen ese consejo … Los
sueños que se han hecho realidad son el resultado de personas que se aferraron a sus
ambiciones. Se negaron a desanimarse. No permitieron que el desaliento les pusiera la
mano encima. Los desafíos solo los estimularon a un mayor esfuerzo». Esas
características—la habilidad de aferrarse a sus sueños, vencer el desánimo y seguir adelante
a pesar del desaliento—son todos resultados de una buena actitud.
Cuando usted tiene una actitud positiva, es más fácil ser persistente. Si piensa que el
éxito está a la vuelta de la esquina, sigue adelante. Cuando cree que todo obra para bien, no
le importará una pequeña incomodidad. Y cuando todo se desbarata, usted persiste si tiene
una actitud positiva; después de todo, cree que la ayuda ya viene en camino.
7. Responsabilidad por sus vidas
La característica final de una persona positiva es su disposición de asumir la
responsabilidad de su propia vida. Una persona sin éxito evade la responsabilidad. Pero una
persona de éxito entiende que nada positivo ocurre si no está dispuesto a dar un paso
adelante y asumir plena responsabilidad por sus pensamientos y acciones. Solo cuando
usted es responsable por usted mismo puede mirarse con honestidad, evaluar sus puntos
fuertes y sus puntos débiles, y comenzar a cambiar.
CONSEJOS PARA MANTENER SU ACTITUD EN ÓPTIMA
CONDICIÓN
W. W. Ziege dijo: «Nada puede detener que un hombre con una actitud mental correcta
alcance sus metas; y nada en el mundo puede ayudar al hombre con una actitud mental
incorrecta». Si solo pudiera compartir una cosa de las que poseo, sería mi modo de pensar,
pues esto es lo que más me ha ayudado en el viaje al éxito. Mi actitud ha sido mi mayor
activo, y puede ser el suyo también. Andrew Carnegie afirmó: «El hombre que adquiere la
habilidad para asumir plena posesión de su mente puede tomar posesión de todo lo demás a
lo que tiene derecho».
Si usted está en una lucha constante por mantener una actitud positiva, puede utilizar
alguna ayuda. Estos son algunos consejos prácticos que le ayudarán en la tarea de tomar
plena posesión de su mente y de dar poder a su pensamiento positivo:
Pida responsabilidades, no derechos
La lucha por asegurar sus derechos es una importante fuente de descontento en la gente.
Piense en su situación. ¿Ha sido alguna vez tratado injustamente? ¿Ha habido ocasiones en
las que no ha recibido todo lo que merece? Es casi seguro que su respuesta a estas
preguntas es sí. Vivimos en un mundo imperfecto, y debido a eso, mientras vivamos, no
recibiremos una recompensa justa por todo lo que hacemos.
Por lo tanto, tiene que tomar una decisión. ¿Va a desperdiciar tiempo y energía en lo
que pudo haber sido, o va a enfocarse en lo que puede ser? Aun cuando la verdad y la
justicia estén de su lado, quizás nunca pueda rectificar las injusticias que ha padecido. El
luchar continuamente por sus derechos en un mundo imperfecto pueden convertirlo en un
hombre resentido, irritado, rencoroso y amargado. Estas emociones destructivas agotan sus
energías y le vuelven negativo. Además, cuando se enfoca en sus derechos, usted mira
hacia atrás y no hacia adelante. No puede progresar cuando va por el camino equivocado.
Glenn Clark destacó: «Si quieres viajar lejos y con rapidez, viaja con pocas cosas.
Despójate de todas tus envidias, celos, rencores, egoísmos y temores».
Cuando deja de preocuparse por sus derechos, va en la dirección correcta y puede
continuar con su viaje. Reconoce los errores pero los perdona y se preocupa por lo que
puede controlar: sus responsabilidades. Hacer esto aumenta su energía, edifica su potencial
y mejora sus perspectivas.
Asóciese con gente positiva
Charles «el tremendo» Jones dijo que la única diferencia entre lo que usted es hoy y lo
que será en cinco años viene de los libros que lee y las personas con las que se relaciona.
Las personas con las que pasa su tiempo influyen mucho en su actitud. El antiguo adagio es
cierto: «Dime con quién andas y te diré quién eres».
El pasar tiempo con gente
positiva, le ayuda a ver las cosas
desde una mejor perspectiva.
Piense en las personas con las que pasa su tiempo. Aunque nació en una familia, y no
pueda elegir las personas con las que trabaja, usted sí puede escoger sus amigos íntimos. Si
escoge amigos negativos, también estará eligiendo las actitudes negativas. Pero el pasar
tiempo con gente positiva, le ayuda a ver las cosas desde una mejor perspectiva. Henry
Ford decía: «Mi mejor amigo es el que hace me hace mostrar lo mejor de mí». Piense en lo
que su amigo hace que usted muestre, y si no es lo mejor, podría ser el momento de hacer
cambios.
Haga del momento presente el más feliz
La diplomática y ex estrella infantil, Shirley Temple Black contó una historia sobre su
marido, Charles y la mamá de este. Cuando Charles era niño, preguntó a su madre cuál era
el momento más feliz de su vida.
—Este momento, ahora mismo—respondió ella.
—Pero, ¿qué de todos los momentos felices de tu vida?—dijo sorprendido—¿Qué del
día de tu matrimonio?
—En ese entonces mi momento más feliz fue ese—respondió ella—. Ahora mi
momento más feliz es ahora. Solo puedes vivir realmente el momento en el que estás. Por
eso para mí siempre es ese el momento más feliz.
La madre de Charles Black mostró sabiduría al decir esto. Cuando usted se enfoca en el
pasado o en el futuro, le resta potencial al presente. Pero cuando presta atención a lo que
está ocurriendo en el momento y trata de tener una actitud positiva al respecto, usted se
abre a todas las posibilidades que contiene el presente.
Descubra cómo aliviar el estrés
El estrés fatiga a las personas y las lleva a tener pensamientos negativos. Por esta razón
es tan importante encontrar maneras para liberar las tensiones y reorganizarse mentalmente.
Me encanta jugar golf. Me relaja física y mentalmente. El paisaje es hermoso, el juego es
estimulante y disfruto la compañía de amigos que también disfrutan el deporte.
Hay otra cosa que me agrada de jugar golf. Cuando he tenido un momento duro
tratando con una persona difícil, alivio ese estrés en el campo de golf. Llevo conmigo un
marcador con punta fieltro, escribo en la pelota el nombre de quien me está molestando y
luego trato de tirar la bola lo más lejos posible. Me siento mejor, y aun cuando saco la bola
fuera de los límites permitidos, no me importa. Puedo perder un tiro y una bola, pero
también me he desecho mentalmente del amigo que me molestaba.
Recuerdo una vez, mientras jugaba golf, que realmente necesitaba deshacerme de algo
de presión. Escribí en la bola el nombre de una persona que me había hecho pasar
momentos muy desagradables durante la semana. Lo llamaré Jorge. Entonces puso la pelota
sobre la té y le di un golpe con el palo número uno. Pienso que traté de darle demasiado
impulso, porque no le pegué bien. La pelota golpeó en un árbol, rebotó y se devolvió hacia
donde estaba. Rodó y quedó a menos de un pie de donde yo estaba. La recogí, la eché al
bolsillo y tomé aquello como señal de Dios de que aún no había terminado con Jorge.
Encuentre una forma positiva de eliminar el estrés en su vida. Recomiendo algo activo
que requiera concentración mental y esfuerzo físico. Juegue golf, tire dardos, batee bolas de
béisbol, juegue raquetbol, remueva la tierra de su jardín, haga una larga caminata con algún
amigo. Lo que haga no tiene importancia mientras logre aliviar el estrés y tenga un efecto
positivo en su pensamiento y su salud.
No se tome demasiado en serio
Escuché una anécdota sobre tres hombres de negocios que comparaban ideas acerca de
lo que significaba tener éxito.
—Diría que lo alcancé—dijo el primero—, si fuera llamado a la Casa Blanca para una
entrevista personal y privada con el presidente de los Estados Unidos.
—Para mí—dijo el segundo—, el éxito sería estar reunido con el presidente en el Salón
Oval, que suene el teléfono para emergencias y ver que el presidente lo ignora.
—No, los dos están equivocados—dijo el tercero—. Eres un éxito si estás en una
consulta privada con el presidente, suena el teléfono de emergencias, él lo levanta y dice:
«Es para usted».
El problema de muchas personas sin éxito es que se toman demasiado en serio. Piensan
del éxito en la misma forma que las personas de la anécdota. Pero el éxito depende más de
su actitud que de lo importante que piensa que usted es. La vida debería ser divertida. Aun
si su trabajo es importante y deba tomarlo en serio, eso no significa que usted se tome en
serio. Irá más lejos en la vida y lo pasará mejor al hacerlo si mantiene un buen sentido del
humor, especialmente cuando se trata de usted mismo.
Tome acción para cambiar su actitud
La calidad de su vida y la duración de su viaje al éxito depende de su actitud, y usted es
la única persona del mundo que tiene el poder de mejorarla. El Dr. William Glasser
sostuvo: «Si quiere cambiar sus actitudes, comience con un cambio de conducta. En otras
palabras, comience a jugar—de la mejor forma posible—el papel de la persona que quiere
ser, la persona en la que quiere convertirse. Gradualmente, la persona antigua comenzará a
desvanecerse».
Tiene que actuar el cambio.
El cambio requiere acción. La mayoría de las personas esperan hasta sentir el deseo de
cambiar de actitud. Pero eso solo los deja esperando porque tienen el orden del proceso a la
inversa. Si espera hasta tener ganas para tratar de cambiar de actitud, nunca cambiará.
Usted tiene que actuar para producir el cambio.
Un acto de voluntad
le pondrá en acción;
Y su acción positiva
le llevará a una actitud positiva.
Según Henry Ford, «Sea que pienses que puedes o que no puedes, tienes razón». La
mente, más que cualquiera otra cosa, determina cuán lejos llegarás en el viaje del éxito. Le
mostraré lo que quiero decir con una anécdota sobre mi amigo Pablo Nanney. Es más o
menos de mi edad, y nos conocemos hace unos quince años. Su actitud positiva no solo le
ha ayudado a tener éxito; también le ha salvado la vida.
Cuando era joven, Pablo llegó a la conclusión de que la gente vive la vida al revés. Se
percató que la gente trabaja arduamente la mayor parte de la vida y espera llegar a la edad
de retirarse para divertirse. Pero muchos de ellos están demasiado «quemados» cuando se
retiran y no pueden disfrutarlo. Por lo tanto, él decidió vivir su vida de otra manera. Se
propuso ganar suficiente dinero—en forma rápida, pero honrada—para retirarse a los
treinta años. Y así lo hizo. En pocos años hizo suficiente dinero para que le durara toda la
vida, y no ha tenido que trabajar desde que tenía veintinueve años.
Pablo tiene varios pasatiempos e intereses. Su favorito es volar, y lo ha hecho desde su
adolescencia. En 1976, Pablo decidió llevar su interés a un nuevo nivel. Planificó volar solo
alrededor del mundo en un avión Piper Club. Volar alrededor del mundo es de por sí una
hazaña difícil. Pero adquiere otro sentido cuando entiendes que un Piper Club es un
avioncito muy liviano cuyas alas y fuselaje son de tela. Antes que Pablo lo intentara, nadie
había hecho un vuelo oficial alrededor del mundo en un avión tan ligero (menos de mil
kilos). Luego Pablo le contaría a otros sobre su viaje por el Atlántico norte, «Me sentí como
que tenía mucho en común con Lindbergh, salvo que él tenía un avión más grande y mejor
equipado».
El viaje de Pablo comenzó en San Diego, California y lo llevó a través de los Estados
Unidos hasta Canadá. Esa parte del vuelo fue buena, pero el resto del viaje se convirtió en
una serie de problemas, vicisitudes y casi desastres. En Groenlandia, las alas del avión
acumularon hielo y se vio forzado a trazar una nueva ruta de vuelo. Lucho con vientos
huracanados. En el Mediterráneo, descubrió la antigua animosidad entre los griegos y los
turcos cuando expresó su intención de volar desde Kerkyra, Grecia hasta Estambul,
Turquía. Un oficial griego le dijo: «No puede volar desde aquí hacia allá. Derribarán su
avión. Y si ellos no lo hacen, lo haremos nosotros».
Además se encontró con docenas de otros problemas, como tratar de encontrar
combustible en el Medio Oriente, pasar todo un día viajando a una refinería de petróleo en
Delhi para comprar dos litros de combustible o volar a través del terrible monzón de la
Bahía de Bengala. Pablo dice que es el vuelo más difícil que jamás haya realizado. Durante
diez horas y media de terror—mientras volaba en medio de truenos y rayos—su avión iba
como un pedazo de papel que de pronto estaba a 6.000 metros de altitud y pronta caía a 300
metros. Mientras luchaba con los controles de la máquina, todo lo que podía pensar era el
miedo que sentía por los tiburones y cómo le estarían esperando en el océano si se
estrellaba.
Mientras seguía con su viaje, su actitud positiva fue su aliado más poderoso. No solo lo
llevó a través de los monzones y los repetidos problemas con agentes aduaneros y oficiales
de aviación, sino también mantuvo su espíritu en alto cuando se tropezaba con largas
detenciones, como cuando tuvo que esperar una semana en Manila tratando de conseguir el
permiso para volar a Japón. Sin embargo, cuando más le sirvió la actitud positiva fue en lo
que se convirtió en la última parte de su travesía.
Después de esperar por una semana a que pasara el mal tiempo en Japón, Pablo
finalmente salió hacia las Islas Aleutianas, cerca de la costa de Alaska. Era la etapa más
larga de su viaje, y había poco margen de error debido a la cantidad de combustible que
requería el vuelo. Aun si todo resultaba perfecto, para lograrlo tendría que hacer un
«aterrizaje de emergencia» intencional en una base de un Comando Estratégico de la
Fuerza Aérea cuando el combustible estuviera muy bajo.
Pero Pablo tuvo un problema durante el vuelo. Más o menos en la mitad del vuelo,
recibió un informe del tiempo que lo hizo cambiar el curso. Navegaba sin la sofisticada
instrumentación electrónica, y usaba solo la brújula y el reloj, de modo que planeaba hallar
la isla usando la señal de la base cuando estuviera cerca de ella. Lo que no sabía que la
señal de la base no estaba transmitiendo. Y encima de eso, el último informe del tiempo que
había recibido no era certero, por lo que iba fuera de ruta. Hasta donde podía ver, lo único
que tenía por delante era océano; y se quedó sin combustible.
La buena actitud que lo había sostenido en los problemas logísticos fue sometida a su
más dura prueba. Esta determinaría si moría o vivía.
El piloto de un avión militar que estaba cerca le habló a Pablo mientras este planeaba
hacia la superficie del mar. Su voz era solemne y le preguntó a Pablo si tenía un último
deseo. A pesar de la situación, Pablo confiaba en que lo lograría, y lo logró. Cayó en las
gélidas aguas del norte del Océano Pacífico, y se sostuvo durante dos horas y media hasta
que un pesquero japonés lo recogió; de lo que luego los médicos le dirían que era imposible
debido a la temperatura. Perdió el avión y la oportunidad de tener el récord mundial que
estaba tratando de establecer, pero vivió para contar la historia. «Desde el principio, todo
fue como una aventura de Huckleberry Finn», dijo Pablo. «Desde el momento que
despegué, no estaba seguro de lo que ocurriría ni dónde aterrizaría. Pero sabía que lo
lograría».
El dramaturgo Neil Simon dice: «No escuchen a quienes dicen: “Así no se hace”.
Quizás no sea así, pero quizás tú lo hagas de todos modos. No escuches a los que dicen.
“Te estás arriesgando demasiado”. Si Miguel Ángel hubiera pintado el piso de la Capilla
Sixtina ya se habría borrado».
Ese es el tipo de espíritu que tiene Pablo; su actitud positiva lo acompaño todo el
tiempo. «Hace tiempo que aprendí a no escuchar a quienes me decían que no podría hacer
algo», dice Pablo. «Si lo hubiera hecho nunca habría emprendido ese viaje». Ni le habría
casi dado la vuelta al mundo. Su actitud lo ha llevado lejos, tanto en el aire como en el
camino del éxito.
¿En qué condición está su actitud? ¿Lo llevará muy lejos en el camino del éxito?
PASOS PARA DAR EN EL CAMINO:
¿Cuán lejos
puedo llegar?
Ahora es un buen momento para darle un vistazo a su actitud. Responda las siguientes
preguntas y declaraciones con la mayor honestidad posible.
1. Derechos o responsabilidades: ¿Sobre cuál tiendo a hablar más con los demás? Si
la respuesta es «derechos», ¿qué puedo hacer para cambiar esa actitud?
__________________________________________________________
__________________________________________________________
2. Personas: ¿Cuál es la persona más positiva que conozco? Escriba su nombre a
continuación. Haga una cita con esa persona y pregúntele qué hace para mantenerse
positivo.
__________________________________________________________
3. Estrés: Nombre algunas formas positivas para aliviar su estrés, y programe algún
tiempo para la próxima semana para practicar por lo menos una de ellas:
a) ________________________________________________________
b) ________________________________________________________
c) ________________________________________________________
4. Humor: Durante la próxima semana, diga por lo menos a una persona una anécdota
divertida acerca de un error que haya cometido recientemente o un incidente que le hizo
sentirse como un necio. Disfruten juntos el chiste. (Si la persona es un amigo y se muestra
sorprendido o incómodo, cuéntele cómo usted se ha tomado muy en serio).
5. Afirmación de su actitud: Escriba su credo personal acerca de la actitud positiva, en
el que establezca su intención de convertirse en una persona positiva.
__________________________________________________________
__________________________________________________________
__________________________________________________________
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Capítulo 4
¿DÓNDE
ENCUENTRO EL
MAPA DEL CAMINO?
¿Cuándo fue la última vez que salió un domingo a dar un paseo en auto? Esta no es una
actividad muy popular en estos días, pero lo era cuando yo era joven. Y era la actividad
favorita de los Raimey, unos maravillosos vecinos que tuve cuando era niño. El señor
Raimey decía: «¡Todo el mundo arriba! Vamos, súbanse al auto y vamos a dar una vuelta»,
mientras reunía a su familia y ocasionalmente a un niño vecino como yo que estaba
jugando al lado de su casa. Y nos íbamos. Vivíamos en Circleville, Ohio, y nuestros paseos
dominicales nos llevaban a lugares exóticos como Lanchaste, Chillicithe, y hasta
Columbus. Era una gran aventura para nosotros. El Sr. Raimey guiaba por caminos de tierra
y carreteras que pasaban a través de granjas y campos de Ohio. Nunca estábamos seguros
de lo que veríamos.
Esos paseos dominicales eran entretenidos. Si teníamos suerte, y encontrábamos alguna
tiendita en el camino, el señor Raimey se detenía, y todos nos bajábamos. El señor Raimey
y su esposa nos compraban una Coca Cola o un helado a cada uno. Era una manera
maravillosa de pasar la tarde. Pero para decirle la verdad, a través de los años he encontrado
a mucha gente que trata la vida como un paseo dominical. Parece que dijeran: «Salgamos a
veremos a dónde llegamos». Están dispuestos a dejar que la vida los lleve a donde quiera.
No soy científico, pero he notado que la fuerza de gravedad suele llevar todo hacia abajo. Y
sin planificación ni dirección, la vida de una persona puede hacer lo mismo.
La vida no es un ensayo general.
Me encantan las buenas aventuras como a cualquiera, pero no estoy dispuesto a
arriesgar mi potencial ni a dejar de cumplir mi propósito por sentarme pasivamente a
esperar que las cosas ocurran a la antigua. La vida no es un ensayo general. Solo tenemos
una oportunidad, y si no la aprovechamos al máximo, nada podemos hacer para que el
tiempo retroceda e intentarlo otra vez.
Esa es una de las razones por la que mi esposa Margaret y yo somos planificadores.
Creemos en la preparación de muchas cosas en la vida, incluyendo el ir de viaje. Hacemos
un mapa de todo nuestro itinerario porque así ya sabemos los lugares que queremos visitar,
las tiendas donde queremos comprar, y aun algunos lugares en donde queremos comer.
La mayoría de los viajeros está solo marginalmente organizados cuando emprenden un
viaje. Usualmente llegan al aeropuerto de la ciudad que visitan, recogen su equipaje, tratan
de obtener la dirección de su hotel, se registran, acomodan sus pertenencias y descansan.
Entonces toman tiempo para pensar en lo que quieren hacer primero. Cuando comienza la
diversión ya han perdido gran parte de su día.
En contraste, cuando Margaret y yo viajamos, tenemos un sistema en el que dividimos
los deberes para salir más rápido del aeropuerto. Y mientras las demás personas que venían
en el mismo vuelo están tratando de encontrar dónde recoger su equipaje, nosotros ya
vamos en camino a hacer nuestra primera parada de las vacaciones.
Este tipo de planificación siempre ha dado sus frutos. Siempre obtenemos más de cada
momento. Cuando conversamos con amigos acerca de lugares que ellos y nosotros hemos
visitado, generalmente nos damos cuenta que hemos visto los mismos lugares que ellos más
otros lugares de interés que ellos hubieran querido visitar.
Si planificar unas vacaciones puede compensar de esa manera, imagínese el poder de
planificar nuestro viaje del éxito. Sin planificación, su progreso en la vida será como el de
un paseo dominical sin rumbo, en el que se pueden ver unas pocas cosas interesantes, pero
se pierde lo verdaderamente increíble que el viaje pudo haber sido.
TIPOS DE «VIAJEROS»
Mientras conversaba con algunas personas acerca de viajar, al preparar este libro, les
pregunté sobre su método de planificar un viaje. Descubrí que en una u otra ocasión, casi
todos habían estado en un viaje organizado por otra persona—un agente de viajes, un
familiar, un grupo de la iglesia o el patrono—pero casi todos preferían los que habían
planificado personalmente. Algunos, como Stephanie Wetzel, habían estado en viajes mal
organizados dentro y fuera del país y se prometieron planificar personalmente sus próximos
viajes. Lynd y Kathy Fitzgerald, una pareja de trotamundos que habían viajado por todos
los Estados Unidos, a través del Oriente, y hasta en el Polo Norte, usan un agente de viajes
para hacer las reservaciones de vuelos y hoteles, pero investigan y planifican sus
actividades por sí mismos.
Mientras más confianza tengan los viajeros, más probabilidad hay de que hagan sus
propios planes. Pero interesantemente, cuando se trata del viaje de la vida, la gente es muy
diferente. ¿Sabía usted que la mayoría de la gente dedica más tiempo a la planificación de
sus vacaciones que a la planificación de su vida? Si nos basamos en cómo la gente emplea
el tiempo de planificación, pensaría que tienen dos semanas de trabajo cada año y cincuenta
semanas de vacaciones.
Si observa el modo en que las personas enfocan el proceso de planificación del viaje de
la vida, pienso que verá que se ajustan a estas categorías:
• Vicente, la víctima: Es muy presto a decir que no es culpa suya el hecho de no ir a
ninguna parte en la vida. No hace planes porque ocupa su tiempo y energías en cosas
que quedan fuera de su control, muchas veces cosas del pasado. Frecuentemente culpa a
otros por su falta de progreso y parece estar más preocupado en la búsqueda de excusas
que en captar las oportunidades de progreso. En su opinión, todos los demás y todo lo
demás—y no él—lo han convertido en lo que es actualmente.
• Federico, pies lerdos: A Federico no le preocupa demasiado el pasado y no quiere
pensar en el futuro. Su interés es el presente. En efecto, ama tanto el presente que está
dispuesto a hacer casi todo para mantener el status quo. Aborrece los cambios y los
evita a toda costa. Si hace planes, son para mantener las cosas tal como están.
• Débora, la soñadora: A Débora le encanta hacer planes, y pasa en eso la mayor parte de
su tiempo. El problema es que nunca lleva sus planes a la acción. A menudo tiene
grandes ideas y dice que quiere tener éxito, pero no quiere enfrentar ningún riesgo. No
está dispuesta a pagar el precio requerido para avanzar en el viaje del éxito.
• Miguel, el motivado: Finalmente tenemos a Miguel. Enfoca la mayor parte de su tiempo
en el presente, y hace lo mejor para maximizar su potencial. Pero una razón por la que
es tan efectivo hoy es porque ayer pasó parte de su tiempo haciendo planes. Como
resultado, se ha concentrado en su propósito, crece hacia su potencial y está sembrando
semillas que beneficien a otros con el flujo positivo de su vida.
LAS METAS CREAN EL
MAPA AL ÉXITO
¿Qué es lo que separa a Miguel, el motivado, del resto? La respuesta es que tiene metas.
Ha identificado lo que quiere hacer para cumplir su propósito y maximizar su potencial. En
el viaje del éxito, las metas que usted establece se convierten en su mapa. Para avanzar
necesita algún tipo de mapa, no porque usted espere llegar a algún destino final, sino
porque le muestra cómo emprender el viaje. En el viaje al éxito, la primera parte del viaje
es tan importante como la última parte. Lo principal es avanzar constantemente hacia su
destino. El fijarse metas es la mejor manera de asegurar que esto ocurra.
En el viaje al éxito la primera
parte del viaje es tan importante
como la última parte.
Piense en lo que involucra emprender un largo viaje en automóvil. Por ejemplo,
digamos que usted decide viajar de Dallas a Chicago. Si nunca antes ha hecho el viaje,
usted no entraría al auto y diría: «Sé que Chicago está al norte de Dallas, así que tomaré la
primera calle que vaya al norte y seguiré guiando». Esto no tendría sentido. No, primero
usted miraría un mapa, consideraría las rutas que puede tomar, elegiría la mejor, basado en
el tipo de carreteras por las que le gusta viajar y lo que le gustaría ver en su recorrido.
Quizás su mejor plan para viajar desde Dallas sería comenzar viajando al este por la
carretera interestatal 30, seguir hacia Texarkana y luego subir hacia Little Rock. Luego
pasaría a la ruta interestatal 40 y se dirigiría a Memphis. Desde allí seguiría paralelo al río
Mississippi por la interestatal 55, pasando por San Luis, Springfield y Bloomington hasta
llegar a Chicago.
El caso es que el viaje no se planifica por sí mismo. Usted tiene que planificarlo. Si
usted simplemente comienza a conducir, nadie puede decir a dónde llegará. Pero cuando lo
planifica de antemano y sabe hacia donde va, puede hacer el viaje con éxito y disfrutarlo a
lo largo del camino.
Si usted ha sido miembro de una organización como la Asociación Automovilística
Americana (AAA-compañía nacional norteamericana que presta servicios de emergencia en
las carreteras), quizás les haya pedido ayuda para planificar un viaje. Usted les dice el
punto de partida y el destino, y ellos planifican una ruta para usted, le dan un tríptico, un
mapa paso a paso y le señalan cada ciudad por donde tiene que pasar, y qué paisajes puede
ver en el camino.
Comenzar el viaje del éxito requiere la misma atención a los detalles que un viaje a
Chicago. Es necesario dividirlo en segmentos pequeños para hacerlo más manejable. Las
metas son como puntos en el tríptico de un viajero. Cada uno le conduce al siguiente y le
lleva más lejos y en la dirección correcta. Juntos, le ponen en ruta hacia su destino. Si en el
camino hace un viraje equivocado, se da cuenta y puede hacer fácilmente lo ajustes que le
permiten volver a la ruta correcta.
Cuando tiene un plan y sabe a donde va, puede evitar la situación en la que se encontró
el juez de la Corte Suprema Oliver Wendell Holmes, según una historia que una vez
escuché. Aparentemente, mientras hacia un viaje en tren, Holmes puso su boleto en un
lugar incorrecto. Lo buscó, obviamente irritado, mientras el conductor esperaba. Finalmente
el funcionario del tren le dijo a Holmes: «Su Señoría, si no encuentra el boleto simplemente
puede enviarlo luego por correo a la estación del tren. Lo conocemos y confiamos en
usted».
Holmes replicó: «No estoy tan preocupado por entregarle mi boleto. Solo quiero saber
para donde voy».
Las metas se encargan de ese tipo de problemas porque hacen posible que usted siempre
sepa hacia dónde va. Con ellas, usted será capaz de cumplir su propósito en la vida y vivir
su sueño. A continuación, algunas maneras en que las metas hacen esto:
Las metas delinean su sentido de propósito
Es asombrosa la cantidad de personas que carecen de un firme sentido de propósito.
Desdichadamente, la falta de dirección parece ir aumentando en lugar de disminuir. La
escritora Catherine Anne Porter, ganadora del premio Pulitzer, comentó: «Estoy aterrada
por la carencia de objetivos con que vive la mayoría de las personas. El cincuenta por
ciento no presta atención al rumbo que lleva; el cuarenta por ciento está indeciso e irá en
cualquier dirección. Solo el diez por ciento sabe lo que quiere y ni siquiera todos ellos lo
persiguen».
Las metas le dan algo concreto para enfocarse, y eso tiene un impacto positivo en sus
acciones. Como dijo James Allen: «Usted se volverá tan pequeño como el deseo que lo
controla, tan grande como su aspiración dominante». Las metas le ayudan a enfocar su
atención en su propósito y, ese propósito se convierte en una aspiración dominante. Le
ayudan a saber hacia dónde se dirige. Como dijo el filósofo y poeta Ralph Waldo Emerson:
«El mundo le abre camino al hombre que sabe hacia donde se dirige».
Las metas le dicen «¡siga!»
El millonario industrial Andrew Carnegie dijo: «No puedes empujar a nadie hacia arriba
de la escalera a menos que esté dispuesto a subirla por sí mismo». Lo mismo tiene vigencia
para una persona en el viaje del éxito. No querrá avanzar si no está motivada. Las metas
pueden ayudar a dar la motivación. Paul Myer comentaba: «Nadie logra algo de
importancia sin una meta … El trazar metas es la fuerza humana más poderosa para la
automotivación».
Piense en esto. ¿Cuál es uno de los motivadores más importantes del mundo? El éxito.
Cuando toma una gran actividad (como su sueño) y la divide en partes más pequeñas
manejables (metas), usted se programa para el éxito porque hace lo que quiere para
lograrlo. Cada vez que logra una meta pequeña, experimenta el éxito. ¡Y eso es motivador!
Alcance suficientes de sus pequeñas metas y estará dando un paso gigantesco hacia la
realización de su propósito y el desarrollo de su potencial.
Las metas no solo le ayudan a desarrollar esa motivación inicial al hacer su sueño
alcanzable, sino que también le ayudan a continuar motivado, y eso crea su momentum.
Una vez que esté avanzando en el viaje del éxito será muy difícil detenerlo. El proceso es
similar a lo que ocurre con un tren. Lograr que salga es la parte más difícil del viaje.
Mientras está detenido, se puede prevenir que un tren avance con bloques de madera de una
pulgada debajo de cada una de las ruedas motrices. Sin embargo, una vez el tren gana
velocidad, ni siquiera una muralla de concreto reforzado con acero de un metro y medio de
espesor puede detenerlo.
El vínculo entre las metas y la motivación es increíble. Tuve la fortuna de descubrirlo
cuando estaba en cuarto grado. Me gustaba jugar baloncesto. Mi padre, que siempre nos
incentivaba a mi hermano, a mi hermana y a mí a seguir nuestros intereses y desarrollar
nuestro potencial, decidió hacer una pequeña cancha de baloncesto en el patio. Primero, tiró
una piso de cemento al lado de la casa. Cuando se secó, puso un tablero en el garaje. Pero
cuando se disponía a colocar el aro en el tablero, lo llamaron repentinamente y tuvo que
viajar fuera de la ciudad para atender una emergencia.
Al principio no me importó. Estaba tan contento con tener una cancha de cemento, que
supuse que era suficiente con rebotar la pelota y lanzarla al tablero. Así que me fui al patio
a experimentar la emoción de jugar en mi propia cancha. Comencé a rebotar la pelota.
Primero lo hice con mi mano derecha, luego con la izquierda. Hacía rebotar la pelota por
entre las piernas, y luego alrededor de mi cuerpo. Todo eso me tomó cinco minutos.
Entonces comencé a tirar al tablero. Lancé la pelota y golpeó el tablero como un trueno y
luego cayó al suelo y rebotó alejándose. Lancé la pelota repetidas veces. Pero era inútil.
Después de dos minutos me había cansado. Sin un aro al cual hacer los lanzamientos, no
había una razón para seguir jugando.
Es como ir por la vida sin metas. Sus actividades le dan algún placer, pero mantenerlas
por mucho tiempo es difícil. Sin embargo, establecer y alcanzar sus metas crea una energía
positiva que lo motiva a seguir adelante aun cuando surjan los obstáculos.
Las metas le muestran qué hacer
Toda la motivación del mundo es inútil si se desperdicia en cosas que no importan. Las
metas le ayudan a establecer prioridades, y le dirigen para que se dedique a lo que es
importante. ¿Cuántas personas exitosas ha conocido que sean incapaces de priorizar, que
pongan el mismo énfasis y energía a lo trivial y a lo fundamental? Me atrevería adivinar
que su respuesta es nadie. Nadie cumple su propósito, desarrolla su potencial o ayuda
consistemente a otros sin tener metas. Sus metas determinan sus prioridades, y sus
prioridades determinan si logrará o no sus metas.
Las metas mantienen su atención en el presente. Como lo expresa el escritor, poeta y
político inglés Hilaire Belloc: «Mientras está soñando con el futuro o lamentándose del
pasado, el presente, que es todo lo que tiene, se le escapa entre los dedos y desaparece».
Para ser exitoso, usted debe vivir y trabajar en el presente porque es ahí donde tiene el
poder de realmente lograr algo.
Las metas mantienen su enfoque en mejorar, no en la
actividad
Como mencioné anteriormente, la mayoría de las personas sin éxito se aferran a la idea
de que el éxito es un destino. En este punto, usted ya está comenzando a ver que el éxito es
realmente un viaje. Pero no deje que ese conocimiento le haga creer que solo con actividad
se volvera exitoso. No es así. La verdadera clave para el éxito y para alcanzar su potencial
descansa en su capacidad de mejorar continuamente. La actividad aislada no hace nada por
usted. Puede distraerle de alcanzar su potencial si llega a sustituir el mejoramiento. Pero
cuando usted establece las metas adecuadas y trabaja para alcanzarlas en lugar de
simplemente mantenerse ocupado, el mejoramiento no solo es alcanzable, es inevitable.
Las metas va marcando el camino al progreso
Mencioné antes que cuando tiene metas, usted puede darse cuenta rápidamente cuando
se ha salido del camino. Pero las metas también le ayudan a ver cómo avanza mientras está
en el camino. Cada vez que alcanza una meta no solo puede decir que ha progresado;
también puede ver cuán lejos ha llegado. Las metas van marcando su progreso en el camino
del éxito.
Todos tenemos la necesidad innata de saber cómo vamos progresando. Margaret y yo
tuvimos la oportunidad de ver claro ejemplo de esto cuando tomamos juntos un largo vuelo
a Asia. En el avión, en las pantallas que generalmente se proyectan películas y la
información sobre seguridad las estaban usando para mostrar un gran mapa del mundo y la
posición actual del avión. A medida que transcurría el tiempo y veíamos el pequeño avión
en la pantalla que cruzaba el Océano Pacífico, teníamos un recordatorio visual del progreso
que estábamos teniendo.
CÓMO CREAR SU MAPA
DEL CAMINO
Cuando usted se compromete con su sueño y lo expresa en metas alcanzables, se provee
a sí mismo un recordatorio visual del rumbo que lleva y cómo espera llegar al otro lado. Es
parte del proceso al éxito:
Su sueño determina sus metas.
Sus metas trazan sus acciones.
Sus acciones crean resultados.
Los resultados le traen éxito.
Para hacer el viaje al éxito, tiene que comenzar con un sueño. Pero ese sueño solo se
hará realidad si usted crea un puente entre sus intenciones y sus acciones al identificar una
serie de metas.
Entonces, ¿cómo inicia el proceso de crear metas para su viaje al éxito? Solo siga este
MAPA.
Reconozca su sueño
Todo comienza con su sueño. Es una expresión del propósito de su vida y determina lo
que para usted significa alcanzar su potencial. Si puede articular claramente su sueño,
puede crear un mapa para su viaje. Si no puede, el viaje será prácticamente imposible. Si
respondió las preguntas en la sección «Pasos para dar en el camino», al final del capítulo
dos, entonces está listo para comenzar el proceso de crear su mapa del camino. Si no lo ha
hecho, vuelva atrás y hágalo ahora. No tendrá éxito mientras no sepa a dónde quiere ir.
Como afirmaba el presidente Woodrow Wilson: «Crecemos por los sueños».
Observe su punto de partida
Es verdad que usted no puede iniciar el viaje al éxito hasta que sepa a dónde quiere ir.
Pero tampoco puede ser exitoso si no sabe dónde está comenzando. Las dos piezas de
información son necesarias para hacer el viaje. Como dijo Eric Forre, conocido como «el
filósofo estibador»: «Para ser diferentes de lo que somos, tenemos que estar conscientes de
lo que somos» (Énfasis añadido).
Comience por examinarse tan honestamente como pueda. Observe sus puntos fuertes,
sus puntos débiles, sus experiencias, educación y recursos. Cuando esté consciente de
dónde está, hágase las siguientes preguntas:
No importa de dónde comienza
su viaje, hay cosas a su favor.
• ¿Qué tanta distancia tendré que viajar? Si su sueño es ganar suficiente dinero para
retirarse en diez años (como en el caso de mi amigo Paul Nanney), entonces necesita
calcular exactamente cuánto dinero necesita para lograr su meta. Si su meta es ser
enfermera o ingeniero, solo necesita ponerse en contacto con universidades para obtener
información sobre programas de estudio, costos de matrícula, políticas de admisión, y
detalles similares. No importa lo que quiera hacer, tendrá que viajar alguna distancia
para lograrlo. Necesita saber cuánta distancia tendrá que recorrer.
• ¿Qué tengo a mi favor? No importa de dónde comienza su viaje, hay cosas a su favor.
Si su sueño es tener un negocio, la habilidad de administrar dinero será un gran activo.
Si para usted el éxito consiste en criar bien sus hijos, y ama a sus hijos y tiene la
capacidad de enseñar, ya lleva una ventaja en el juego. Vea las cosas que le permitirán
comenzar con ventaja. Y no mire solo las habilidades inherentes. Mire las
circunstancias, los recursos y los contactos.
• ¿Qué cosas tengo que vencer? También tendrá algunas cosas en su contra. Si su sueño
requiere que tenga un grado académico, pero tiene problemas para leer, ese es un
obstáculo que tendrá que vencer. Si desea ser futbolista profesional, pero mide apenas
1,68 de estatura y pesa 65 kilos, su físico definitivamente estará en su contra. No
importa cuál sea su meta, el desear que sus puntos débiles desaparecezcan no le va a
ayudar. Tiene que mirarse con honestidad en su punto de partida y debe prepararse para
vencer los obstáculos.
• ¿Cuál será el costo del viaje? Cada viaje tiene sus costos. Estos costos pueden ser en
función del tiempo, energía, finanzas, decisiones, sacrificios o una combinación de
factores. Tendrá que decidir si está dispuesto a pagar el precio. (El capítulo 7 trata esto
con mayor profundidad).
Usted podrá definir su sueño con más precisión si piensa en él y lo mide en relación con
su punto de partida. Comenzará a tener un cuadro más claro de lo que es importante para
usted y de lo que está dispuesto a dar—y a renunciar—para ser exitoso. También estará en
una mejor posición para identificar sus metas específicas.
Enuncie una declaración de propósito
Una vez haya pensado más en su sueño y este se vaya haciendo más claro en su mente,
estará listo para dar otro paso: escribir una declaración de propósito basada en su sueño y
en lo que tiene la intención de hacer mientras va en esa dirección. Creo que podría llamarlo
su filosofía para el viaje al éxito. Comience con la definición general de éxito que presenté
en el primer capítulo: Éxito es conocer su propósito en la vida, crecer para alcanzar su
máximo potencial, y sembrar semillas que beneficien a los demás. Luego abunde sobre
esto. Su meta es terminar con una declaración única y concisa que exprese lo que usted
quiere hacer en su vida. Su definición del éxito, sus metas y el ochenta por ciento de sus
actividades diarias deben encajar dentro del contexto de su declaración de propósito.
Estos son algunos ejemplos de declaraciones de propósito para que entienda lo que
quiero decir:
El experto en administración Bob Buford: «La misión de mi vida es: Transformar
la energía latente en el cristianismo de América en energía activa».*
La abogada y escritora Freya Ottem Hanson: «Ofrecer servicios compasivos,
completos y competentes en su práctica de la ley, escribir palabras que provoquen
en otros cambios que agraden a Dios, y hacer que su vida una que bendiga a la
humanidad».*
Mi investigador y redactor personal Charlie Wetzel: «A través de la redacción, la
enseñanza y la consejería, deseo inspirar a las personas hacia la grandeza
ayudándoles a descubrir su propósito, a desarrollar su relación con Dios y a
alcanzar su potencial».
Su declaración propósito nacerá naturalmente de su sueño, sus valores y convicciones.
Así que crearla no es un hecho rápido de un solo momento. En cambio, la mayoría de las
personas la desarrolla y la pule en el curso de un par años. Cuando escriba la suya, recuerde
que no debe esperar que sea perfecta de primera intención. Redáctela en la mejor forma que
pueda, y haga planes para hacer cambios a medida que descubre más acerca de usted
mismo y refina la visión para su vida.
Defina sus metas
Luego de escribir su declaración, estará listo para identificar sus metas: su mapa para el
viaje al éxito. Estas serán actividades o logros que planifica alcanzar para llevar a cabo su
propósito, desarrollar su potencial y ayudar a otros. Use las siguientes directrices para
mantener las metas en la mira. Las metas deben ser
• Escritas: Una meta adecuadamente establecida está medio lograda, y una meta escrita
está establecida. El proceso de escribir las metas le ayuda a clarificar lo que intenta
hacer, a entender la importancia de sus metas y a comprometerse con lograrlas. El
escribir sus metas lo hace más responsable.
• Personales: Un error común que las personas cometen es identificar como meta algo
que está fuera de su control. Por ejemplo, muchas personas dicen que su meta es ganar
la lotería. O dicen que su meta es que su cónyuge los trate mejor. Pero no tienen ningún
control sobre estas cosas. Para que sea legítima, usted debe tener el poder para
alcanzarla y ponerla en acción. Al escribir cada meta, asegúrese que pasa esa prueba.
• Específicas: La clave para hacer que una meta sea alcanzable es hacerla específica.
Piense en lo que ocurriría si usted fuera a un restaurante y dijera al mozo que le recibe
el pedido: «Quiero comida, por favor». Nadie puede decir lo que recibirá. Lo mismo
aplica al establecer una meta. Tiene que detallar lo que intenta hacer. Si la meta es
grande, divídala en tareas más pequeñas, manejables. Usted no puede hacer lo que no
pueda expresar en forma específica.
• Alcanzables: La gente exitosa establece metas que no están a la mano, pero sí están a la
vista. William Mobley, profesor de la Universidad de Carolina del Sur, dijo: «Una de
las cosas más importantes en el golf es la presencia de metas claras. Usted ve los
banderines, conoce el par—no es ni demasiado fácil ni inalcanzable—conoce su puntaje
promedio, y hay metas competitivas». A medida que va identificando sus metas, querrá
identificar las actividades que requerirán que usted trabaje y se esfuerce. Nunca las
ponga tan distantes, tan lejos de su alcance que no pueda lograrlas. Usted se desanimará
identificando para usted una meta que no puede alcanzar. Las metas necesitan motivar,
no intimidar.
• Medibles: Las metas solo tienen valor si le ayudan a mejorar personalmente y a
desarrollar su potencial. Por eso deben ser medibles. Establezca sus metas en forma tan
objetiva como sea posible de modo que pueda responder con un simple sí o no cuando
se pregunte «¿he alcanzado esta meta?»
• Sensibles al tiempo: Una meta ha sido llamada un sueño con fecha límite. Esto es así
porque sin una fecha límite la mayoría de las metas nunca pasarían de sueño a realidad.
Cuando establezca cada meta, escriba la fecha para completarla. Si no lo hace puede
meterse en problemas. Por ejemplo, si alguna vez ha comprado una casa, puede
imaginar lo que hubiera ocurrido si no hubiera establecido una fecha para el cierre de la
compra. Podría haberse presentado con un camión de mudanza cargado de sus muebles
solo para encontrar que los dueños anteriores todavía no habían hecho ni siquiera la
primera caja. Hubiera sido un desastre. Establecer una fecha para las transacciones de
bienes raíces ayuda a garantizar que puede tomar posesión de su propiedad en el tiempo
señalado. De la misma manera, establecer un plazo para cada meta le ayuda a asegurar
que podrá tomar posesión de ella.
Entre en acción
El poeta y novelista alemán Johann Wolfang von Goethe dijo una vez: «Pensar es fácil,
actuar es difícil y poner los pensamientos en acción es lo más difícil en el mundo». Quizás
por esto muy pocas personas se mantienen y trabajan con sus metas. Según Gregg Harris,
dos tercios de las personas entrevistadas (sesenta y siete de cada cien) establecen metas. Sin
embargo, de los sesenta y siete, solo diez tienen planes realistas para alcanzarlas. Y de esos
diez, solo dos las siguen y las llevan a cabo.*
La clave para actuar en sus metas es comenzar. El presidente Franklin Delano
Roosevelt dijo: «Es sentido común tomar un método y probarlo. Si falla, reconózcalo con
franqueza y pruebe otro. Pero, por sobre todo, pruebe algo». Es un buen consejo. No
necesita ser perfecto; solo necesita progresar. O como dice el proverbio chino: «No temas ir
despacio; solo ten miedo de quedarte quieto».
Ajuste sus planes
Mientras trabaja en sus metas, necesitará evaluar su progreso e ir revisándolas
continuamente para hacer ajustes. Algunas metas no contribuirán realmente a su sueño ni a
su propósito y tendrá que eliminarlas. Otras necesitarán modificación. Y en algunos casos,
simplemente fracasará. Pero como dijo el presidente Abraham Lincoln: «Mi gran
preocupación no es si ha fracasado, sino si está contento con su fracaso».
Debe hacer planes para revisar y
actualizar sus metas
continuamente.
A medida que trabaja para lograr sus metas, piense en esto: A pesar de que debe
esforzarse por escribir una declaración de propósito que durará para toda su vida, debe
también hacer planes para revisar y actualizar sus metas continuamente.
Señales sus exitos y celebre
Finalmente, mientras va logrando algunas de sus metas, tome tiempo para celebrar.
Usted lo merece. Reconozca sus éxitos, y edifique sobre ellos, recordando siempre que su
objetivo no es lograr todas sus metas sino mejorar constantemente. El novelista William
Faulkner, ganador del premio Nóbel, dijo: «Siempre sueña y apunta más alto de lo que
sabes puedes hacer. No te preocupes por ser mejor que tus contemporáneos o predecesores.
Trata de ser mejor que tú». Usted está tratando de cumplir su propósito, de alcanzar su
potencial, y de ayudar a otros, no está tratando de llegar a un destino.
El fundador de la cadena de tiendas por departamento J.C. Penney, declaró: «Deme un
empleado de almacén con una meta y yo le daré un hombre que hará historia. Deme un
hombre sin una meta y le daré un empleado de almacén». Penney reconocía el poder y la
importancia de las metas. Mientras usted trabaja en ellas, ellas trabajan en usted. Lo que
usted obtiene al lograr sus metas no es tan importante como lo que usted llega a ser al
lograrlas. En el caso de Penney, hizo más que hacerse rico al edificar una cadena de 1,600
tiendas por departamento con ventas mayores a los cuatro mil millones de dólares. Él
desarrolló su potencial y el de otros y dio generosamente para obras de caridad y ayudó a
personas que trabajaban para él. Después de hacer pública su compañía en 1927, dio
acciones a todos sus gerentes e incluyó a todos los empleado en un programa de repartición
de ganancias. Es evidente que halló su propósito, creció en su potencial, y sembró semillas
para beneficio de otros. Verdaderamente tuvo éxito.
Mientras me he establecido metas a lo largo de los años, lo he hecho sin demasiado
rigor. Nunca sé lo que va pasar, y necesito ser flexible. Durante mi vida he recibido
bendiciones increíbles. Creo que Dios ha sido muy bueno conmigo. Nunca esperé escribir
libros o hablar a miles de personas cada año, pero eso es lo que hago. Mi deseo ha sido
siempre hacer la diferencia en la vida de las personas y se me ha permitido hacerlo. Cada
vez que he identificado una meta importante en mi vida, mis más altas expectativas han
sido superadas.
A medida que usted explora su sueño, pondera su propósito e identifica sus metas,
prepárese para las cosas maravillosas que ocurrirán. No se puede decir lo que ocurrirá en el
viaje al éxito. Al final, su vida puede superar sus expectativas. Pero tiene que empezar en
algún punto para cumplir su sueño, y establecer metas es un excelente punto de partida
PASOS PARA DAR EN EL CAMINO:
¿Dónde encuentro el
mapa del camino?
Comience a crear un mapa para su viaje al éxito.
1. Reconozca su sueño: Vaya al final del capítulo dos y mire su respuesta a la pregunta
número tres. (Si pudiera ser todo lo que quisiera, ¿qué sería?) Escriba aquí esa respuesta:
__________________________________________________________
2. Observe su punto de partida: Piense en el lugar dónde está comenzando y cuán
lejos está de su sueño. Aun cuando le parezca un largo viaje, no se desaliente. Algunas
personas han viajado distancias increíbles para llegar a donde están hoy. Responda las
siguientes preguntas:
a) ¿Qué tan grande es la distancia que tiene que viajar? Escriba una declaración que
describa la distancia que deberá viajar para vivir su sueño y que afirme su
determinación de dedicarse a esa tarea:
__________________________________________________________
__________________________________________________________
__________________________________________________________
b) ¿Qué condiciones tiene a su favor? ¿Cuáles son sus mayores activos para lograr estas
metas?
1__________________________________________________________
2__________________________________________________________
3__________________________________________________________
c) ¿Qué tendrá que superar? Menciones tres cosas que puede controlar y que se interponen
entre usted y el logro de su sueño.
1__________________________________________________________
2__________________________________________________________
3__________________________________________________________
d) ¿Cuánto le costará hacer el viaje? ¿Qué cosas tendrá que pagar o sacrificar para ver
cumplido su sueño?
En dinero:___________________________________________________
En tiempo: __________________________________________________
En relaciones: _______________________________________________
En el trabajo o carrera del presente: _______________________________
En comodidades/lujos: ________________________________________
En otros aspectos: ___________________________________________
3. Enuncie una declaración de propósito: Escriba una declaración de propósito
basada en todo el trabajo que haya hecho hasta este punto:
__________________________________________________________
__________________________________________________________
__________________________________________________________
__________________________________________________________
4. Defina sus metas de acuerdo a su propósito: Escriba las metas básicas que necesita
alcanzar para cumplir su sueño y vivir su declaración de propósito en la vida diaria.
a) ________________________________________________________
b) ________________________________________________________
c) ________________________________________________________
d) ________________________________________________________
e) ________________________________________________________
f) ________________________________________________________
g) ________________________________________________________
Capítulo 5
¿QUÉ DEBO
PONER EN MI
MALETA?
¿Alguna vez ha observado a alguien empacar sus maletas para un largo viaje? Es
asombroso. Algunos salen por la puerta sin llevar las cosas esenciales. Otros, como mi
hermana Trish, parece que van a empacar todo el ropero. Recuerdo que una vez Margaret y
yo nos preparábamos para ir al aeropuerto a buscar a Trish y su esposo Steve, que venían a
San Diego para una visita de una semana. Le dije a Margaret: «Es mejor que vayamos en
dos autos. Tú sabes como es Trish. No podremos acomodar todo el equipaje en un solo
auto». Efectivamente, cuando los recogimos, necesitamos los dos autos para acomodar todo
el equipaje, ¡y uno de ellos era un Lincoln Town Car, con un maletero enorme!
Como conferencista, me toca viajar mucho, y parece que siempre me estoy preparando
para un viaje. Durante los últimos diez años, he viajado más de 2.5 millones de millas
aéreas solo en una aerolínea. Pero soy afortunado porque Margaret me ayuda cuando estoy
preparándome para un viaje. Usualmente le dejo saber qué clase de conferencias y
compromisos voy a tener, y ella empaca toda la ropa y los efectos personales que
necesitaré.
Pero paso por otro proceso de empaque antes de salir de viaje: preparar mi maletín. El
asunto es que siempre trabajo durante el viaje. Escribo, leo, reviso informes y otras tareas
similares. Siempre me sorprendo cuando me monto en el avión, comienzo a prepararme
para trabajar y veo a un hombre de negocios sentado a mi lado mirando por la ventanilla.
No puedo creer que no tenga nada que hacer, y me siento tentado a decirle: «Ya que usted
no tiene nada que hacer, ¿puedo pasarle un par de cosas para que me ayude antes que el
avión aterrice en Dallas?»
Aun sin tener la ayuda de otros, logro hacer una gran cantidad de trabajo en el camino
porque tengo un secreto: dedico varias horas a organizar mi maletín antes de emprender el
viaje. Estudio mi itinerario para ver los espacios de tiempo libre que tendré—durante el
vuelo, al final del día en la pieza del hotel, entre compromisos para dictar conferencias—y
verifico qué trabajos debo tener listos para las próximas semanas. Entonces reúno todo el
material que necesitaré durante el viaje: carpetas de notas e ideas para alguna lección, citas
de mis archivos, libros y revistas que quiero leer y de las que quiero sacar información,
informes que necesito leer, correspondencia que debo responder.
El secreto para que este sistema sea eficaz es el tiempo que le dedico antes del viaje.
Desde que comencé a hacerlo, nunca he estado en el camino pensando: «Podría haber
terminado este proyecto o acabar tal conferencia si solo hubiera recordado traer tal o cual
cosa».
A través de los años, me he dado cuenta que si no uso de una estrategia de trabajo, me
meto en problemas porque mi agenda de compromisos está muy cargada. Aun cuando
tengo una estrategia, me he rodeado de un personal excelente que me ayuda a llevar la
carga. Mi buen amigo Dick Peterson administra INJOY. Kevin—director de seminarios de
INJOY—programa y coordina las conferencias y seminarios. Nuestro agente de viajes,
Carin, se encarga de mis vuelos y la transportación. Linda, mi maravillosa asistente,
organiza mi itinerario y me da toda la información necesaria para el viaje. Puedo delegar
casi todo en mi vida, pero nunca dejo que alguien prepare mi trabajo del camino o empaque
mi maletín. Hay algunas cosas que solo usted puede hacer.
CÓMO EMPACAR PARA
EL VIAJE AL ÉXITO
Mientras se prepara para emprender el viaje al éxito, hay una actividad esencial que
solo usted puede realizar. Es el equivalente a preparar su maletín, pues determina lo que
será capaz de lograr durante su viaje. Esa actividad es preparar y seguir un plan de
crecimiento personal. Ese proceso, más que cualquiera otra cosa, determinará si seguirá
creciendo hacia su máximo potencial. Como dice un antiguo proverbio irlandés: «Tienes
que procurar tu propio crecimiento, sin importar cuán grade sea tu padre». En otras
palabras, nada en su pasado le garantiza que seguirá creciendo hacia su potencial en el
futuro: ni las posiciones alcanzadas, los grados obtenidos, la experiencia ganada, los
premios recibidos ni las fortunas adquiridas. Planificar su crecimiento—y luego seguirlo—
es lo único que funciona.
Nada en su pasado le garantiza
que usted seguirá creciendo hacia
su potencial en el futuro
Hace un par de años, mientras dictaba una conferencia sobre liderazgo, un hombre de
unos sesenta años se me acercó durante un receso y me dijo:
—He aprendido tanto en esta conferencia, que quisiera haberle escuchado hace veinte
años.
—No, no es así. Usted no hubiera querido escucharme hace veinte años—dije
sonriendo.
—¿Por qué dice eso?—preguntó.
—Hace veinte años—respondí—, no tenía nada que decir. No sabía de estas cosas—que
el liderazgo es influencia, cómo detectar a un líder, el principio 80/20. Todo lo que estoy
compartiendo con usted esta mañana es el resultado de años de continuo aprendizaje y
crecimiento.
Siempre han sido muy importantes para mí el deseo y la disciplina para seguir
creciendo. Cuando crecía, mi padre me puso en un plan de lectura. Cada día me exigía que
leyera durante treinta minutos de libros que él seleccionaba. Cuando obtuve mi primera
licencia de conducir, mi padre puso un libro en la guantera y me dijo: «Hijo, nunca viajes
sin un libro. Si te quedas atascado, puedes usar el tiempo en la lectura y mejorar como
persona». Papá también me envió a seminarios, como el de Dale Carnegie, «Cómo ganar
amigos e influir sobre las personas» mientras aún estaba en la enseñanza secundaria.
El plan de crecimiento de mi padre de seguro me ayudó a aprender el valor del
crecimiento personal, y cuando tuve diecisiete años, tomé un rol más activo en mi
desarrollo personal. En ese momento, comencé a leer sistemáticamente y a poner en
archivos citas impresionantes de libros y revistas. Había aprendido que, a largo plazo, los
atajos no tienen compensación. Si iba a tener una oportunidad para alcanzar mi potencial,
tendría que seguir aprendiendo, creciendo y mejorando.
CRECER ES CAMBIO
El poeta Robert Browning escribió: «¿Para qué estamos en la tierra sino para crecer?»
Casi todo el mundo coincide en que crecer es bueno, pero muy pocos se dedican a este
proceso. ¿Por qué? Porque requiere cambio, y la mayoría de las personas no quiere
cambiar. Pero la verdad es que sin cambio el crecimiento es imposible. El autor Gail
Sheehy afirmó: «Si no cambiamos, no crecemos. Si no crecemos, no vivimos. El
crecimiento exige la rendición temporal de la seguridad. Puede significar renunciar a
patrones familiares pero limitantes, seguros pero que no compensan, valores en los que ya
no creemos, relaciones que han perdido su significado. Como lo dijo Dostoevsky, “dar un
nuevo paso, pronunciar una nueva palabra es lo que la gente más teme”. El verdadero temor
debería ser el camino opuesto».
No puedo pensar en nada peor que tener una vida estancada, sin cambios ni
mejoramiento.
CRECER ES UNA DECISIÓN
La mayoría de la gente lucha contra el cambio, especialmente cuando los afecta
personalmente. Como lo dijo el novelista Leon Tolstoi: «Todos quieren cambiar el mundo,
pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo». Lo irónico es que el cambio es inevitable.
Todos tenemos que tratar con él. Por otra parte, el cambio es optativo. Usted decide crecer
o lucharle en contra. Pero entienda esto: La gente que no está dispuesta a crecer nunca
alcanzará su potencial.
Crecer es una decisión que puede
hacer realmente la diferencia
En uno de sus libros, mi amigo Howard Hendricks pregunta: «¿En qué ha cambiado …
recientemente? Digamos, ¿en la última semana? ¿en el último mes? o ¿en el último año?
¿Puede ser bien específico?» Él sabe que la gente tiende a cambiar de carril cuando se trata
de crecimiento y cambio. Crecer es una decisión; una decisión que puede hacer realmente
la diferencia en la vida de una persona. La mayoría de las personas no se da cuenta que las
personas exitosas y las que no tienen éxito no se diferencian sustancialmente en sus
capacidades. Solo varían en el deseo de alcanzar su potencial. Nada es más eficaz cuando
se trata de alcanzar el potencial que el compromiso con el crecimiento personal.
PERMÍTAME AYUDARLE A EMPACAR
Hacer el cambio de ser alguien que aprende ocasionalmente a convertirse en alguien
que se dedica al crecimiento personal va en contra del modo de vivir de la mayoría de la
gente. Si le pregunta a cien personas cuántos libros han leído por decisión propia desde que
terminaron sus estudios (escuela superior o universidad), apuesto a que solo unos pocos
dirían que han leído más de un par de libros. Si les preguntara cuántos han escuchado cintas
y han asistido voluntariamente a conferencias y seminarios sobre crecimiento personal,
serían todavía menos. La mayoría de las personas celebran cuando han recibido su diploma
o grado y se dicen: «¡Al fin se acabó! Ahora lo que necesito es un buen trabajo. Acabé con
mis estudios». Pero ese pensamiento no lo lleva más allá que al promedio. Si usted quiere
emprender el viaje al éxito, tiene que seguir creciendo.
Como alguien que ha dedicado su vida al crecimiento y desarrollo personal, me gustaría
ayudarle a dar el salto que lo convierta en uno que busca su desarrollo personal con
dedicación. Es el camino por el que debe andar si quiere alcanzar su potencial. Además de
esto, tiene otro beneficio: produce contentamiento. Las personas más felices que conozco
están creciendo todos los días.
Observe los diez principios que aparecen a continuación. Le ayudarán a convertirse en
una persona dedicada al crecimiento personal:
La persona que alcanza su
potencial piensa en función de su
mejoramiento.
1. Escoja una vida de crecimiento
Se dice que cuando el chelista español Pablo Casals estaba en sus últimos años, un
joven periodista le preguntó: «Señor Casals, tiene noventa y cinco años y es el más grande
chelista que haya existido. ¿Por qué practica todavía seis horas diarias?»
¿Cuál fue la respuesta de Casals? «Porque creo que estoy progresando». Ese es el tipo
de dedicación al crecimiento continuo que usted debe tener. La persona que alcanza su
potencial, sin importar su profesión o trasfondo, piensa en términos de mejoramiento. Si
usted cree que puede «mantenerse firme» y todavía hacer el viaje al éxito, está equivocado.
Necesita tener una actitud como la del General George Patton. Se cuenta que decía a sus
soldados: «Hay una cosa que quiero que recuerden. No quiero recibir mensajes que digan
que nos estamos manteniendo en la misma posición. Nosotros avanzamos constantemente».
El lema de Patton era: «Siempre toma la ofensiva; nunca te atrincheres».
La única manera de mejorar su calidad de vida es mejorar personalmente. Si quiere que
su organización crezca, usted debe crecer como líder. Si quiere tener mejores hijos, debe
convertirse en una mejor persona. Si quiere que otros lo traten con bondad, debe desarrollar
mejores destrezas con la gente. No hay un método seguro para hacer que mejoren las demás
personas o su ambiente. Lo único que realmente puede mejorar es a usted mismo. Lo
asombroso es que cuando lo hace, todo lo demás a su alrededor mejora repentinamente.
Así que lo esencial es que si usted quiere iniciar el viaje al éxito, debe vivir una vida de
crecimiento. Y la única forma en que crecerá es que usted decida crecer.
2. Comience a crecer hoy
Napoleón Hill dijo: «Lo que cuenta no es lo que vas a hacer, sino lo que estás haciendo
ahora». Muchas personas sin éxito tienen lo que llamo el «síndrome de algún día», pues
podrían hacer algunas cosas para hoy mismo dar valor a sus vidas y no las hacen. Las dejan
a un lado y dicen que lo harán algún día. El lema es «uno de estos días». Pero como dice el
antiguo proverbio inglés: «Uno de estos días significa ninguno de estos días». La mejor
manera de asegurar el éxito es comenzar a crecer hoy mismo. No importa dónde comience,
no se desaliente; todo el que llegó donde está comenzó en donde estaba.
¿Por qué necesita decidirse a comenzar a crecer hoy? He aquí varias razones:
• El crecimiento no es automático. En mi libro Breakthrough Parenting, menciono que
usted puede ser joven una sola vez, pero puede ser inmaduro indefinidamente.* Esto se
debe a que el crecimiento no es automático. El hecho de que usted se ponga viejo no
significa necesariamente que esté creciendo. A medida que un cangrejo o una langosta
crece tiene que desprenderse de su caparazón. Pero esa no es la tendencia de la gente. El
camino hacia el nivel siguiente es cuesta arriba, y se requiere esfuerzo para continuar
creciendo. Mientras más pronto comience, más cerca estará de alcanzar su potencial
• El crecimiento de hoy resultará en un mejor mañana. Todo lo que usted hace hoy tiene
sus bases en lo que hizo ayer. Y todas eso junto, determinará lo que ocurrirá mañana.
Esto es especialmente válido en relación al crecimiento. Oliver Wendell Holmes
ofreció su opinión: «La mente del hombre, una vez expandida por una nueva idea,
jamás vuelve a su dimensión original». El crecimiento de hoy es una inversión para
mañana.
• El crecimiento es su responsabilidad. Cuando usted era un niño pequeño, sus padres
eran responsables por usted, aun por su crecimiento y educación. Ahora como adulto,
esa responsabilidad es totalmente suya. Si no hace crecer su responsabilidad, nunca se
producirá.
No hay mejor tiempo para comenzar que ahora mismo. Reconozca la importancia que el
crecimiento personal tiene en el éxito, y dedíquese a desarrollar su potencial hoy.
3. Esté dispuesto a que le enseñen
John Wooden, ex entrenador de baloncesto de la UCLA, es un inspirador ejemplo de
crecimiento personal. Él se desarrollaba a sí mismo continuamente, y hacía lo mismo con
sus jugadores, tratando de ayudarles a alcanzar su potencial. Uno de los dichos de Wooden
que más me gusta es: «Lo que cuenta es lo que aprendes después de saber». Wooden
reconocía que el obstáculo más grande para el crecimiento no es la ignorancia: Es el
conocimiento. Mientras más aprende, mayor es la posibilidad de creer que lo sabe todo. Y
si esto ocurre, la persona asume una actitud en la que no se puede le puede enseñar, y ya no
hay crecimiento ni mejoramiento.
Wooden siguió aprendiendo y creciendo, a pesar de estar en la cumbre de su profesión.
Por ejemplo, después de ganar un campeonato nacional—un logro que la mayoría de los
entrenadores universitarios nunca alcanza—deshizo la línea ofensiva que había usado
durante años y organizó una completamente nueva con el propósito de maximizar el
potencial de su equipo y el talento de un jugador: Lewis Alcindor, conocido ahora como
Karim Abdul-Jabbar. El resultdo fue que él y su equipo avanzaron a un nivel más elevado
de juego y ganaron en forma consecutiva tres campeonatos nacionales. Si usted va a
alcanzar su potencial, tiene que mantenerse en crecimiento como lo hizo John Wooden.
Cuando se mantiene dispuesto a aprender, su potencial es casi ilimitado.
4. Enfóquese en el desarrollo personal, no en la realización
personal
En el área del crecimiento personal ha habido un cambio de enfoque durante los últimos
treinta años. A fines de la década del sesenta y a principio de la del setenta, la gente
comenzó a hablar de «encontrarse a sí mismos», queriendo decir que buscaban un camino
hacia una plena realización personal. Esto es como hacer de la felicidad una meta pues la
realización personal se relaciona con sentirse bien.
Pero el desarrollo personal es diferente. Es cierto que gran parte del tiempo le hará
sentirse bien, pero ese es un beneficio marginal, no la meta. El desarrollo personal es un
llamado superior; es el desarrollo de su potencial de modo que pueda alcanzar el propósito
para el cual fue creado. Hay momentos en que esto es realización, pero hay otros en que no
lo es. No importa cómo se sienta, el desarrollo personal tiene siempre un efecto: le lleva
hacia su destino. El Rabino Samuel M. Silver enseñaba que «el más grande de todos los
milagros es que no necesitamos ser mañana lo que somos hoy, pero podemos mejorar si
usamos el potencial que Dios hay puesto en nosotros».
5. No se conforme con los logros de hoy
Mi amigo Rick Warren dice: «El peor enemigo del éxito de mañana es el éxito de hoy».
Y tiene razón. Pensar que usted ha «llegado», cuando alcanza una meta es lo mismo que
pensar que lo sabe todo. Esto le quita el deseo de aprender. Es otra característica del
síndrome del destino. Sin embargo, la gente exitosa no se sienta cómodamente y descansa
sobre sus laureles. Saben que ganar—al igual que perder—es algo temporero, y que tienen
que seguir creciendo para mantenerse exitosos. Charles Handy comentó: «Una de las
paradojas del éxito es que las cosas y los caminos que te llevaron hasta allí, suelen ser las
cosas que te detienen allí».
El desarrollo personal le lleva
a su destino.
No importa cuánto éxito tenga hoy, no se vuelva complaciente. Siga con hambre.
Sydney Harris insistía que «un ganador sabe cuánto más tiene que aprender, aun si es
considerado un experto por los demás; el perdedor quiere ser considerado experto por otros
antes de aprender lo necesario para saber cuán poco sabe». No se quede en su zona de
comodidad, y no permita que el éxito se le suba a la cabeza. Disfrute brevemente su éxito, y
siga avanzando hacia un mayor crecimiento.
6. Sea un alumno continuo
La mejor manera de no quedarse solo con la satisfacción de lo alcanzado es convertirse
en un alumno continuo. Ese tipo de compromiso puede ser más raro de lo que usted puede
pensar. Por ejemplo, un estudio realizado por la Universidad de Michigan hace varios años,
descubrió que un tercio de todos los médicos de los Estados Unidos están tan atareados con
su trabajo que están dos años atrasados respecto a los avances en su campo.*
Si quiere ser un alumno continuo y seguir creciendo a lo largo de su vida, tendrá que
hacerse de tiempo para ello. Tendrá que hacer lo que pueda donde quiera que se encuentre.
Como dijo Henry Ford: «He observado que la gente más exitosa toma ventaja durante el
tiempo que los demás desperdician».
Esa es una razón por la que llevo libros y revistas cuando viajo. Durante los momentos
perdidos—como esperar una conexión en un aeropuerto—puedo revisar un montón de
revistas, leer y recortar artículos. O puedo adelantar la lectura de un libro, aprender los
principales conceptos y tomar citas que puedo usar posteriormente. Y cuando estoy en mi
ciudad, maximizo mi tiempo de aprendizaje al escuchar continuamente cintas instructivas
mientras voy en mi auto.
Frank A. Clark afirma: «La mayoría de nosotros debe aprender mucho cada día para
mantener la delantera a lo que olvidamos». Aprender algo cada día es la esencia de ser un
alumno continuo. Debe mantenerse mejorando personalmente, no solo para adquirir
conocimientos que reemplacen lo que ha olvidado o lo que ya es obsoleto, sino para
edificar sobre lo que aprendió ayer.
7. Enfóquese solo en unos pocos temas importantes
El autor C. S. Lewis afirmó: «Cada persona está compuesta de unos pocos temas». A
medida que se desarrolla, usted debe identificar y enfocarse en esos pocos temas que son el
corazón de lo que usted es. Es lo que he hecho a lo largo de los años, y esto ha traído
increíbles beneficios en mi desarrollo. Mi vida está enfocada en la gente. Mi propósito es
enseñar liderazgo y ayudar a las personas en su crecimiento para alcanzar su potencial, de
modo que he limitado mi desarrollo personal a las siguientes áreas:
• Relaciones, las que determinan cuán bien conozco a las personas
• Actitud, lo que determina cuán bien me relaciono con las personas
• Comunicación, lo que determina cuán bien motivo a las personas
• Liderazgo, lo que determina cuán bien influyo sobre las personas
• Crecimiento personal, lo que determina cuánto desarrollo en las otras áreas
Dedique su tiempo y energía
solo a los temas que son el
corazón de su vida.
Dónde enfoca su atención dependerá de su propósito, de cómo desea ayudar a los
demás, y lo que significa para usted alcanzar su potencial. Al principio, quizás se vea
tentado a prestar atención a demasiadas cosas. Pero afine su enfoque. Dedique su tiempo y
energía solo a los temas que son el corazón de su vida.
8. Desarrolle un plan de crecimiento
La clave para una vida de continuo aprendizaje y mejoramiento radica en el desarrollo
de un plan específico de crecimiento y seguirlo fielmente. Recomiendo un plan que
requiere una hora diaria, cinco días a la semana. Lo uso como patrón debido a una cita de
Earl Nightingale, que dice: «Si una persona dedica una hora diaria al mismo tema por cinco
años, será un experto en esa materia». ¿No es una promesa increíble? Muestra lo lejos que
podemos llegar cuando tenemos la disciplina de hacer del crecimiento una práctica diaria.
En las conferencias de liderazgo, recomiendo el siguiente plan de crecimiento a los
participantes:
Lunes: Tenga un devocional de una hora para el desarrollo de su vida espiritual.
Martes: Dedique una hora a escuchar una cinta sobre liderazgo.
Miércoles: Dedique una hora a archivar citas y a reflexionar sobre el contenido de
la cinta del martes.
Jueves: Dedique una hora a la lectura de un libro sobre liderazgo.
Viernes: Dedique media hora a la lectura de un libro y otra media hora a archivar y
reflexionar.
A medida que desarrolla su plan de crecimiento, comience por identificar las tres a
cinco áreas en las que desea crecer. Luego busque material de utilidad: libros, revistas,
cintas, videos, e incorpórelos a su plan. Le recomiendo que haga el plan de leer doce libros
y escuchar cincuenta y dos cintas (o leer cincuenta y dos artículos) cada año. No importa
como lo haga, pero hágalo diariamente. De esta manera es más probable que siga el plan y
lo alcance que si periódicamente lo abandona y luego trata de retomarlo.
9. Pague el precio
Antes mencioné que la realización personal se enfoca en hacer que la persona se sienta
feliz, mientras que el desarrollo personal se propone ayudar a una persona a alcanzar su
potencial. El trueque con el crecimiento es que a veces es incómodo. Requiere disciplina.
Requiere tiempo que usted podría dedicar a entretenerse. Cuesta dinero comprar materiales.
Tiene que enfrentar continuamente el cambio y asumir riesgos. Y a veces es sencillamente
solitario. Cuando el precio se eleva mucho es cuando mucha gente deja de crecer.
Pero el precio que se paga por el crecimiento siempre vale la pena pues la alternativa es
una vida limitada y un potencial sin alcanzar. El éxito necesita esfuerzo, y usted no puede
iniciar el viaje si se sienta a esperar que la vida venga y lo mejore. El presidente Teodoro
Roosevelt dijo osadamente: «Todavía no ha habido una persona en nuestra historia que
haya llevado una vida cómoda y cuyo nombre sea digno de recordar». Esas palabras eran
ciertas cuando las dijo hace casi cien años atrás y todavía hoy tienen vigencia.
Las personas exitosas desarrollan
diariamente hábitos positivos que
las ayudan a crecer y a aprender.
10. Halle la manera de aplicar lo que aprende
Jim Rohn exhortó: «No permitas que el aprendizaje te lleve al conocimiento. Permite
que tu aprendizaje te lleve a la acción». En el desarrollo personal lo importante es la acción.
Si su vida no comienza a cambiar como resultado de lo que aprende, entonces tiene uno de
los siguientes problemas: No está prestando suficiente tiempo y atención a su plan de
crecimiento; está enfocando demasiado tiempo en áreas erróneas: o está aplicando lo que
aprende.
Las personas exitosas desarrollan diariamente hábitos positivos que las ayudan a crecer
y a aprender. Una de las cosas que hago para asegurarme que no pierdo lo que aprendo es
archivar. En mi oficina tengo más de 1200 carpetas llenas de artículos e información, y
tengo miles y miles de citas. Pero además hago el esfuerzo de aplicar la información tan
pronto como la aprendo. Cuando aprendo algo nuevo me hago las siguientes preguntas:
• ¿Dónde puedo usarla?
• ¿Cuándo puedo usarla?
• ¿Quién más necesita saber esto?
Estas preguntas apartan mi foco de solo adquirir conocimiento y lo pone en aplicar lo
que aprendo a mi vida. Trate de usarlas. Pienso que le ayudarán de la misma manera que
me ayudan a mí.
Fred Smith—autor y experto en liderazgo—hizo una afirmación que resume en qué
consiste el compromiso de crecer personalmente. El dijo:
«Hay algo en la naturaleza humana que nos tienta a quedarnos donde nos sentimos
cómodos. Tratamos de hallar una meseta—un lugar de reposo—donde tenemos un
estrés confortable y las finanzas adecuadas. Donde tenemos relaciones cómodas
con otras personas, sin intimidarnos por tener que conocer nuevas personas o entrar
en situaciones extrañas.
De hecho, todos necesitamos descansar en algún momento. Subimos y luego
descansamos para asimilarnos. Pero tan pronto asimilamos lo aprendido, seguimos
escalando. Es desafortunado cuando dejamos de escalar. Cuando hacemos nuestra
última escalada, estamos viejos, sea que tengamos cuarenta u ochenta años».
No importa lo que haga, no se quede en la llanura. Dedíquese a escalar la montaña del
potencial personal, un poco a la vez, a lo largo de su vida. Es un viaje del que nunca se
arrepentirá. Según la novelista George Elliot: «Nunca es demasiado tarde para que seas lo
que podrías haber sido».
CREE UNA ATMÓSFERA DE CRECIMIENTO
Antes mencioné que el compromiso con el crecimiento continuo tiene momentos
difíciles como otros momentos que recompensan. Pero hay un modo de hacer que el viaje,
en general, sea más agradable: Puede vivir en un ambiente que lo conduzca al crecimiento.
Así como el crecimiento de un pez tropical se limita al tamaño del acuario en que vive, a
usted lo afecta su ambiente. Si sus circunstancias presentes no le ayudan a crecer, pasará
muchísimo trabajo al tratar de alcanzar su potencial.
La complacencia mata el
crecimiento.
Por eso es fundamental crear una atmósfera de crecimiento a su alrededor. Ese tipo de
lugar debería verse así:
• Otros van delante de usted: Cuando se rodea de personas de quienes puede aprender—
en vez de personas que aprenden de usted—es más probable que crezca.
• Se siente desafiado: La complacencia mata el crecimiento.
• Su enfoque está adelante: Si piensa más en el pasado que en el futuro, probablemente se
haya detenido su crecimiento.
• La atmósfera es positiva: El industrial Charles Schwab dijo: «Todavía no he encontrado
el hombre, no importa cuán elevada sea su posición, que no trabaje mejor y dedique
mayores esfuerzos a su tarea bajo un espíritu de aprobación que bajo un espíritu de
crítica». Lo mismo vale para el trabajo que para el crecimiento.
• Está fuera de su zona de comodidad: El crecimiento requiere riesgo. Ronald E. Osborne
afirmó: «A menos que haga algo más allá de lo que domina completamente, nunca
crecerá».
• Otros están creciendo: Cuando se trata de crecimiento, es mejor tratar de nadar en
escuelas que tratar de hacerlo todo por cuentra propia.
• Hay disposición para cambiar: Clayton G. Orcutt declaró: «El cambio en sí no es
progreso, pero el cambio es el precio que pagamos por el progreso». Si los que están en
su situación no están dispuestos a pagar el precio, el crecimiento será particularmente
difícil.
• Se modela y se espera crecimiento: En el mejor ambiente posible, el crecimiento no
solo se permite; los líderes lo modelan, y lo esperan de todos. Cuando eso ocurre el
potencial de cada uno supera lo esperado.
Mientras más positivo el ambiente, más rápido será su crecimiento. La vida de
crecimiento continuo no es fácil, pero una buena atmósfera hace que nadar contra la
corriente sea menos difícil. Y hace que el viaje sea mucho más agradable.
DESARROLLE RELACIONES CON PERSONAS QUE
CRECEN
Otro factor de su desarrollo personal está en el área de sus relaciones personales.
Examine cuidadosamente sus relaciones más cercanas. Usted puede decir mucho acerca de
la dirección de su vida mirando a las personas con quienes ha decidido pasar su tiempo y
compartir sus ideas. Sus valores y prioridades afectan el modo en que usted piensa y actúa.
Si son personas positivas, dedicadas al crecimiento, sus valores y prioridades le estimularán
y reforzarán sus deseos de desarrollarse personalmente.
Dedicarse al crecimiento le
motiva.
No siempre es cómodo asociarse con personas que van delante de usted en el
crecimiento, pero siempre es provechoso. Mire alrededor suyo. Indudablemente, conoce
personas que podrían ayudarle a crecer en una o más de las áreas en que desea
desarrollarse. Trate de cultivar relaciones con ellos, pero no piense solo en función de lo
que usted puede ganar. Siempre ponga algo sobre la mesa. Tiene que hacer que haya
ganancia para ambos lados, o no durará.
Dedicarse al crecimiento no solo le permite crecer y aumenta su potencial; también le
motiva. Comienza un ciclo de crecimiento que, si se sostiene, le lleva a un crecimiento cada
vez más extenso. Y esto conduce a una vida más plena y productiva. El Dr. Charles
Garfield, que ha escrito sobre personas que alcanzan sus objetivos, dijo lo siguiente:
Quienes llegan a la cumbre no ven el logro como un estado fijo, ni como un puerto
seguro al que el individuo se ancla y todo está hecho y consumado. Nunca he
escuchado a ninguno de ellos hablar del fin de un desafío, de una emoción, de la
curiosidad y de su capacidad de asombro. Muy por el contrario. Una de sus
características más cautivantes es un talento contagioso de moverse hacia el futuro,
generando nuevos desafíos, viviendo con la sensación de que hay más tareas que
cumplir.
Además, viven con la sensación de que hay más crecimiento por experimentar.
Durante el curso de mi vida, he experimentado el increíble poder que trae la regularidad
en el crecimiento personal. El tercer capítulo le mostró que su actitud determina cuán lejos
puede ir en la vida. El crecimiento agrega otra dimensión a sus habilidades. Determina cuán
bien equipado usted se encuentra para el viaje. Cuando su «maleta» se encuentra bien
empacada a través del desarrollo personal continuo, usted puede ir más lejos y más rápido
de lo soñado, y el viaje resulta más placentero pues está mejor preparado para realizarlo.
Aun cuando enfrente obstáculos—de los que hablaremos en el próximo capítulo—usted
está en mejores condiciones para avanzar.
Toma tiempo aprender cómo empacar su maleta. Al principio, todos tenemos la
tendencia a llevar demasiado con nosotros, no solo en el viaje al éxito sino también en los
demás viajes. Por ejemplo, en un viaje a Japón que hicimos Margaret y yo hace unos doce
años, casi nos resultó un desastre porque no supimos empacar. Tomamos dos grandes
maletas, y las llenamos completamente. Habíamos hecho algunos viajes antes, así que
pensábamos que era inteligente llevar solo dos pesadas maletas en lugar de muchos bultos
pequeños. Usaríamos a los portamaletas y los carritos como lo habíamos hecho
anteriormente en otros aeropuertos.
Todo estuvo bien hasta que tratamos de movernos en Japón. Un taxi nos dejó en la
estación del ferrocarril en Tokio, entonces buscamos un portamaletas y no encontramos
ninguno. «No hay problema», dije, «iré a buscar un carrito». Tampoco encontramos un
carrito. Terminamos llevando las inmensas maletas por toda la estación buscando el andén
que nos correspondía. Entonces tuvimos que subir las maletas al tren y acomodarlas en
nuestro vagón.
Terminamos haciendo esto por todo Japón. Para la segunda semana, Margaret y yo
estábamos a punto del divorcio. En una ciudad, mientras arrastrábamos nuestras maletas
«solo una corta distancia desde la estación hasta nuestro hotel», las tiré en medio de la calle
y grité: «Si alguien quiere esas maletas, venga y lléveselas con todo lo que tienen por solo
cinco dólares». Nadie se interesó. Pero de toda esta experiencia resultó una cosa buena:
Margaret y yo aprendimos la lección de ese viaje, y desde entonces, nos hemos convertido
en buenos empacadores.
Cuando usted aprende a empacar bien en su viaje del éxito, se sorprenderá de lo alto
que puede llegar. La clave es concentrarse en lo que necesita y no en otra cosa. Ya le di a
conocer las áreas en que enfoco mi desarrollo personal: relaciones, actitud, comunicación,
liderazgo y crecimiento personal. Cuando comencé a trabajar en estas áreas mi única meta
era mi desarrollo personal. Quería ser una mejor persona, un pastor más eficiente y un líder
más firme. Quería desarrollarme con el fin de acercarme más a alcanzar mi potencial.
Pero mi dedicación ha traído beneficios que nunca esperé. Del gran crecimiento que
experimento, tengo el privilegio de dar participación a otras personas. He escrito más de
una docena de libros. Cada mes, más de 30.000 personas reciben instrucción sobre
crecimiento personal y liderazgo en las lecciones que enseño en audiocasetes. Y miles
asisten a las conferencias de INJOY cada año. Solo el año pasado, en la suma de todas mis
conferencias, hablé a más de 250.000 personas.
Mi meta no era llegar a ser un autor ni un conferencista. Desde hace unos veinte años,
la gente comenzó a pedirme que compartiera con ellos lo que había aprendido, y tales
peticiones siguen creciendo. Sé que la única manera de continuar ayudando a otros es
seguir aprendiendo y creciendo cada día más.
Si usted se dedica a su desarrollo personal, no hay manera de predecir hacia dónde lo
llevará la vida, pero una cosa sé con certeza: lo puede llevar solamente hacia arriba. Si aún
no lo ha hecho, comience hoy. Haga del crecimiento su meta principal y prepárese para
escalar más arriba de lo que creyó posible.
PASOS PARA DAR EN EL CAMINO:
¿Qué debo poner
en mi maleta?
Usted puede desarrollar su potencial si busca el crecimiento personal como un estilo de
vida. Siga las siguientes directrices, que le ayudarán a comenzar.
1. Desarrolle un plan de crecimiento: todo el proceso comienza con un plan de
crecimiento. Debe ser escrito y específico. Mientras más concreto el plan, es más probable
que lo siga.
a) Identifique las principales áreas que quiera desarrollar. Establezca sus áreas de
crecimiento de acuerdo a sus sueños y metas. Para comenzar, una o dos áreas de
crecimiento sea lo ideal. No ponga más de cinco en la lista:
1__________________________________________________________
2__________________________________________________________
3__________________________________________________________
4__________________________________________________________
5__________________________________________________________
b) Encuentre los recursos. Busque estos recursos leyendo revistas de negocios, yendo a una
librería, visitando una biblioteca, revisando catálogos y conversando con personas
experimentadas en sus áreas de interés. Haga una lista de los principales materiales que
encuentre.
Libros
1__________________________________________________________
2__________________________________________________________
3__________________________________________________________
Cintas
1__________________________________________________________
2__________________________________________________________
3__________________________________________________________
Revistas
1__________________________________________________________
2__________________________________________________________
3__________________________________________________________
c) Planifique su tiempo de crecimiento. Calcule exactamente de dónde «robará» una
hora diaria (cinco días por semana). ¿Se levantará una hora antes? ¿Usará la hora de
almuerzo? ¿Mantendrá apagado el televisor de 7:00 a 8:00 cada noche? De dónde sacará el
tiempo es cosa suya, pero sea específico, y procure aferrarse a su plan.
___________________________________________________________
2. Cree una atmósfera de crecimiento: Planifique para hacer lo que sigue por lo
menos una vez al día durante el próximo mes:
a) Elogie a su esposa, hijo, empleado o asociado por hacer algo nuevo que muestre un
deseo de crecer.
b) Procure hacer algo que nunca haya hecho de modo que lo saque fuera de su zona de
comodidad.
c) Piense en un beneficio que su actual plan de crecimiento puede darle en el futuro.
3. Desarrolle relaciones con personas que crecen: El verdadero éxito siempre incluye
a otros. Edifique relaciones para el crecimiento de las siguientes maneras:
a) Encuentre un mentor. Escriba el nombre de una persona que está creciendo y tiene la
mayor destreza en el área en la que tiene más deseos de crecer. Su meta es desarrollar
una relación en la que ambos ganen.
__________________________________________________________
b) Dedique tiempo a estar con personas que crecen. De todas las personas que conoce,
nombre a los tres mejores modelos de crecimiento. Haga planes de pasar un tiempo con
cada uno de ellos durante las semanas que vienen. Su meta es desarrollar una relación
positiva y disfrutar de una compañía mutua.
1_________________________________________________________
2_________________________________________________________
3_________________________________________________________
c) Conviértase en el mentor de alguien. Seleccione una persona para ayudarla a crecer: un
compañero de trabajo o empleado, su hijo, un miembro de la iglesia, etc.
Capítulo 6
¿QUÉ HAGO
CON
LOS DESVÍOS?
Cuando usted emprende un viaje, nunca tiene la seguridad de que resultará según los
planes. Pueden suceder muchas cosas inesperadas. Eso nos ocurrió a mi esposa Margaret y
a mí hace algunos años en un viaje de regreso desde Tierra Santa. Habíamos estado en
Israel varias veces, y en ese viaje en particular, llevamos a cincuenta personas en excursión.
Margaret y yo somos dados a planificar con mucho detalle, de modo que en solo una
semana, vimos más de lo que muchos consideran humanamente posible. Pero al momento
de regresar a casa, todos estábamos exhaustos.
Cuando llegamos desde Tel Aviv a Paris a media mañana y un agente de la aerolínea
nos informó: «Lo siento, amigos», dijo, «pero su vuelo a Nueva York ha sido cancelado.
Hay una gran tormenta de nieve en la costa atlántica, y nada entrará ni saldrá durante las
próximas veinticuatro horas». Después de estar una semana en caminos polvorientos,
corriendo de un lado para otro, durmiendo en hoteles, y viendo a soldados tensos con
ametralladoras por todo lugar, nuestro grupo estaba listo para regresar a casa.
Cuando recibimos la noticia, pudimos sentir el desaliento y la frustración entre nuestra
gente. Muchos de los que viajaban con nosotros eran personas mayores y era la primera vez
que habían estado fuera de los Estados Unidos. Algunas alteraciones previas en el itinerario
habían confundido a algunos. Este grave problema en nuestro plan de viaje era probable
que produjera el pánico en todos ellos.
Margaret y yo nos miramos y supimos que necesitábamos actuar.
—Está bien, amigos, acérquense aquí—les dije mientras los conducía a un rincón del
aeropuerto y contaba rápidamente al grupo.
—¿Cuántos no han estado en Paris? Se levantaron varias manos.
—¡Qué bien! Tenemos una maravillosa oportunidad—les expliqué—. Vamos a hacer
un recorrido por la ciudad
Los ojos de Margaret se encendieron cuando comprendió la idea, y salió en mi ayuda.
—¡Ah! Les encantará París—dijo—. Es la ciudad más romántica del mundo.
Algunas mujeres del grupo sonrieron, pero la mayoría se mostraron escépticos.
—Veremos el Louvre, Notre Dame, la Torre Eiffel, lo que ustedes quieran..
—Es una gran suerte para nosotros—les dije—. ¿Saben cuánto dinero gasta la gente por
ver París? Gastan miles de dólares solo por llegar hasta aquí, y nosotros lo vamos a ver
gratis. Esto atrajo la atención de un par de caballeros.
Una hora después estábamos en el hotel, y Margaret y yo trabajamos por conseguir un
tour.—No, señor—dijo el conserje—, no hay tours disponibles. Puedo arreglar algo para
mañana.
—Tiene que ser hoy, tiene que haber algo disponible—dije.
—No, señor. Lo siento.
—Entonces, ¿podemos conseguir un autobús?—dijo Margaret. Él la miró.
—Seguro que debe haber un autobús disponible en algún lugar de París—añadió ella—.
Por favor, verifique si puede conseguirnos un autobús, de cualquier tipo, y un chofer.
—Correcto—añadí—. Solo consiga un autobús. No importa de dónde lo saque, ni su
aspecto. Podría ser hasta un autobús escolar, no importa. Nosotros mismos organizaremos
el tour.
Nos tomó un largo rato convencerlo, pero finalmente accedió a hacer el intento. Nos
consiguió un autobús con un conductor que no hablaba una palabra de inglés. Subimos al
grupo y dimos una rápida e intensa vuelta por París.
—Tomen muchas fotos—les decíamos—. Querrán contarle a todos cuando lleguen a
casa sobre su viaje de ñapa por París.
Les mostramos todo lo que pudimos, y apostaría que hasta acertamos los nombres de
todos los monumentos históricos, bueno, quizás el setenta u ochenta por ciento de las veces.
Aun experimentaron cosas que no hubieran tenido en otro tour. Por ejemplo, encontramos a
la cantante Madonna saliendo del Louvre rodeada de guardaespaldas y todos les tomaron
fotos.
—Esto solo podía pasar en un tour de Maxwell—dijo después un miembro del grupo.
Al regreso, nuestra gente tenía gratos recuerdos de Israel y de sus inspiradores lugares.
Pero su historia favorita era la de su estadía de un día en París.
Siga avanzando en el viaje,
haciendo lo mejor con los desvíos
e interrupciones, convirtiendo la
adversidad en ventaja
¿Ha estado alguna vez en un viaje que no resultó según lo planificado? Y si ha viajado
mucho, quizás debería preguntarle si ha estado alguna vez en un viaje que haya resultado
exactamente según los planes. Pues si usted es como la mayoría de las personas, debe haber
tenido toda clase de problemas en los viajes. El viaje del éxito es igual. Está lleno de
sacudidas, altibajos y desvíos. Y ya que nadie puede evitarlos completamente, la pregunta
es ¿qué hago con ellos?
Isabel Moore dijo asertadamente: «La vida es una calle de una sola dirección. No
importa cuántos desvíos tome, ninguno lo lleva de regreso. Una vez que usted conoce y
acepta esto, la vida se hace mucho más simple». Una de las principales claves para el éxito
es seguir avanzando en el viaje, haciendo lo mejor con los desvíos e interrupciones,
convirtiendo la adversidad en ventaja.
LOS DOS DESVÍOS MÁS GRANDES
Cuando he conversado con la gente acerca del éxito, he encontrado que los dos desvíos
más grandes que enfrentan son el temor y el fracaso. Cuando piensa al respecto, esos dos
impedimentos pudieron haber evitado que nuestro grupo tuviera un buen tiempo en París.
El temor a lo desconocido podría habernos retenido en el aeropuerto en vez de salir y
disfrutar de la ciudad. Y nadie podría culparnos si nos hubiéramos quedado cuando tuvimos
el primer fracaso, el de no hallar un tour disponible. Pero el temor y el fracaso no nos
detuvieron. Tampoco podrán detenerle al tomar el viaje del éxito. Cada desvío es una
oportunidad potencial, y puede impedirle el éxito solamente si usted lo permite.
DATOS ACERCA DEL TEMOR
Todas las personas experimentan el miedo; es parte de la vida. Lo que tememos puede
cambiar con el tiempo, pero cada generación lo ha experimentado. Vea las siguientes citas
de los últimos 375 años y reconocerá un tema en común. En 1623, Sir Francis Bacon dijo:
«Nada es terrible sino el miedo mismo». Doscientos años después, el duque de Wellington
declaró: «A lo único que le temo es al miedo». Y más recientemente, Franklin D.
Roosevelt dijo: «A lo único que debemos tenerle miedo es al miedo».
Todos tenemos temores. A nueve de cada diez personas le da terror el pensamiento de
tener que hablar ante un grupo. A algunos no les gustan los insectos. Otros temen a la
altura, las aguas profundas, los problemas financieros, el envejecimiento o la soledad.
Existe tanta variedad de miedos como de personas. Los temores de algunos personajes
históricos famosos llegan a ser hasta cómicos. Por ejemplo, Julio Cesar, el poderoso militar
y emperador romano, le temía a los truenos. Pedro el Grande, zar de Rusia, imponente
personaje de casi dos metros de alto le tenía miedo a los puentes. Los cruzaba solo cuando
no quedaba otra alternativa, y cuando lo hacía temblaba y gritaba como un niño. Un autor y
crítico literario británico, el Dr. Samuel Johnson, sufría de fobia cuando entraba a una
habitación con el pie izquierdo. Cuando accidentalmente lo hacía, retrocedía y entraba de
nuevo con el pie derecho. Llevaba el acto de entrar con el pie derecho a un extremo que era
ridículo.
LAS CONSECUENCIAS DEL TEMOR
No importa cuán tontos o cómicos puedan parecernos los temores de otras personas, los
nuestros son muy serios. Una razón es que el temor puede ser un impedimento para el éxito.
Si se le permite controlar nuestra vida, el miedo puede ser un desvío permanente en el viaje
del éxito e impedirnos el progreso. Irónicamente, cuando el miedo gana y nos impide
comprometernos con alguna actividad, nunca descubrimos si el miedo era verdaderamente
justificable. Esto crea un círculo vicioso, que podría a la larga apoderarse de nuestra vida.
Eche un vistazo al patrón que el miedo puede crear en la vida de una persona:
El miedo engendra inacción;
la inacción lleva a la falta de experiencia;
la falta de experiencia cobija ignorancia;
Y la ignorancia produce miedo.
El temor provoca retraso.
El presidente John F. Kennedy dijo: «Hay riesgos y costos en un programa de acción,
pero son mucho menores que los riesgos y costos de una cómoda inacción». Lo importante
es que si usted puede vencer el temor, entonces podrá romper el ciclo y vivir para ver la
muerte de su ignorancia y el nacimiento de su éxito.
El temor también provoca retraso. Divide nuestro enfoque y nos debilita. También
puede hacer que nos sintamos aislados. Michael Pritchard llamaba al miedo «ese cuartito
tenebroso donde se desarrollan las negativas». El ex mariscal de campo de la Liga Nacional
de Fútbol, Frank Tarkenton, dijo: «El miedo provoca el retroceso de las personas ante las
situaciones; produce la mediocridad; adormece la creatividad; hace que uno sea un
fracasado en la vida». El temor nos roba el potencial e impide que avancemos hacia nuestro
propósito en la vida.
ENFRENTE SUS TEMORES

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